Novena impresa en Valladolid por la tipografía de Andrés Martín Sánchez en la década de 1890, con aprobación eclesiástica.
ADVERTENCIA GENERAL
ADVERTENCIA GENERAL
La verdadera devoción con los Santos consiste en la imitación de sus virtudes; para adquirir estas, en el grado que respectivamente corresponde al estado de cada uno, es necesaria la enmienda de la vida; y así la primera advertencia es, que cualquiera que desee hacer con fruto esta novena, procure en el primer día de ella confesar y comulgar con la mejor disposición que le sea posible, para que poniéndose por este medio en amistad y gracia de Dios, sean meritorias y satisfactorias las obras buenas que hiciere durante la novena, lo que no tendrían sin la circunstancia de estar hechas en gracia; y para que las peticiones sean más seguramente oídas y concedidas por Dios, siendo hechas en su amistad. Pero si el que empieza esta novena no siente en sí conciencia de pecado mortal, podrá hacer su confesión y comunión el primero o último día, o aquel que más bien le parezca y en que tenga mayor proporción.
Además de esto, será conveniente que en cada uno de los días de la novena, procure ejercitarse en alguna obra de virtud, especialmente de las que resplandecieron más en la Santa Mártir, para aprovechar por medio de este ejercicio en su imitación. Estas prácticas de virtud, para todos los días no se señalan en esta novena, por ser cosa difícil el ocurrir a las necesidades particulares con una distribución hecha por regla general: mejor es que esto se quede al arbitrio y prudencia del que hace la novena, o que acertado, tome por ejercicio para cada día aquellas obras de virtud mas proporcionadas para desarraigar sus vicios, vencer sus pasiones, principalmente la dominante y alcanzar la perfección propia de su estado. Será bueno leer todos los días al menos una parte de la vida de la Santa, que con este fin está puesta al principio, para más fácilmente encontrar la materia de imitación de sus virtudes. En común solo se puede decir, que será medio muy proporcionado para conseguir lo que se pide, y sacar provecho de la Novena, ayunar un día de ella; dar en otro alguna limosna; tener en otro un rato de oración, más de la ordinaria; mortificar en otros días las potencias y sentidos; etc.
Para alcanzar el fin que cada uno se propone en esta Novena, será muy importante recurrir a la intercesión y patrocinio de la Reina de los Ángeles María Santísima, nuestra piadosa Madre; porque todos los favores y beneficios que Dios hace a sus criaturas, pasan por la mano liberal de su Madre Santísima como expresamente lo dice el P. San Bernardo.
Los fines o motivos que se pueden tener en hacer la Novena, son: el adquirir una virtud especial por la mediación y ruegos de esta Santa Mártir, por ejemplo la castidad, la paciencia u otras, al vencer algún vicio, pasión o tentación; el librarse de alguna tribulación o enfermedad, con particularidad de los males de la vista; el acierto en la elección de estado, o en la elección de consorte para el del matrimonio; también se puede pedir en esta Novena, como en otras, algunos de los bienes temporales, en cuanto conducen para pasar santamente esta vida transitoria, y merece en ella la eterna; finalmente, se puede pedir en esta Novena el feliz éxito de un viaje, de una navegación, de cualquier pretensión, y se puede esperar el conseguir por ella el desempeño de cualquier empleo u oficio de importancia.
En cuanto al tiempo, se puede empezar nueve días antes de la fiesta de la Santa, para concluirla en su día; y se puede hacer siempre que concurran alguno o algunos de los motivos que se han apuntado, para hacer la Novena; tomando nueve días continuados o interpolados, según la proporción que se tenga; pues no es menester que si se interrumpe algún día, se vuelva a empezar de nuevo, sino suplir o continuar desde donde se dejó; porque no es el número de días al de palabras, lo que da eficacia a las oraciones, sino el espíritu, el fervor y perseverante devoción, con que se dirigen a Dios por medio de los Santos.
