Desde SIGNOS DE ESTOS TIEMPOS-FOROS DE LA VIRGEN
La explicación es que "la gente se siente ofendida cuando le hablan de esas cosas", y además, los anglicanos piensan que es una muestra de que su fe ya no necesita de esos recursos, como satanás.
EL DEMONIO NO SE MENCIONARÁ MÁS EN EL BAUTISMO
Declarando que el demonio ha salido del servicio de bautismo de la iglesia de Inglaterra, The Guardian informó el 20 de junio que “un bautismo simplificado que omite la mención del diablo” es actualmente la fórmula preferida por los clérigos que han hecho un test market en todo el Reino Unido.
EL DEMONIO NO SE MENCIONARÁ MÁS EN EL BAUTISMO
Declarando que el demonio ha salido del servicio de bautismo de la iglesia de Inglaterra, The Guardian informó el 20 de junio que “un bautismo simplificado que omite la mención del diablo” es actualmente la fórmula preferida por los clérigos que han hecho un test market en todo el Reino Unido.
El nuevo bautismo anglicano, además de ser una mala parodia del Bautismo católico, es NULO, INVÁLIDO, ILÍCITO E INEFICAZ
Afirman que el tradicional rechazo del diablo y toda rebelión contra Dios “desanima a las personas que están ofendidas al ser abordadas como pecadoras”, y por lo tanto el clero afirma que les resultaba mucho más fácil pedir a los padres y padrinos hacer los votos si no mencionan a satanás.
Es la respuesta a una población “que no ve ninguna razón imperiosa de pasar las mañanas de domingo o cualquier otro momento en la Iglesia”, informa The Guardian.
Y además, el nuevo y “mejorado” servicio de bautismo también borra la instrucción a los padrinos que el niño va a guardar los mandamientos de Dios, y a aprender lo que un cristiano “debe saber y creer que para la salud de su alma”, prometiendo sólo que la Iglesia “debe hacer todo lo posible para asegurarse de generar un lugar acogedor para él. Y hacer su parte para ayudar a guiar a estos niños a lo largo del camino de la fe”.
La propuesta de suprimir el diablo del ritual recibió la aprobación inicial por la Cámara de Obispos y será debatido por el Sínodo General anglicano en York este mes de julio. Si es aprobado, estos cambios pueden revelar que la iglesia de Inglaterra perdió su sentido del pecado -y su necesidad de salvación-.
SE VEÍA VENIR
Hace más de 60 años, T. S. Eliot escribió sobre el sentido de la alienación que se produjo cuando los reguladores sociales –como la iglesia– comenzaron a resquebrajarse y la autoridad moral de control de una sociedad ya no fue eficaz. Sugirió que el “sentido del pecado” estaba empezando a desaparecer.
En su obra “The Cocktail Party”, una joven perturbada confiesa a su psiquiatra que se siente “pecadora” a causa de su relación con un hombre casado. Ella está angustiada, no tanto por la relación ilícita, sino por el extraño sentido del pecado. Eliot escribe que “tener un sentido del pecado parece anormal, ella creía que había enfermado”.
Escrito en 1950, Eliot sabía que el lenguaje del pecado estaba disminuyendo incluso entonces. Sin embargo, la mayoría de nosotros podría suponer que el concepto de pecado todavía era fuerte porque las iglesias -como la Iglesia de Inglaterra- parecían muy fuertes.
Mirando hacia atrás, sin embargo, parece que el sentido del pecado ya estaba empezando a ser sustituido por una cultura terapéutica emergente.
DEL PECADO A LA TERAPIA
Dentro de una creciente cultura de liberación, las personas ya no se veían a sí mismas como pecaminosas cuando bebían demasiado, tomaban drogas, o estaban comprometidas en conductas violentas o abusivas. Más bien, este tipo de acciones se consideraban cada vez más como indicadores de que estas personas eran víctimas de una enfermedad de la que tenían poco control.
