MACRON BESANDO LAS CHANCLETAS MASÓNICAS

Elementos tomados de GLORIA NEWS, LE SALON BEIGE, COURRIER PICARD y MÉDIAS PRESSE.

   

Después de visitar los templos masónicos La Fayette y Joannis Corneloup (donde en los años cuarenta se filmó “Fuerzas Ocultas”, un documental sobre la Conspiración Judeomasónica), el presidente francés Emmanuel Macron Noguès dio un discurso el 8 de Noviembre en el Museo Masónico de París conmemorando el 250.º aniversario del Gran Oriente de Francia, siendo el tercer presidente en hacerlo después de François Hollande (27 de Marzo de 2017 y Émile Loubet. Él se dirigió a los «Muy Respetables Grandes Maestros» del Gran Oriente de Francia, la Gran Logia de Francia, Derecho Humano y la Gran Logia Femenina:

• Él llamó a la secta «la hija mayor de la [supuesta] Ilustración» [una parodia de «Francia, la hija mayor de la Iglesia».
• «La Francmasonería fue formada a imagen de los planes de la nación francesa».
• Él invocó los “destinos gemelos” de la Francmasonería y la República.
• «La contribución de la Francmasonería es una verdad histórica».
• No todos los fundadores de “la República” fueron francmasones, «pero todos ellos defendieron sus [denominados] valores».
• «La Francmasonería por sí sola no hizo la República, pero de no ser por la Francmasonería, la República no habría sido creada», reconoció.
• «Las Logias de la razón fueron la forja de nuestras leyes», enumerando entre ellas la “Ley Combes” de Separación Iglesia-Estado de 1905.
• No podían faltar las parias a los judíos, para quienes trabajan (inconscientemente o a sabiendas, da igual) los francmasones: «Cuando se ataca a un judío, siempre se busca atentar contra el proyecto político que lo reconoció libre e igual. Si se toca a un judío, siempre se busca atentar contra la República».
• «Debemos preservar el lazo viviente entre la Francmasonería y la República».
• Después de recordar a dos políticos masones que lucharon por el aborto y la eutanasia, a saber: Henri Caillavet Caubet († 2008) y Pierre Félix Simon († 2008), Macron le agradeció agradeció a la secta y su Gran Maestro Guillaume Trichard por su contribución para llevar a los ancianos y enfermos al suicidio (“eutanasia” o como la llama Macron, “derecho a morir con dignidad”) mediante una «ley de libertad y respeto».
• Rescatando el fantasmón del “antisemitismo” y citando a Trichard, Macron lanzó dardos a los otros partidos: «El antisemitismo reemerge en las palabras y sobre las paredes. Se presenta sin miedo, sin vergüenza. Y en este sentido quiero ser tajante. La República no transige ni transigirá. Y seremos implacable frente a los portadores del odio. Pero detrás de este odio antisemita hay que ver lo que también está ahí: el odio a los judíos y el odio a los francmasones, que proceden del mismo impulso, y son dos preludios, dos pretextos para el odio a la República. […] Debemos estar atentos con las confusiones en una época en la que algunos prefieren permanecer ambiguos sobre la cuestión del antisemitismo en halagar nuevos comunitarismos [contra el partido izquierdista radical La Francia Insumisa]; y los que dicen apoyar a nuestros compatriotas de fe judía confundiendo el rechazo a los musulmanes con el apoyo a los judíos, negándose, precisamente ellos, a condenar claramente su postura pasada y todas las palabras definitivas de ayer [contra Jordan Bardella, presidente de la derechista Agrupación Nacional –antiguo Frente Nacional– que dijo que su fundador Jean-Marin Le Pen no era antisemita (sic)]».
• «Mientras la Francmasonería esté operante, la República seguira viva. Preservemos este vínculo centenario sin vergüenza y sin excesos, respetando plenamente nuestros respectivos valores, sin confundirlos, sino uniendo fuerzas»
• Finalmente concluyó su panegírico a la secta con el masónico «Si se me permite, he dicho» y dando vivas a la República.