Traducción del Comentario de los Padres de TRADITIO.
OTRO SANTO DEL NUEVO ORDEN QUE MUERDE EL POLVO: NI LA IGLESIA CONCILIAR PUEDE MANTENER ABIERTO EL LUGAR DONDE NACIÓ JUAN XXIII BIS.
A sólo tres años de su “canonización” en 2014, la casa-museo Ca’ Maitino (en Sotto il Monte, Bérgamo) donde naciera Juan XXIII bis, está desierta por falta de interés.
Las “monjas” Novus Ordo que la cuidaban se han desintegrado porque no tienen nuevas postulantes.
Irónicamente, fue el Concilio Vaticano II convocado por elPapa Juan el que las liquidó, porque el concilio fue en una dirección que no era la proyectada, incluso cuando estaba muriendo de cáncer estomacal.
Las “monjas” Novus Ordo que la cuidaban se han desintegrado porque no tienen nuevas postulantes.
Irónicamente, fue el Concilio Vaticano II convocado por el
Tan pronto como la iglesia del Nuevo Orden remplazó a la Iglesia Católica el 21 de Noviembre de 1964 como la iglesia “institucional”, el muy cuidadoso proceso de canonización que fue desarrollado por la Iglesia Católica durante un milenio fue hecho trizas. Este proceso requería investigaciones extremadamente detalladas, la designación de un Promotor de la Fe (más conocido como Advocátus Diáboli) para discutir la evidencia contra la canonización, y usualmente siglos de debate. Pero extraoficialmente desde 1963 y oficialmente en 1983, el proceso de canonización fue destruido en una remodelación completa, supuestamente para “modernizarlo”. En cambio, los nuevos procedimientos han invalidado completamente el proceso y lo hicieron un hazmerreir. Para profundizar en la materia, leer el artículo “La Canonización, desde el punto de vista católico tradicional”.
En resultas, parece que cualquiera puede convertirse en un santo conciliar -siempre y cuando aprueben el examen de corrección política-. El peor caso fue el del antipapa polaco Wojtyla Katz/Juan Pablo II, quien fue “canonizado” (usamos las comillas porque el proceso conciliar es inválido) el 27 de Abril de 2014, habiendo transcurrido un período ridículamente corto de nueve años desde su muerte (2 de Abril de 2005). Pero, entonces, la industria de viajes en Polonia tenía mucho dinero para gastar como injerto para crear su “santo”, que pudiera entonces reportarles obscenas ganancias por viajar a Polonia. Es un hecho confirmado que la industria de viajes polaca fue la punta de lanza del movimiento “Santo Súbito” para hacer a Wojtyla un non sancto.
Wojtyla fue, realmente, un antipapa groseramente anticatólico. Sus escritos estaban llenos de la herejía del Modernismo, herejía denunciada por su predecesor el Papa San Pío X. Participó en casi un centenar de actos sincréticos, esto es, adoración comunal con acatólicos, infieles y paganos, práctica consistentemente condenada como pecado grave por la Iglesia Católica. Fue marcado en la frente por una sacerdotisa de Shiva en Bombay (India) el 2 de Febrero de 1986, tuvo brea untada en su cara por aborígenes paganos en Australia, permitió que el tabernáculo de la Basílica de San Francisco en Asís fuera usada como base para una estatua de Buda, besó el Corán, y mucho más. Sumado a lo anterior, fue el primer antipapa pedófilo en la iglesia del Novus Ordo, porque apoyó abiertamente a prelados y clérigos corruptos, como Bernard Law (arzobispo de Boston) y Marcial Maciel Degollado (fundador de los Legionarios de Cristo), quienes destruyeron las vidas de muchos, muchos niños.
Los esfuerzos conciliares para “canonizar” lo herético e inmoral ya comienzan a ser contraproducentes. Roncalli Marzola/Juan XXIII bis, quien convocó el Vaticano II (que con todo había sido proyectado para una finalidad ortodoxa: condenar los errores del siglo XX, conexos a la “Nueva Moral” que había condenado Pío XII, pero se desvió de esa finalidad por directrices del cardenal Montini), fue una vez el mimado de la turba modernista. Él también fue “canonizado” con Wotyla en 2014, pero ya no puede despertar interés ni para mantener abierta su casa natal (hoy museo) Ca’ Maitino en Sotto il Monte (Bérgamo). Había sido mantenida abierta, a duras penas, por un grupo de cuatro “monjas” Novus Ordo, pero la comunidad a la que pertenecían, las Hermanas de los Pobres (que servían y cuidaban a Roncalli en el Vaticano y cuyo fundador, Luigi Maria Palazzolo, fue “beatificado” el 19 de Marzo de 1963 por el propio Roncalli) se ha desintegrado por no recibir postulantes. Irónicamente, fue el propio concilio delPapa Juan el que las liquidó.
