Los trapenses de la abadía de Nuestra Señora del Refugio (Maria Toevlucht) en Zundert (Países Bajos), cerca de la frontera belga, han pedido al Capítulo General de su orden que disuelva su monasterio.
El monasterio ha existido por 125 años, desde su fundación en 1899 por los monjes de la abadía de Nuestra Señora de los Jardines Reales en Tilburgo (fundada a su vez en 1881 por los monjes de Nuestra Señora del Monte de los Gatos en Godewaersvelde, en el Flandes francés), en previsión de la expulsión de los trapenses de Francia por las leyes anticlericales (de ahí su nombre de Nuestra Señora del Refugio), expulsión que nunca llegó a darse.
Bajo la gestión abacial de Dom Jeroen Witkam (gobernó entre 1967 y 2001), los monjes adoptaron el neerlandés como lengua litúrgica en 1975, y se eligieron los salmos de Ida Gerhardt y Marie van der Zeyde (que fue incorporada en la traducción bíblica de San Vilibrordo publicada ese año por la Fundación Bíblica Católica para sustituir la traducción de San Pedro Canisio) para los rezos litúrgicos. El año antetior, Witkam introdujo la meditación zen.
La comunidad perdió tres monjes en 2024. Los seis monjes restantes creen que ya no es posible llevar una vida monástica en este lugar: «Ahora todavía somos vitales y podemos contribuir activamente a la vida comunitaria en otro monasterio. La alternativa está languideciendo», dijo el abad Guido Van Belle a los medios locales.
Añadió que fue «una decisión muy dolorosa pero también inevitable»: «Nos convertimos en monjes para vivir una vida de oración, no para administrar edificios».
El Capítulo General de la orden se reunirá en septiembre de 2025. Los monjes esperan que la disolución de la abadía (y de la cervecería establecida en 2013) tenga lugar poco después.
>Introdujo la meditación zen
ResponderEliminarSabe que es curioso? Esto es parecido a lo que hacen los monjes focianos mal llamados ortodoxos, se concentran en el abdomen y en técnicas de respiración, creo que es un método para abrirse a posición demoníaca imo
Desconocemos sobre los griegos, así que arriesgándonos, parece que habla del hesicasmo donde, siguiendo al obispo y académico ortodoxo británico Calixto (nacido Timothy Richard) Ware, hay que distinguir cuatro acepciones y etapas, a saber:
Eliminar1.º Hesicasmo en cuanto ascetismo (es en ese contexto que la palabra ἡσυχασμός, que significa “quietud”, aparece en las hagiografías de Cirilo Escitopolitano y como sinónimo de anacoretismo –ἀναχώρησις, como se le llamaba en Egipto– en las Novelas de Justiniano);
2.º La práctica de la oración interior para alcanzar la unión del alma con Dios (el objeto último de la mística), como describen Evagrio Póntico, Juan Casiano y San Juan Clímaco;
3.º La práctica psicosomática introducida por el monje Nicéforo del Monte Athos en el siglo XIII, consistente en ejercicios de respiración e inclinar la cabeza hacia el pecho durante la oración interior; y
4.º La teología del monje (posterior arzobispo de Tesalónica Gregorio Palamás, basada en la distinción entre la esencia y las energías/operaciones/atributos de Dios, con la cual defendía la práctica anterior mencionada (distinción que contradice la unidad esencia-acto de Dios tal como se definió en el I Concilio de Nicea y como postula Santo Tomás de Aquino).
Es en la tercera etapa que algunos académicos (incluyendo Ware) ven la influencia del yoga en el monacato bizantino vía zikar (del árabe ذَكَرَ/adakar, cognado del hebreo זָכַר/zachár y del ugarítico 𐎏𐎋𐎗/ḏkr, “recordar, mencionar”), la meditación de los sufíes. Y la teología palamista que defendía esta práctica fue reivindicada como doctrina “ortodoxa” los griegos en el V Concilio de Constantinopla (que agrupa los concilios de Santa Sofía de 1341 y el de las Blanquernas de 1351), que condenó como hereje al monje Barlaam de Seminara (nacido Bernardo Massari) que rechazaba el hesicasmo calificándolo de una forma de escapismo (similar al bogomilismo de esa época y al quietismo de Miguel de Molinos –aunque Ware señala que, si bien son similares etimológicamente, el hesicasmo y el quietismo son diferentes histórica y teológicamente–) y lo llamaba onfaloscopía (ὀμφᾰλόσκέψῐς), literalmente “observar el ombligo”. Barlaam luego se convirtió al catolicismo, y fue maestro de griego de Francesco Petrarca y obispo de Gerace en Nápoles.
No acabo de entender la noticia. Si introdujeron la meditación zen, ¿qué puede ir mal?
ResponderEliminarDigamos que, en cuanto pasó la moda, acrecentó la competencia de los centros de meditación, y la biología hizo lo suyo con los “baby boomers” neerlandeses, empezaron los problemas… el modernismo, como la Revolución es un Saturno devorando a sus hijos.
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