Ya el espectro religioso-ritualista de la iglesia montini-bergogliana muestra un imparable giro a la izquierda, y la "high church" (los "Ecclésia Dei", "tradi-modernistas" o "ralliés") no dan la cara ni en websites, ni en los blogs, ni en el Facebook.
La euforia porque Ratzinger les otorgó celebrar la Misa indultada de 1962 (que es una liturgia adulterada por el masón Bugnini), las congregaciones nacidas o convertidas a raíz del "Summórum Pontíficum" (como el Instituto del Buen Pastor en Francia, el Instituto San Felipe Neri en Alemania, o los de Campos en Brasil), el desdén hacia la Fraternidad San Pío X y las amenazas de arrojar al Infierno a los sedevacantistas, HAN SIDO TROCADAS EN LAMENTOS: Bergoglio subió al trono y se declaró modernista, prohibió (o puso más restricción) a la Indultada, muchas congregaciones tradicionalistas en la iglesia conciliar están en franca decadencia, el Sedevacantismo ha sobrevivido y se ha expandido hasta en países oficialmente ateos... Todo ello, hace pensar en la profecía de Isaías, cuando describe la caída de Lucifer a causa de su soberbia:
"¡Cómo has caído de los cielos, Lucifer, hijo de la Aurora! ¡Has sido abatido a tierra, dominador de las naciones! Tú habías dicho en tu corazón: «Al cielo voy a subir, por encima de las estrellas de Dios alzaré mi trono, y me sentaré en el Monte de la Reunión, en el extremo norte. Pondré mi trono sobre las nubes, seré semejante al Altísimo». ¡Ya!: al Infierno has sido precipitado, a lo más hondo del abismo". (Isaías XIV, 12-20)
"Lucifer caído" (Parque del Retiro, Madrid)
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