En la audiencia semanal de ayer miércoles 16 de Octubre, Francisco Bergoglio comentó en su catequesis sobre el Espíritu Santo y la vida de la Iglesia sobre la polémica sobre el “Filióque” («y el Hijo») en el Credo Nicenoconstantinopolitano («Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo»):
«¿Qué nos dice a nosotros, los creyentes de hoy, el artículo de fe que proclamamos cada domingo en la Misa: “Creo en el Espíritu Santo”? En el pasado, nos ocupaba principalmente la afirmación de que el Espíritu Santo “procede del Padre”. La Iglesia latina pronto completó esta afirmación añadiendo, en el Credo de la Misa, que el Espíritu Santo procede “también del Hijo”. Dado que en latín la expresión “y del Hijo” se dice “Filióque”, esto dio lugar a la disputa conocida con este nombre, que fue el motivo (o el pretexto) de muchas disputas y divisiones entre la Iglesia de Oriente y la de Occidente. Ciertamente, no es el caso de tratar aquí esta cuestión, que, por otra parte, en el clima de diálogo establecido entre las dos Iglesias, ha perdido la dureza del pasado y permite hoy esperar una plena aceptación mutua, como una de las principales “diferencias reconciliadas”. Me gusta decir esto: “diferencias reconciliadas”. Entre los cristianos hay muchas diferencias: este es de esta escuela, este es de aquella otra; este es protestante, este otro… Lo importante es que estas diferencias sean reconciliadas, en el amor de caminar juntos».
A diferencia de Bergoglio, nosotros «SÍ vamos a tratar esta cuestión» (aunque sea brevemente y no sin cierto temor no solo porque la teología no es nuestro estudio principal –y si algo, nos sometemos al juicio de la Santa Iglesia Católica Romana–, sino porque estamos ante un Misterio de la Fe que se comprende y acepta con la luz de la Gracia), máxime porque recientemente en aras de facilitar el camino ecuménico con los griegos, los luteranos acordaron renunciar al Filióque:
La polémica del “Filióque” se trata de las relaciones trinitarias internas [distinción de las Personas en la consubstancialidad divina]. Basándose en la palabra griega έκπορεύεσθαι presente en San Juan 15, 26, los cismáticos ortodoxos desde Focio (aunque Teodoro de Mopsuestia –maestro de Nestorio– y Teodoreto de Ciro lo arguyeron contra los Doce anatemas a Nestorio de San Cirilo de Alejandría, y los monotelitas contra San Martín Papa) rechazan la frase del Credo según la cual el Espíritu Santo procede del Padre “y del Hijo” (Filióque/καί τού Υιού/ܘܒ݂ܺܪܳܐ) y la tachan como herejía latina, aun cuando San Atanasio en el Quicúmque, San Dámaso en su Profesión de Fe recogida por San Jerónimo, el Concilio de Toledo del año 400 y la Iglesia caldea en el Concilio de Seleucia/Ctesifonte del 410 afirman esta doctrina y en las Sagradas Escrituras se colige claramente que el Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo porque (para esto seguimos al padre José María Dalmau SJ en su Sacræ Theologíæ Summa):
- Indistintamente se habla del Espíritu del Padre (o el Espíritu que procede de Dios): Mt. 3, 16; 10,20, etc.: Rom. 8, 9; I Cor. 2, 12; y del Espíritu del Hijo (o del Señor, o de Jesús): Act. 5, 9; 16, 7; 2 Cor. 3, 17 ss; Gál. 4, 6; Filip. 1, 19; Rom. 8, 9‑11, indicando relación de cuasipertenencia en el origen [procedencia] respecto a Dios Padre (que no tiene origen) y el Hijo (nacido del Padre antes de todos los siglos).
- En San Juan 16, 13-15 Nuestro Señor dice a los Apóstoles: «Él [el Espíritu Santo] me glorificará, porque tomará de lo mío y os lo dará a conocer. Todo cuanto tiene el Padre es mío; por esto os he dicho que tomará de lo mío y os lo dará a conocer», lo que significa que el Espíritu Santo es enviado también por el Hijo, ya que lo que es del Padre, también es del Hijo.
- En el Apocalipsis (1, 4; 3, 1; 5, 6; 19, 10; 21, 6; 22, 1) se describe la relación entre el Hijo y el Espíritu Santo, del cual se dice en el capítulo 22, 1 que procede (έκπορευόμενον) del río que sale del trono de Dios y del Cordero.
