“Catholic Charities”, ANTE LA CORTE SUPREMA DE ESTADOS UNIDOS

Traducción del Comentario de los Padres de TRADITIO.

   

¿“Catholic Charities” es realmente religiosa o (como la Organización Neoiglesiana en sí misma) realmente una organización política perpetrando un fraude a los neoiglesianos?

Ahora la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos tomará el caso.

Sea cual sea la decisión, “Catholic Charities” ha sido atrapada gastando fondos gubernamentales al encubrir invasores ilegales criminales.

  

Así como se desenmascaró a la Iglesia Novusordita para exponerla como una organización que instiga a los crímenes pedófilos por sus presbíteros y obispones, ahora la Corte Suprema de los Estados Unidos decidirá si la denominada “Catholic Charities” de Wisconsin es “suficientemente religiosa” para calificar como organización religiosa, o si está operando como organización política que encubre actividades ilegales. La decisión podría tener efectos amplios en el futuro de las engañosas “caridades” neoiglesianas.

   

Se oyeron argumentos orales el 31 de Marzo de 2025 para determinar si una organización neoiglesiana que posa como “religiosa” puede sin embargo ser hallada que no cumple los parámetros para ser “religiosa”. El caso llegó a la Corte Suprema por un caso de seguro de desempleo, pero en los meses recientes la organización neoiglesiana “Catholic Charities” ha estado bajo fuego al usar fondos gubernamentales para propósitos ilegales —ciertamente no “religiosos”—, a saber, el apoyo y mantenimiento de criminales ilegales que invaden el país [Parte de la información para este Comentario proviene del National Catholic Register].

   

Católicos tradicionales, no es sorprendente que la Iglesia Conciliar contrate a una firma legal neoconservadora, el grupo de abogados Fondo Becket para la Libertad Religiosa, para defender su caso. Los neoconservadores, esto es, los “conservadores” neoiglesianos, acaban apoyando la organización neoiglesiana e ignoran la criminal corrupción conciliar. Tales casos demuestran que, al final, los neoiglesianos “conservadores” son tan corruptos como sus contrapartes “progresistas”.