Además de esto, será conveniente que en cada uno de los días de la novena, procure ejercitarse en alguna obra de virtud, especialmente de las que resplandecieron más en la Santa Mártir, para aprovechar por medio de este ejercicio en su imitación. Estas prácticas de virtud, para todos los días no se señalan en esta novena, por ser cosa difícil el ocurrir a las necesidades particulares con una distribución hecha por regla general: mejor es que esto se quede al arbitrio y prudencia del que hace la novena, o que acertado, tome por ejercicio para cada día aquellas obras de virtud mas proporcionadas para desarraigar sus vicios, vencer sus pasiones, principalmente la dominante y alcanzar la perfección propia de su estado. Será bueno leer todos los días al menos una parte de la vida de la Santa, que con este fin está puesta al principio, para más fácilmente encontrar la materia de imitación de sus virtudes. En común solo se puede decir, que será medio muy proporcionado para conseguir lo que se pide, y sacar provecho de la Novena, ayunar un día de ella; dar en otro alguna limosna; tener en otro un rato de oración, más de la ordinaria; mortificar en otros días las potencias y sentidos; etc.
Para alcanzar el fin que cada uno se propone en esta Novena, será muy importante recurrir a la intercesión y patrocinio de la Reina de los Ángeles María Santísima, nuestra piadosa Madre; porque todos los favores y beneficios que Dios hace a sus criaturas, pasan por la mano liberal de su Madre Santísima como expresamente lo dice el P. San Bernardo.
Los fines o motivos que se pueden tener en hacer la Novena, son: el adquirir una virtud especial por la mediación y ruegos de esta Santa Mártir, por ejemplo la castidad, la paciencia u otras, al vencer algún vicio, pasión o tentación; el librarse de alguna tribulación o enfermedad, con particularidad de los males de la vista; el acierto en la elección de estado, o en la elección de consorte para el del matrimonio; también se puede pedir en esta Novena, como en otras, algunos de los bienes temporales, en cuanto conducen para pasar santamente esta vida transitoria, y merece en ella la eterna; finalmente, se puede pedir en esta Novena el feliz éxito de un viaje, de una navegación, de cualquier pretensión, y se puede esperar el conseguir por ella el desempeño de cualquier empleo u oficio de importancia.
En cuanto al tiempo, se puede empezar nueve días antes de la fiesta de la Santa, para concluirla en su día; y se puede hacer siempre que concurran alguno o algunos de los motivos que se han apuntado, para hacer la Novena; tomando nueve días continuados o interpolados, según la proporción que se tenga; pues no es menester que si se interrumpe algún día, se vuelva a empezar de nuevo, sino suplir o continuar desde donde se dejó; porque no es el número de días al de palabras, lo que da eficacia a las oraciones, sino el espíritu, el fervor y perseverante devoción, con que se dirigen a Dios por medio de los Santos.
Puesto
de rodillas delante del altar o imagen de Santa Lucía, se dará
principio con la señal de la Cruz, y levantando el corazón a Dios,
procurará alentar la confianza y avivar la fe; haciéndose presente con la
consideración a toda la Corte Celestial, y a la Reina de los Ángeles
nuestra especial abogada, en cuya presencia con humildad, dolor y
arrepentimiento, dirá el Acto de Contrición acostumbrado.
NOVENA EN HONOR A SANTA LUCÍA, VIRGEN Y MÁRTIR
Por la señal ✠ de la Santa Cruz, de nuestros ✠ enemigos, líbranos Señor ✠ Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
ACTO DE CONTRICIÓN
Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Criador y Redentor mío, por ser Vos quien sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de haberos ofendido: propongo firmemente de nunca más pecar, y de apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, y de confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta, y de restituir y satisfacer si algo debiere: ofrézcoos mi vida, obras y trabajos en satisfacción de todos mis pecados; y así como os lo suplico, así confío en vuestra bondad y misericordia infinita me los perdonaréis, por los merecimientos de vuestra preciosísima Sangre, Pasión y Muerte, y me daréis gracia para enmendarme y para perseverar en vuestro santo servicio hasta la muerte. Amén.