Y sobre todo, el hecho que la Iglesia Romana lo ha sostenido durante siglos antes del cisma griego, confirma que la doble procedencia del Espíritu Santo es una verdad de fe definida desde antiguo, y ratificada por la bula Læténtur Cœli del Concilio de Florencia (6 de Julio de 1439):
«definimos que por todos los cristianos sea creída y recibida esta verdad de fe y así todos profesen que el Espíritu Santo procede eternamente del Padre y del Hijo, y del Padre juntamente y el Hijo tiene su esencia y su ser subsistente, y de uno y otro procede eternamente como de un solo principio, y por única espiración; a par que declaramos que lo que los santos Doctores y Padres dicen que el Espíritu Santo procede del Padre por el Hijo, tiende a esta inteligencia, para significar por ello que también el Hijo es, según los griegos, causa y, según los latinos; principio de la subsistencia del Espíritu Santo, como también el Padre. Y puesto que todo lo que es del Padre, el Padre mismo se lo dio a su Hijo unigénito al engendrarle, fuera de ser Padre, el mismo preceder el Hijo al Espíritu Santo, lo tiene el mismo Hijo eternamente también del mismo Padre, de quien es también eternamente engendrado. Definimos además que la adición de las palabras Filióque [= y del Hijo], fue lícita y razonablemente puesta en el Símbolo, en gracia de declarar la verdad y por necesidad entonces urgente».
Un dato adicional: Constantinopla cayó bajo la espada otomana el 29 de Mayo de 1453, que era domingo de Pentecostés. Justo castigo por negar obstinadamente esta verdad.
Sobre las “diferencias reconciliadas” «en el amor de caminar juntos», pocón pocón. En la vida real, incluso los protestantes fieles rechazan los medios esenciales de salvación de Cristo, por ejemplo los sacramentos de la Confirmación, el Orden, la Confesión/Penitencia, la Santa Misa y la Extremaunción. En cuanto al Bautismo, también hay diferencia entre unos y otros, porque mientras unos bautizan «en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo» siguiendo el mandato de Cristo en San Mateo 28, 20, otros lo hacen «en el nombre del Señor Jesucristo», fórmula esta última inválida en la Iglesia Católica (valga anotar que los mormones, si bien usan la fórmula «Habiendo recibido el mandato de Cristo, yo te bautizo en el nombre del Padre, del
Hijo y del Espíritu Santo», su bautismo es inválido en tanto su noción de la Trinidad es distinta a la de la Iglesia Católica toda vez que para ellos, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo –que son hermanos, al igual que satanás– son tres dioses distintos en una relación de propósito, por lo que se está frente a un triteísmo –hoy pomposamente llamado “trinitarismo social”–). Y ya que estamos, los testejehovistas rechazan que Jesucristo es Dios (de hecho, traducen San Juan 1, 1 diciendo «era la palabra un dios») y que el Espíritu Santo sea una Persona (lo escriben en minúscula y lo llaman fuerza activa de Dios), reviviendo así la herejía de los arrianos y los macedonianos o pneumatómacos [los que luchan contra el Espíritu Santo], condenada en el I Concilio de Constantinopla y el Concilio de Alejandría del 362.
En conclusión, bien se puede citar a San Agustín: «EN EL CISMA NO ESTÁN CONMIGO, EN LA HEREJÍA TAMPOCO. EN MUCHAS COSAS SÍ ESTÁN CONMIGO, PERO SÓLO EN POCAS NO LO ESTÁN. Y POR ESTAS POCAS COSAS EN QUE NO ESTÁN CONMIGO, NO LES APROVECHAN LAS MUCHAS EN QUE SÍ ESTÁN» (SAN AGUSTÍN, Comentario sobre el Salmo LIV, 19).
JORGE RONDÓN SANTOS
17 de Octubre de 2024 (Año Santo del Sagrado Corazón de Jesús).
Día tercero de la octava de Santa Teresa de Jesús de Ávila. Fiesta de Santa Margarita María de Alacoque, Apóstol del Sagrado Corazón de Jesús; de San Herón, Obispo de Antioquía; de Santa Mamelta de Persia, Mártir de la Fe; de San Florentino, Obispo de Orange; y de San Víctor, Obispo de Capúa. Nacimiento de San Ivo de Kermartin, Patrono de los abogados; del Beato Alonso de Orozco OSA, Sacerdote y confesor; y de fray Luis –en el siglo Melchor– Jaume y Vallespir, Protomártir de la Alta California. Martirio del venerable Marcelo Francisco Mastrilli SJ, misionero en Japón; y asesinato del general José María Córdova Muñoz “El León de Ayacucho”. Emisión de la Real Cédula de construcción de caminos en la Nueva España; y Día de la lealtad.
Literalmente tiene la voz del dragón. Pero todavía no es suficiente.
ResponderEliminarEspero que antes que termine su sínodo (de satanás) diga algo mucho más atrevido en todo sentido de la palabra.
Que diga que no necesitas bautisarte, que como sus predecesores del V2 decían que el Espiritu Santo actuaba en falsas religiones (me persigno al escribir esto pero) que diga que el bautismo existe de forma oculta en sus ritos o algo así. No me sorprendería si ésta fuese la conclusión del ex-sínodo.