Un caso más de un ciudadano israelí acusado de participar en el tráfico de órganos ha salido a la luz en estos días. El ciudadano israelí, Moshe Haral, ha sido acusado de un delito de contrabando de órganos en Kosovo y ha sido arrestado en Chipre, informó el viernes la agencia de noticias Reuters.
Las autoridades de Prístina en Kosovo solicitaron la extradición para el juicio, dijo la policía el viernes.
Harel está acusado de ser el cerebro de una red de reclutamiento de donantes de órganos en Turquía o las ex repúblicas soviéticas y de llevarlos a Kosovo con la promesa de un pago de 15.000 euros por sus órganos, principalmente riñones para trasplantes.
Los riñones se vendieron luego por cantidades entre los 80.000 y los 100.000 euros.
“Basado en una orden de arresto internacional, el sospechoso fue arrestado hace unos días en Chipre. Él estaba siendo buscado desde 2010”, dijo el portavoz policial, Baki Kelani, a Reuters.
Rusia también emitió una orden de arresto internacional contra Harel.
Harel fue arrestado en 2012 en Israel como parte de una investigación paralela, pero no fue extraditado a Kosovo y quedó en libertad.
El escándalo se reveló en 2008, cuando un ciudadano turco fue arrestado en el aeropuerto de Prístina, visiblemente afectado tras haberle sido extirpado un riñón.
La red estaba operando desde la clínica Medicus, en una zona residencial en las afueras de Prístina, la capital de Kosovo. El propietario de la clínica Lutfi Dervishi, su hijo y otros cinco están a la espera de juicio por cargos de tráfico de órganos humanos.
En los últimos años han salido a la luz redes de tráfico de órganos dirigidas por israelíes. Algunas de ellas operaban en países de América Latina, como Brasil, donde reclutaban a donantes de órganos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Preferiblemente, los comentarios (y sus respuestas) deben guardar relación al contenido del artículo. De otro modo, su publicación dependerá de la pertinencia del contenido. La blasfemia está estrictamente prohibida. La administración del blog se reserva el derecho de publicación (sin que necesariamente signifique adhesión a su contenido), y renuncia expresa e irrevocablemente a TODA responsabilidad (civil, penal, administrativa, canónica, etc.) por comentarios que no sean de su autoría.