ORACIÓN PREPARATORIA
Gloriosa Santa Lucía, Virgen y Mártir de Jesucristo; si es para gloria de su Majestad divina, y para honra vuestra, que yo consiga lo que deseo y pido en esta Novena, alcanzadme esta gracia del Señor; y si no enderezad mi petición, y pedid para mí a Dios aquello que más me conviene para mayor gloria suya, vida, salud y provecho de mi alma. Amén.
DÍA PRIMERO - 4 DE DICIEMBRE
Dios y Señor de los Ángeles, a quienes encomendáis la guarda y protección de los hombres; yo os ofrezco los merecimientos de estos soberanos Espíritus, y los de vuestra sierva Santa Lucía, a la cual hicisteis la gracia de conservar en un cuerpo mortal la virginal pureza de los celestiales Espíritus; yo os suplico, que por intercesión de esta gloriosa Virgen, me concedáis la virtud de la castidad y pureza de alma, para serviros a imitación de los Ángeles, y el especial favor que te pido en esta Novena, a mayor honra y gloria vuestra. Amén. Padre Nuestro y Ave María.
ORACIÓN A SANTA LUCÍA PARA TODOS LOS DÍAS
Gloriosa Santa Lucía, virgen castísima y dechado de pureza, mártir ilustre, gloria de Sicilia, columna firme de la Iglesia cristiana, cuyos enemigos venciste derramando tu propia sangre, estableciste su fe con la valerosa confesión que hiciste de ella delante del tirano, y con los prodigios con los que Dios hizo glorioso tu martirio; universal protectora en tu vida, y después de tu dichosa muerte, de los que devota y confiadamente se encomiendan a tu intercesión, como lo experimentó tu propia madre Eutiquia, librándose por tus oraciones del flujo de sangre que padecía, y lo han experimentado en todos los tiempos tus devotos en todos sus males, y particularmente en los de la vista, de que eres especial Abogada; yo alabo y doy gracias al Señor por todos los privilegios, gracias y virtudes con que te ennobleció para que fueses digna esposa de mi Señor Jesucristo, templo y grata morada del Espíritu Santo; y te suplico afectuosa y rendidamente, que interpongas tus ruegos con el Señor, y me alcances de su clemencia y liberalidad, las virtudes necesarias para conseguir la perfección que corresponde a mi estado, una fe firme, una esperanza constante y una encendida caridad; verdadero arrepentimiento de mis pecados, luz y acierto para hacer una confesión bien hecha de todos ellos, y una eficaz resolución de mejorar mi vida; también confío librarme por tu intercesión de toda ceguedad, tanto corporal como espiritual, para que haciendo mientras me dure esta vida, obras dignas de la luz, merezca ver la luz de Dios en la vida eterna; igualmente espero conseguir la gracia especial que pido en esta Novena para honra tuya y mayor gloria de Dios, para siempre amarle y nunca más ofenderle. Amén.
Ahora, alentando cuanto se pudiere la confianza, con las palabras que a cada uno le dictare su afecto, le pedirá por medio de la Santa, el favor que en especial desea conseguir. Y luego para obligar más a Dios, pondrá por intercesora a la Reina de los Ángeles.
Ahora, alentando cuanto se pudiere la confianza, con las palabras que a cada uno le dictare su afecto, le pedirá por medio de la Santa, el favor que en especial desea conseguir. Y luego para obligar más a Dios, pondrá por intercesora a la Reina de los Ángeles.
