LA TUMBA DEL PRÓXIMO "PAPA" DIFUNTO YA ESTÁ DISPUESTA BAJO LA BASÍLICA DE SAN PEDRO
Situada a pocos metros de la lápida de Pablo VI, es de una forma similar a aquella, y cercanísima, de la de Juan Pablo I.
Antoine-Marie Izoard
Ciudad del Vaticano
La tumba para el próximo papa difunto
La tumba del próximo "papa" que morirá está lista en la cripta de la basílica de San Pedro. Una tumba tallada en mármol y sin alguna inscripción fue instalada recentemente entre las tumbas de los papas. Un comportamiento «sabio», dicen en el Vaticano, donde reina un "papa" de 79 años y vive también un pontífice emérito de casi 89.
En las dichas Grutas vaticanas, bajo la Basílica, está aparejado recientemente un macizo sarcófago rectangulare en mármol blanco, sin ninguna inscripción, solamente adornado por dos columnas de color rosa pálido. Situada a pocos metros de la sobria lápida de Pablo VI, esta tumba es de una forma similar a aquella, y cercanísima, de la de Juan Pablo I. La tumba del Papa Luciani, que reió solamente 33 días, es un imponente bloque de mármol gris flanqueado de dos ángeles.
Los custodios del lugar afirman que se trata de la tumba «del próximo papa» que se muera. La situación, de hecho, es nueva: entre Francisco, de 79 años, y el "papa emerito" Benedicto XVI, que celebrará sus 89 años en abril. Los dos hombres, todavía, no parecen gravemente enfermos. En la Fábrica de San Pedro, encargada de la basílica, se habla de «trabajos ordinarios».
De hecho, el director de la Sala de Prensa de la Santa Sede afirma que no se está frente a «algún misterio» detrás de la instalación de esta tumba. «Es necesario prever que en las Grutas vaticanas se puedan colocar más tumbas en los años futuros», dice el reverendo Federico Lombardi, explicando además que «era solo una capilla libre y que era sabio prever cualquier otra posibilidad». En verdad, la única capilla libre es la que quedó luego de trasladar la tumba de Juan Pablo II a la Basílica, en el piso superior.
En las dichas Grutas vaticanas, bajo la Basílica, está aparejado recientemente un macizo sarcófago rectangulare en mármol blanco, sin ninguna inscripción, solamente adornado por dos columnas de color rosa pálido. Situada a pocos metros de la sobria lápida de Pablo VI, esta tumba es de una forma similar a aquella, y cercanísima, de la de Juan Pablo I. La tumba del Papa Luciani, que reió solamente 33 días, es un imponente bloque de mármol gris flanqueado de dos ángeles.
Los custodios del lugar afirman que se trata de la tumba «del próximo papa» que se muera. La situación, de hecho, es nueva: entre Francisco, de 79 años, y el "papa emerito" Benedicto XVI, que celebrará sus 89 años en abril. Los dos hombres, todavía, no parecen gravemente enfermos. En la Fábrica de San Pedro, encargada de la basílica, se habla de «trabajos ordinarios».
De hecho, el director de la Sala de Prensa de la Santa Sede afirma que no se está frente a «algún misterio» detrás de la instalación de esta tumba. «Es necesario prever que en las Grutas vaticanas se puedan colocar más tumbas en los años futuros», dice el reverendo Federico Lombardi, explicando además que «era solo una capilla libre y que era sabio prever cualquier otra posibilidad». En verdad, la única capilla libre es la que quedó luego de trasladar la tumba de Juan Pablo II a la Basílica, en el piso superior.
Luego de León XIII, muerto en 1903 y sepultado en San Juan Lateranense, los ocho reclamantes al Papado sucesivos han sido enterrados en la cripta de la basílica de San Pedro. La tradición quiere que las tumbas de los pontífices declarados beatos -y luego canonizados- sean transferidas al plano principal de la basílica vaticana. Hoy, las Grutas vaticanas acogen las tumbas de más de una veintena di pontífices, entre ellos Bonifacio VIII, Sixto IV, Benedicto XV, Pío XII, Pablo VI y Juan Pablo I.
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