En resultas, parece que cualquiera puede convertirse en un santo conciliar -siempre y cuando aprueben el examen de corrección política-. El peor caso fue el del antipapa polaco Wojtyla Katz/Juan Pablo II, quien fue “canonizado” (usamos las comillas porque el proceso conciliar es inválido) el 27 de Abril de 2014, habiendo transcurrido un período ridículamente corto de nueve años desde su muerte (2 de Abril de 2005). Pero, entonces, la industria de viajes en Polonia tenía mucho dinero para gastar como injerto para crear su “santo”, que pudiera entonces reportarles obscenas ganancias por viajar a Polonia. Es un hecho confirmado que la industria de viajes polaca fue la punta de lanza del movimiento “Santo Súbito” para hacer a Wojtyla un non sancto.
Wojtyla fue, realmente, un antipapa groseramente anticatólico. Sus escritos estaban llenos de la herejía del Modernismo, herejía denunciada por su predecesor el Papa San Pío X. Participó en casi un centenar de actos sincréticos, esto es, adoración comunal con acatólicos, infieles y paganos, práctica consistentemente condenada como pecado grave por la Iglesia Católica. Fue marcado en la frente por una sacerdotisa de Shiva en Bombay (India) el 2 de Febrero de 1986, tuvo brea untada en su cara por aborígenes paganos en Australia, permitió que el tabernáculo de la Basílica de San Francisco en Asís fuera usada como base para una estatua de Buda, besó el Corán, y mucho más. Sumado a lo anterior, fue el primer antipapa pedófilo en la iglesia del Novus Ordo, porque apoyó abiertamente a prelados y clérigos corruptos, como Bernard Law (arzobispo de Boston) y Marcial Maciel Degollado (fundador de los Legionarios de Cristo), quienes destruyeron las vidas de muchos, muchos niños.
Los esfuerzos conciliares para “canonizar” lo herético e inmoral ya comienzan a ser contraproducentes. Roncalli Marzola/Juan XXIII bis, quien convocó el Vaticano II (que con todo había sido proyectado para una finalidad ortodoxa: condenar los errores del siglo XX, conexos a la “Nueva Moral” que había condenado Pío XII, pero se desvió de esa finalidad por directrices del cardenal Montini), fue una vez el mimado de la turba modernista. Él también fue “canonizado” con Wotyla en 2014, pero ya no puede despertar interés ni para mantener abierta su casa natal (hoy museo) Ca’ Maitino en Sotto il Monte (Bérgamo). Había sido mantenida abierta, a duras penas, por un grupo de cuatro “monjas” Novus Ordo, pero la comunidad a la que pertenecían, las Hermanas de los Pobres (que servían y cuidaban a Roncalli en el Vaticano y cuyo fundador, Luigi Maria Palazzolo, fue “beatificado” el 19 de Marzo de 1963 por el propio Roncalli) se ha desintegrado por no recibir postulantes. Irónicamente, fue el propio concilio del
Verdaderos Católicos, de Dios nadie se burla. Todo el dinero y la propaganda de la Seudoiglesia, con su falsa Misa (sí, incluso la “Forma Extraordinaria” de 1962), con sus falsos sacramentos, su doctrina anticatólica y su moralidad de porqueriza no pueden sostenerla. Incluso ahora está derribándose en torno de la cabeza del tercer antipapa pedófilo, el marxista Francisco Bergoglio.
Una aclaración pertinente: Pío XI, aprovechando el Congreso Eucarístico de Roma, quería convocar un Concilio (o más exactamente, reanudar las sesiones del Concilio Vaticano, que había sido suspendido sine die por culpa de la conquista de Roma por los mercenarios de Garibaldi al servicio de la Casa de Saboya), pero en el Consistorio del 23 de Mayo de 1923, los cardenales Rafael Merry del Val, Tomasso Pio Boggiani, Gaetano de Lai, Pietro Gasparri y Louis Billot le persuadieron de la inconveniencia de tal decisión. De hecho, el cardenal Billot advirtió “La existencia de profundas diferencias en medio del episcopado mismo no pueden ser ocultadas... [Ellos] corren el riesgo de dar lugar a discusiones que serán prolongadas indefinidamente”, y que dicho concilio sería manipulado por los modernistas, quienes se preparaban para “producir la revolución en la Iglesia, un nuevo 1789”. El cardenal Boggiani indicó además el riesgo de que los padres conciliares infectos de modernismo introdujeran mociones abiertamente contrarias a la Tradición.
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