ORACIÓN A NUESTRA SEÑORA
Soberana Reina de los cielos y Señora
de todos los nueve Coros, María Santísima, digna Madre de mi Señor
Jesucristo, templo vivo de la Divinidad y depósito de los tesoros de su
gracia, principio de nuestro remedio, restauradora de la universal ruina
del linaje humano, nuevo gozo de los Santos, gloria de las obras del
Altísimo, y único instrumento de su Omnipotencia; confiésote por Madre
dulcísima de misericordia, refugio de los miserables, amparo de los
pobres y consuelo de los afligidos; y todo lo que en Ti, por Ti y de Ti
confiesan los espíritus Angélicos y los Santos todo lo confieso; y lo
que en Ti y por Ti alaban a la Divinidad, y la glorifican, todo lo
alabo y glorifico, y por todo te bendigo, magnifico, confieso y creo; y
pues el poder Divino convida a todos los pobres desvalidos, ignorantes,
pecadores, grandes, pequeños, enfermos, flacos, y a todos los hijos de
Adán, de cualesquiera estados, condiciones y sexos, Prelados, Príncipes e
inferiores para que vengan por su remedio a su infinita y liberal
providencia, por medio de vuestra intercesión, porque sola Vos,
piadosísima Madre de los pecadores y Virgen purísima, de quien tomó
carne humana el Verbo, sois poderosa para solicitar nuestro remedio y
alcanzarle: por tanto, sagrada Reina de todas las Jerarquías, os pido y
suplico en nombre de todas ellas, nos alcancéis de vuestro querido Hijo
la exaltación de su santo Nombre en todas las cinco partes del mundo, la
salud espiritual de todas las almas, la extirpación de las herejías, la
ruina del soberbio príncipe de las tinieblas, la universal extensión de
la Santa Iglesia, y la paz y concordia entre los Príncipes cristianos,
para que todos alabemos el santo nombre de Jesucristo, a quien sea la
gloria por infinitos siglos de los siglos. Amén.
GOZOS EN HONOR A SANTA LUCÍA, VIRGEN Y MÁRTIR
Pues quien devoto confía
En vos, halla intercesora:
Sednos nuestra protectora,
Gloriosa Santa Lucía.
De nobles padres nacisteis
En Zaragoza de Sicilia,
Y a vuestra ilustre familia
Nuevo esmalte la añadiste;
En tu Oriente al mundo diste
Y al Cielo nueva alegría.
Sednos nuestra protectora,
Gloriosa Santa Lucía.
Tu eficaz mediación
Con Águeda, dio la vida
A tu madre, que afligida
Suplicó su intercesión;
La sanó vuestra oracion
Del flujo que padecía.
Sednos nuestra protectora,
Gloriosa Santa Lucía.
Si a un joven le diste enojos,
Que abrasaba impuro fuego,
Fue porque viéndolo ciego
Le diste tus propios ojos;
Del triunfo fueron despojos,
Que tu candor conseguía.
Sednos nuestra protectora,
Gloriosa Santa Lucía.
Del Cielo fue inspiración
Resolución tan briosa,
Con que salís victoriosa
Del fuego de su pasión;
En tan proclamada acción
Os lleváis la primacía.
Sednos nuestra protectora,
Gloriosa Santa Lucía.
De liberal blasonásteis
Dándole tus ojos bellos;
Si él se desojó por ellos,
Tú por él te desojaste:
Amor con amor pagaste,
Mas tu amor a otro quería.
Sednos nuestra protectora,
Gloriosa Santa Lucía.
Pascasio, Juez, te prendió,
Sabiendo que eras cristiana,
Y a la casa más profana
Que te llevasen mandó;
Por este medio pensó
Que tu candor mancharía.
Sednos nuestra protectora,
Gloriosa Santa Lucía.
Se desengañó, cuan loca
Su vana presunción era,
Cuando al juzgarte ligera;
Te halló que eras firme roca
Pues de donde tu pie toca,
Moverte en vano porfía.
Sednos nuestra protectora,
Gloriosa Santa Lucía.
Viendo que no os puede arrancar
Porque raíz es tu planta,
Manda en tu blanca garganta
Un cuchillo traspasar;
Que no podía faltar
Hierros a su tiranía.
Sednos nuestra protectora,
Gloriosa Santa Lucía.
