lunes, 28 de noviembre de 2016

SI LUTERO TAN DEVOTO ERA COMO DICEN, ¿CÓMO SE EXPLICAN ESTAS AFIRMACIONES CONTRA LA VIRGEN MARÍA?

Siendo publicado en nuestro artículo anterior que los fundadores del protestantismo mostraron grande odio a la Bienaventurada siempre Virgen Santa María, hay quienes consideran esto una necedad y una carga de profundidad contra los argumentos adversos al pentecostalismo, aduciendo "La Iglesia se une a los historiadores al afirmar que Lutero llevaba consigo el Rosario".
 
  
La triste, cruel, pero real realidad muestra que Martín Lutero, mientras avanzaba en su herejía, eliminaba toda traza de devoción a la Virgen. Pero, ¿que mejor prueba que las propias palabras de quien se habla? Aquí traemos las palabras propias de Martín Lutero, con su respectiva fuente bibliográfica:
  • Que la Virgen María haya sido concebida sin pecado original, de esto no hay una sola palabra ni en el evangelio ni en otras partes de las Escrituras”. (Martín Lutero, Sermón sobre Lc. 11:27-28)
  • “La Madre María es, en verdad, digna de alabanza; pero al alabarla debemos tener mucho cuidado de no perder de vista al Hijo que Ella os dio”. (Martín Lutero, Sermón sobre Is. 9:1-7)
  • Cuanto más méritos y dignidad se atribuyen a María, tanto más mengua la gracia divina y se reduce la verdad del Magníficat”. (Obras de M. Lutero, Tomo VI, pág. 402)
  • El papa quiere que se ore en el nombre de la Virgen María; esto no significa alabar a María, sino deshonrarle de la peor manera y convertirla en un ídolo”. (Martín Lutero, Segundo sermón sobre el Magníficat)
  • María, la amada y santa Virgen y Madre de Dios, fue convertida en el papado en execrable ídolo”. (Martín Lutero, Comentario de Gén. 6:1-5)
  • El cántico Salve Regína es una gran blasfemia contra Dios pues allí se llama a María «madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra». Y no mucho mejor es el cántico Regína Cœli, donde llaman a María «Reina del Cielo»”. (Martín Lutero, Sermón sobre Mat. 1:1-16)
  • “…en el presente, no hay quien hable tan mal de esta Madre y su Fruto como aquellos que la honran con muchos rosarios y constantemente dicen el Ave María. Estos, más que cualquier otro, blasfeman de la peor manera contra la palabra y la fe de Cristo”. (Obras de M. Lutero, Tomo XLIII, pág. 40)
  • Ridiculizando al dominico Juan Tetzel, que le había ganado la predicación de la Indulgencia en el Arzobispado de Maguncia, dice Lutero que Tetzel “tenía del papa esta gracia y potestad: que si alguien hubiese llegado a violar a la virgen María o crucificar a Jesucristo por segunda vez, podía él perdonarle con tal que depositase en el arca los derechos correspondientes”. (Cf. Obras de M. Lutero, Tomo LI, pág. 538).
Pudiéramos citar todavía más, pero la obra del monje maldito es vasta y sus blasfemias tan repugnantes, que sería fastidioso al lector (máxime a los no especializados y débiles de fe) publicarlas todas. Baste todo lo anterior como prueba inconfutable de que Lutero, cual anticristo, odiaba a Dios Uno y Trino, y a su Santuario (la Virgen María), y a los habitantes del Cielo. Pero la blasfemia y el odio contra Dios, la Virgen y la Iglesia Católica no queda impune: Martín Lutero, luego de opípara francachela y comilona en casa de sus amigos los príncipes de Sajonia, el día 18 de Enero de 1546, fiesta de la Cátedra de San Pedro en Roma, a las tres de la mañana (“la hora del diablo”), SE SUICIDÓ COLGÁNDOSE DE UNA DE LAS COLUMNAS DE SU CAMA, y su alma está en el Infierno, donde los demonios le fuerzan una y otra vez a arrodillarse clavándole una estaca en la cabeza por toda la eternidad. TODO EL QUE SIGA O DEFIENDA A MARTÍN LUTERO IRÁ AL INFIERNO, DONDE NO HAY REDENCIÓN POSIBLE.
  
ADENDA
Lutero, en sus Conversaciones de Sobremesa, dijo
Cristo cometió adulterio por primer vez con la mujer de la fuente, de que nos habla Juan. Eso se murmuraba en torno a él: «¿Qué hizo, después, con ella?». Más adelante con Magdalena, después que con la mujer adultera que absolvió tan livianamente. Así, Cristo, tan piadoso, también fornicó antes de morir” (Propos de table, nº 1472)
De ahí que para muchos, sea precursor de la teoría del matrimonio entre Jesús y María Magdalena que tanto publicitó Dan Brown. Teoría además de blasfema, imposible, porque según las profecías, Jesús nacería como SACERDOTE - REY, igual que su prefiguración San Melquisedec (rey de Salem y sacerdote de Yahveh). Además, según la Ley de Moises, está prohibido que un sacerdote judío –y menos el Sumo Sacerdote, el que sobre su frente lleva la corona santificada con el Nombre de Dios– contraiga matrimonio con una mujer que no fuera virgen de Israel (mucho menos con una extranjera, prostituta o una mujer divorciada, aunque estuviera arrepentida de sus pecados). Y en el libro de Ezequiel, cuando le es revelado el Templo futuro, Dios reitera dicho mandato.

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