Traducción del Comentario de los Padres de TRADITIO.
El capítulo I del Evangelio de San Juan (en el original griego), que es
usado en el Último Evangelio en la Iglesia Católica Tradicional.
En un discurso el 13 de Octubre de 2017, el presidente de los Estados Unidos Donald Trump lo citó en la versión protestante conocida como Nueva Versión Internacional (en inglés NIV)
Infortunadamente, los protestantes lo “tradujeron” erróneamente, como lo admite incluso su propio estudioso bíblico renombrado.
¡Cuán peligroso es apoyarse incondicionalmente a “traducciones” modernas!
Tanto la versión Católica tradicional Douay-Rheims como la versión anglicana del Rey Jacobo lo traducen correctamente al inglés.
Infortunadamente, el Presidente citó no del original griego, ni la Vulgáta latina en la cual San Jerónimo tan fielmente vertió el griego original, o incluso la anglicana Versión del Rey Jacobo (KJV), que copia casi literalmente a su antecesora en el inglés, la versión Católica Douay-Rheims. No, el Presidente citó una versión moderna, la Nueva Versión Internacional (en inglés NIV), que es la favorita del evangelicalismo protestante (grupo paraguas que comprende a los protestantes bautistas, pentecostales, neopentecostales y no denominacionales). Esta versión está llena de errores, entre los cuales está la rendición de este verso (Juan 1, 5) como: “Esta luz resplandece en las tinieblas, y las tinieblas no han podido extinguirla”. Aunque la versión protestante NIV se ajusta al punto oratorial del presidente, la traducción protestante es mortalmente errónea en su rendición del significado original.
La palabra latina comprehendérunt (de la cual deriva el español “comprehender”), es cercana al significado de su cognado inglés “comprehended”, esto es, entender. La NIV protestante se equivoca al traducir este verbo como extinguir (otras versiones lo hacen como vencer). El verbo griego original, katélaben (κατέλαβεν), no significa extinguir. Uno de los más renombrados estudiosos protestantes de la Biblia, Henry Alford, ya había señalado dicho error en el siglo XIX, diciendo que la acepción extinguir “no es admisible, la palabra nunca importa esta acepción ...y no tiene sentido en el contexto”.
En un discurso el 13 de Octubre de 2017, el presidente de los Estados Unidos Donald Trump lo citó en la versión protestante conocida como Nueva Versión Internacional (en inglés NIV)
Infortunadamente, los protestantes lo “tradujeron” erróneamente, como lo admite incluso su propio estudioso bíblico renombrado.
¡Cuán peligroso es apoyarse incondicionalmente a “traducciones” modernas!
Tanto la versión Católica tradicional Douay-Rheims como la versión anglicana del Rey Jacobo lo traducen correctamente al inglés.
En su discurso del 13 de Octubre de 2017 al Values Voters Summit
(traducible como Encuentro de Votantes por los Valores), una
organización de base religiosa, el presidente estadounidense Donald
Trump citó un pasaje bíblico muy familiar a todos los Católicos. En la
mayoría de los Domingos, los Católicos Tradicionales lo escuchan como
parte del Último Evangelio (la “Nueva Misa” suprimió esta parte de la
Misa). Es el verso 5 del capítulo I del Evangelio de San Juan, capítulo
conocido como el prólogo de dicho Evangelio: “Et lux in ténebris lucet,
et ténebræ eam non comprehendérunt” (Traducción de Mons. Felipe Scío de San Miguel: Y esta luz en las tinieblas resplandece, mas las tinieblas no la comprendieron).
Infortunadamente, el Presidente citó no del original griego, ni la Vulgáta latina en la cual San Jerónimo tan fielmente vertió el griego original, o incluso la anglicana Versión del Rey Jacobo (KJV), que copia casi literalmente a su antecesora en el inglés, la versión Católica Douay-Rheims. No, el Presidente citó una versión moderna, la Nueva Versión Internacional (en inglés NIV), que es la favorita del evangelicalismo protestante (grupo paraguas que comprende a los protestantes bautistas, pentecostales, neopentecostales y no denominacionales). Esta versión está llena de errores, entre los cuales está la rendición de este verso (Juan 1, 5) como: “Esta luz resplandece en las tinieblas, y las tinieblas no han podido extinguirla”. Aunque la versión protestante NIV se ajusta al punto oratorial del presidente, la traducción protestante es mortalmente errónea en su rendición del significado original.
La palabra latina comprehendérunt (de la cual deriva el español “comprehender”), es cercana al significado de su cognado inglés “comprehended”, esto es, entender. La NIV protestante se equivoca al traducir este verbo como extinguir (otras versiones lo hacen como vencer). El verbo griego original, katélaben (κατέλαβεν), no significa extinguir. Uno de los más renombrados estudiosos protestantes de la Biblia, Henry Alford, ya había señalado dicho error en el siglo XIX, diciendo que la acepción extinguir “no es admisible, la palabra nunca importa esta acepción ...y no tiene sentido en el contexto”.
El punto en San Juan es que el mundo del tiempo en el que Cristo
vino, no Le comprendió, esto es, no entendió su significación -ni los
judíos ni los gentiles-. La declaración del Evangelista no tiene nada
que ver con que las tinieblas no vencieron a Cristo. En un sentido, las
tinieblas (ignorancia) del pueblo vencieron a la luz (su entendimiento
del mensaje de Cristo), justo como la gente de hoy, en su oscuridad, no
reconoce la relevancia de Cristo como el único por el cual hay
salvación. Ni la pseudoiglesia ni su pretendido papa han comprendido
este punto, engañados como están en la herejía ecumenista (sincretista)
del Vaticano II. De nuevo es peligroso apoyarse incondicionalmente en
las “traducciones”, particularmente cuando esas “traducciones” son
modernas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Preferiblemente, los comentarios (y sus respuestas) deben guardar relación al contenido del artículo. De otro modo, su publicación dependerá de la pertinencia del contenido. La blasfemia está estrictamente prohibida. La administración del blog se reserva el derecho de publicación (sin que necesariamente signifique adhesión a su contenido), y renuncia expresa e irrevocablemente a TODA responsabilidad (civil, penal, administrativa, canónica, etc.) por comentarios que no sean de su autoría.