Por eso, según receló
Vuestro esposo celestial,
Se os mostró tan liberal
Enviándoos el pan del Cielo;
Al tener cuchillo al cuello
Enviándoos el pan del Cielo;
Al tener cuchillo al cuello
Tal convite se seguía.
Sednos nuestra protectora,
Gloriosa Santa Lucía.
Sois de la vista abogada,
Admitid, pues, nuestros ruegos
Y a vuestros devotos ciegos
Dadnos vista mejorada;
En la gloria tan deseada
En la gloria tan deseada
Veros piden con fe pía.
Sednos nuestra protectora,
Gloriosa Santa Lucía.
Pues quien devoto confía
En vos, halla intercesora
Sednos nuestra protectora,
Gloriosa Santa Lucía.
Antífona:
¡Oh Lucía, Esposa de Jesucristo! eres columna firme: todo el pueblo
cristiano aguarda que recibas la corona de la vida.
℣. La gracia fue derramada en tus labios.
℟. Por esto Dios te bendijo para siempre.
ORACIÓN
Señor
Dios Salvador nuestro, escuchad benigno nuestras súplicas, para que así
como nos alegramos en la solemnidad de la bienaventurada Santa Lucía,
vuestra virgen y mártir, así también seamos encendidos con piadosos
afectos de devoción. Por nuestro Señor Jesucristo vuestro Hijo, que
contigo vive y reina en unidad del Espíritu Santo, por todos los siglos
de los siglos. Amén.
Bendito, alabado, ensalzado y
glorificado, y de todos muy amado sea el Santísimo Sacramento del altar,
y la Purísima Concepción de María Santísima, Madre de Dios y Señora
nuestra, concebida sin mancha de pecado original, desde el primer
instante de su ser natural. Amén Jesús.
En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
DÍA SEGUNDO - 5 DE DICIEMBRE
Por la señal...
Acto de Contrición y Oración Preparatoria.
Dios y Señor de los Arcángeles, a los cuales encomendáis los negocios gravísimos de vuestra gloria, y utilidad de los hombres, yo os ofrezco los merecimientos de estos diligentísimos espíritus, y los de vuestra sierva Santa Lucía, prontísima ejecutoria de vuestra voluntad, y muy diligente en todas las cosas tocantes al cumplimiento de vuestro santo servicio; y os suplico que por su intercesión me concedáis una caridad perfecta para amaros y serviros, a imitación de los santos Arcángeles, y el especial favor que pido en esta Novena, para mayor honra y gloria vuestra. Amén. Padre Nuestro y Ave María.
Las demás oraciones, los Gozos y la Oración, y la Jaculatoria se rezarán todos los días.
DÍA TERCERO - 6 DE DICIEMBRE
Por la señal...
Acto de Contrición y Oración Preparatoria.
Dios y Señor de los Principados, que por vuestro medio de los Ángeles y Arcángeles cuidan de la salud de los hombres, alumbrando, instruyendo y mandando; yo os ofrezco los merecimientos de estos celosísimos espíritus, y los de vuestra sierva santa Lucía, a quien comunicasteis vuestro espíritu principal para vencer a sus enemigos; y os suplico que por su intercesión me concedáis la victoria de los enemigos del alma, y el favor especial que pido en esta Novena, a mayor honra y gloria vuestra. Amén. Padre Nuestro y Ave María.
Las demás oraciones, los Gozos y la Oración, y la Jaculatoria se rezarán todos los días.
DÍA CUARTO - 7 DE DICIEMBRE
Por la señal...
Acto de Contrición y Oración Preparatoria.
Dios y Señor de las Potestades, que tienen especial poder para refrenar los demonios; yo os ofrezco los merecimientos de estos poderosísimos espíritus, y los de vuestra sierva Santa Lucía, a quien hicisteis participante de los privilegios de este coro celestial; y os suplico me concedáis una firme fe y segura confianza en vuestros auxilios para vencer a mis enemigos exteriores; y el favor particular que pido en esta Novena, a mayor honra y gloria vuestra. Amén. Padre Nuestro y Ave María.
