LA MISA HA TERMINADO: HE AQUÍ CÓMO EN TREINTA AÑOS HA DISMINUIDO LA PARTICIPACIÓNEl sociólogo Luca Diotallevi analiza los datos ISTAT desde 1993 hasta 2019 que desmienten la idea de una “excepcionalidad italiana”: cada vez más mujeres se involucran en la falta de participación.La participación en el rito dominical ha pasado del 37,3% de la población adulta en 1993 al 23,7% en 2019 con un “declive” que promete ampliarse con el avance de las nuevas generaciones, desmiente una supuesta “excepcionalidad italiana” y, sobre todo, ahora tiende a involucrar tanto a mujeres como a hombres.El sociólogo Luca Diotallevi fotografió despiadadamente el estado de secularización en nuestro país en un libro que acaba de publicar Rubettino sobre «la participación en los ritos religiosos en Italia de 1993 a 2019» y titulado, precisamente, «La misa se ha desvanecido».Antes del paso de 2020Diotallevi, sociólogo que siempre ha estado atento a la dinámica del catolicismo italiano, recoge y analiza los datos publicados a lo largo del tiempo por Istat, deteniéndose, sin embargo, en el umbral de un año crucial, 2020, que, debido a la pandemia, marcó un paso en la disminución de la participación de los católicos en la vida de la Iglesia: un paso ampliamente percibido, incluso por los líderes de la Conferencia episcopal italiana, pero que todavía no está registrado de manera indiscutible en las estadísticas oficiales.La cuestión de las mujeresLa misa «ya no es un asunto de mujeres y es cada vez más un asunto de personas mayores, hasta que la generación nacida antes de 1955 ha abandonado la escena», escribe Diotallevi, profesor de la Universidad de Roma Tre, en este libro del que se desprende entre los más relevantes: el tema de la cuestión de las mujeres.Al final del período analizado, 2019, «más de un practicante “habitual” de cada cuatro es una mujer mayor. Los datos disponibles sugieren que dentro de 20 ó 25 años, esto ya no será así. Entonces estos ancianos habrán abandonado la escena, mientras que sus hijas y nietas, en su gran mayoría, ya habrán dejado de seguir los modelos de comportamiento religioso de sus madres y abuelas», escribe el sociólogo.Si la participación en la misa disminuye en toda la población, aumenta a medida que disminuye la edad, y entre las nuevas generaciones se revierte cada vez menos a medida que avanza la edad, uno de los datos más relevantes que ya emerge hoy, de hecho, es la «progresiva y marcada asimilación del perfil femenino (…) al masculino, incluyendo la anticipación del punto de inflexión (es decir, el punto de cambio de una tendencia, N. de R.). y la desaceleración y luego la cancelación de la recuperación. La especificidad femenina (…) se está perdiendo (también) en Italia (también) en este ámbito y ya está reducida al mínimo entre las niñas, adolescentes y mujeres jóvenes».Evidencias que llevan al sociólogo a afirmar que las mujeres están «desertando» de la misa «a un ritmo más rápido que los hombres».El número de no practicantes está aumentandoConsiderando el conjunto de la población italiana, «el porcentaje de personas de 18 años o más que declaran haber asistido a misa al menos una vez por semana» pasó del 37,3% en 1993 al 23,7% en 2019.En particular, «2017 es el año en el que el número de quienes declaran participar “nunca” alcanza y supera al de quienes declaran practicar “al menos una vez por semana”». Además de la asimilación de perfiles femeninos y masculinos, el descenso tiene otras características específicas. El descenso se acelera a partir de 2005.Además, el número de practicantes ocasionales se reduce: «Quienes abandonan la práctica regular llegan bastante rápidamente a la condición de “no practicantes” después de haber pasado más o menos rápidamente por la etapa intermedia de la práctica ocasional».Después del binomio Wojtyła-RuiniEl fenómeno, además, hay que contextualizarlo: en la sociedad, «muchos procesos de participación política disminuyen más que lo que ocurre» en las misas y otros ritos religiosos, por un lado.Por otra parte, si otros indicadores –por ejemplo los bautismos