El sociólogo Philip Rieff advirtió en su libro ya clásico de la década de 1960, El Triunfo de la Terapéutica, que “el hombre psicológico empezaba a reemplazar al hombre cristiano” como el tipo de carácter dominante en nuestra sociedad.
A diferencia del cristianismo tradicional, que hacía demandas morales a los creyentes, el mundo secular del “hombre psicológico” rechaza tanto la idea del pecado como la necesidad de la salvación. La transformación se ha completado ahora en la Iglesia de Inglaterra.
EL ÉXITO DE SATANÁS
Satanás ha sido llamado un “genio del mal” porque ha sido capaz de convencer a muchos de que él no existe. En sus satíricas Screwtape Letters (Cartas de Escrutopo), C. S. Lewis crea un demonio veterano llamado Escrutopo que está instruyendo a su sobrino Ajenjo, su joven demonio protegido, sobre la mejor manera de capturar un alma para el infierno. Él le dice que la cosa más efectiva que puede hacer para traer almas al infierno es convencer a la gente de que satanás ni siquiera existe.
“El hecho de que los demonios son predominantemente figuras cómicas en la imaginación moderna te ayudará. Si alguna leve sospecha de su existencia empieza a surgir en su mente, sugiérele una imagen de algo con mallas rojas, y convéncelo que ya que no puede creer en eso, por lo tanto, no puede creer en ti”.
Uno se pregunta por qué la iglesia de Inglaterra se molesta en realizar ceremonias bautismales cuando ha perdido el verdadero propósito de este tipo de servicio. Los rituales son importantes, sin embargo, como la autora, P. D. James escribe en su escalofriante novela Hijos del Hombre.
Ambientada en un mundo distópico en el año 2021 en el que toda la raza humana se ha vuelto infértil, la autora describe una sociedad en la que el último hijo había nacido dos décadas antes, y donde la “nueva tendencia” en ciudades como Londres es mantener elaboradas ceremonias de bautizo para gatitos, con gorros de encaje para los recién nacidos felinos. En tal sociedad, el clero tiene el placer de presidir el ritual, ya que da mucha alegría a los “padres” –sin hijos– de los gatitos.
El rito bautismal revisado de la iglesia de Inglaterra será sometido a votación el próximo mes en Kent en su Sínodo General. Es probable que pase, ya que ha sido impulsado por una división de gran alcance dentro del clero, que está decidido a demostrar que la iglesia de Inglaterra es una iglesia progresista, que ya no tiene la necesidad de reconocer la necesidad de satanás, a fin de vivir en la “libertad de los hijos de Dios”.
Ambientada en un mundo distópico en el año 2021 en el que toda la raza humana se ha vuelto infértil, la autora describe una sociedad en la que el último hijo había nacido dos décadas antes, y donde la “nueva tendencia” en ciudades como Londres es mantener elaboradas ceremonias de bautizo para gatitos, con gorros de encaje para los recién nacidos felinos. En tal sociedad, el clero tiene el placer de presidir el ritual, ya que da mucha alegría a los “padres” –sin hijos– de los gatitos.
El rito bautismal revisado de la iglesia de Inglaterra será sometido a votación el próximo mes en Kent en su Sínodo General. Es probable que pase, ya que ha sido impulsado por una división de gran alcance dentro del clero, que está decidido a demostrar que la iglesia de Inglaterra es una iglesia progresista, que ya no tiene la necesidad de reconocer la necesidad de satanás, a fin de vivir en la “libertad de los hijos de Dios”.
“Negar al diablo es señal clara de estar poseído por él, y negar el Infierno no debilita su existencia”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Preferiblemente, los comentarios (y sus respuestas) deben guardar relación al contenido del artículo. De otro modo, su publicación dependerá de la pertinencia del contenido. La blasfemia está estrictamente prohibida. La administración del blog se reserva el derecho de publicación (sin que necesariamente signifique adhesión a su contenido), y renuncia expresa e irrevocablemente a TODA responsabilidad (civil, penal, administrativa, canónica, etc.) por comentarios que no sean de su autoría.