o las firmas del ocho por mil a la Iglesiacatólicaen la declaración de la renta– muestran caídas menos vertiginosas, «los fenómenos de identificación, y aunque con un poco de retraso (…) los fenómenos de participación, presentan una tendencia claramente decreciente».Una decadencia que no ha sido frenada, señala Diotallevi, sociólogo ampliamente escuchado por la CEI desde los tiempos del cardenal Camillo Ruini Rizzoli, ni por la estrategia de “centralización” promovida por el “binomio Wojtyła-Ruini”, ni por el espacio conquistado por «movimientos, prelaturas personales, y comunidades de diversa índole», en detrimento de parroquias y diócesis, ni elpontificado, aunque innovador, en ciertos aspectos, de Francisco, no parece haber dado, desde este punto de vista, «impactos significativos», «inversiones o incluso simplemente atenuaciones de la caída».Hacia una media nacional del 10%Una tendencia ya consolidada que sugiere, de cara al futuro, «un público mucho más reducido de profesionales habituales y mucho menos caracterizado por rasgos individuales de género y edad». Más concretamente, «podría suceder (…) que en unas pocas décadas o quizás sólo en unos años la participación (…) en el promedio nacional se reduzca a un valor cercano al 10%, lo que en muchas áreas del país correspondería a un valor (real) de un solo dígito».
La Repubblica, que es uno de los tres diarios italianos áulicos de la oligarquía (los otros son el milanés Corriere della Sera y La Stampa de Turín), es el diario favorito de Francisco Bergoglio.
La foto del artículo muestra a un obispo "con la cara hacia el pueblo", compuesto de cinco (¡!) fieles sentados en los bancos.
Según Diotallevi, la participación en la Eucaristía dominical del Novus Ordo cayó del 37,3% de la población adulta en 1993 al 23,7% en 2019, y es probable que la disminución aumente a medida que las nuevas generaciones crezcan en una Iglesia secularizada con una educación religiosa totalmente secularizada.
Y a todo esto, la “jerarquía” modernista ¿qué hace en respuesta?
- La diócesis de Bérgamo (Italia) invitando a celebrar el Ramadán (que empezó este año precisamente el domingo 10 de Marzo). Incluso, el presbítero Bryan N. Massingale (de la archidiócesis de Milwaukee) reconoció que practica el ayuno islámico, donde dice ver una dimensión comunitaria que se perdió en la Cuaresma cristiana.
- El arzobispón Erio Castellucci defiende la obscena exposición del “artista” Andrea Saltini en la iglesia de San Ignacio (parte del museo diocesano de Carpi), diciendo que los que califican de obscena la exposición son irrespetuosos para con el “artista”, y sus obras «deben verse con una mirada correcta», y PARA MÁS INRI, esgrimiendo contra ellos el paulino «para los limpios, todas las cosas son limpias» (Tito I, 15).
- Para el Katholikentag 2024 (que empezará el próximo Corpus Christi), el obispón Ulrich Neymeyr de Erfurt (Alemania) calificó de “hito culminante personal” que ese día (católicamente de precepto) habrá una “Liturgia de la Palabra”, junto a que habrá un servicio ecuménico la tarde del viernes.
- Los encuentros interreligiosos como el III Diálogo Cristiano-Taoísta en Hong Kong (cuyo obispón Stephen Chow Sau-yan SJ dijo que el resto de religiones «están bendecidas por la revelación divina»).
- La caridad de los obispones de Estados Unidos distribuyendo anticonceptivos y remitiendo a abortistas en África.
- El obispado de Almería (España) distribuyó a las parroquias un guión litúrgico para una “misa feminista” el 8 de Marzo.
- Las “bendiciones” a homosexuales y adúlteros impenitentes, que causaron que la Iglesia Copta Ortodoxa suspendiera sus diálogos con la Roma modernista.
- La persecución a los clérigos que expresan disenso ante Bergoglio, ejemplificada recientemente en la andanada contra los presbíteros de “La sacristía de la Vendée” por la frase «ojalá que Francisco se vaya al Cielo cuantl antes», y el juicio canónico contra el exopusino Jesusmary Missigbètò/Janvier Gbénou.
En una palabra, TIRA PALANTE HACIA EL ABISMO
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