DÍA QUINTO - 8 DE DICIEMBRE
Por la señal...
Acto de Contrición y Oración Preparatoria.
Dios y Señor de las Virtudes, por las cuales hacéis milagros y prodigios, propios de vuestro soberano poder; yo os ofrezco los merecimientos de estos prodigiosos espíritus, y los de vuestra sierva Santa Lucía, por cuyo medio obráis muchos milagros a favor de los que devotamente la invocan, y los obrasteis maravillosos en su gloriosos martirio; yo os suplico me concedáis por su intercesión las virtudes verdaderas para agradaros y serviros, particularmente la de la caridad con mis prójimos; y el favor especial que pido en esta Novena, a mayor honra y gloria vuestra. Amén. Padre Nuestro y Ave María.
Las demás oraciones, los Gozos y la Oración, y la Jaculatoria se rezarán todos los días.
DÍA SEXTO - 9 DE DICIEMBRE
Por la señal...
Acto de Contrición y Oración Preparatoria.
Dios
y Señor de las Dominaciones, que presiden a los espíritus inferiores, ministros de vuestra providencia, y ellos se sujetan a vuestra voluntad, prontos siempre para ejecutarla; yo os ofrezco los merecimientos de estos excelentes espíritus, y los de vuestra sierva Santa Lucía, a la cual comunicasteis el dominio sobre muchas de las criaturas; y os suplico que por su intercesión me concedáis el dominio de mis pasiones desordenadas, y el favor especial que pido en esta Novena, a mayor honra y gloria vuestra. Amén. Padre Nuestro y Ave María.
Las demás oraciones, los Gozos y la Oración, y la Jaculatoria se rezarán todos los días.
DÍA SÉPTIMO - 10 DE DICIEMBRE
Por la señal...
Acto de Contrición y Oración Preparatoria.
Dios y Señor de los Tronos, en que descansáis como en trono de vuestra gloria y asiento de vuestra majestad, yo os ofrezco los merecimientos de estos altísimos espíritus, y los de vuestra sierva Santa Lucía, que con humildad, castidad y perfecta oración, preparó su alma para que fuese digno trono y asiento de vuestra grandeza; y os suplico que por su intercesión adornéis mi alma con tan preciosas virtudes, y me concedáis el favor especial que pido en esta Novena, a mayor honra y gloria vuestra. Amén. Padre Nuestro y Ave María.
Las demás oraciones, los Gozos y la Oración, y la Jaculatoria se rezarán todos los días.
DÍA OCTAVO - 11 DE DICIEMBRE
Por la señal...
Acto de Contrición y Oración Preparatoria.
Dios y Señor de los Querubines, que están adornados de perfectísima sabiduría; yo os ofrezco los merecimientos de estos sapientísimos espíritus, y los de vuestra sierva Santa Lucía, a la cual llenasteis de la sabiduría del Cielo y Ciencia de los santos; y os suplico me concedáis un conocimiento claro de las cosas espirituales y divinas, con que yo me adelante en la ciencia de la salud, y juntamente el favor especial que pido en esta novena a mayor honra y gloria vuestra. Amén. Padre Nuestro y Ave María.
Las demás oraciones, los Gozos y la Oración, y la Jaculatoria se rezarán todos los días.
DÍA NOVENO - 12 DE DICIEMBRE
Por la señal...
Acto de Contrición y Oración Preparatoria.
Dios y Señor de los Serafines, que os aman con un amor ardientísimo, yo os ofrezco los merecimientos de estos abrazados espíritus, y los de vuestra sierva Santa Lucía, tan abrazada del sagrado fuego de vuestro amor, que dio su vida gustosa en el martirio, por manifestar su caridad con la mayor prueba de que ella señala el Evangelio; yo os suplico que por su intercesión me concedáis una abrazada caridad, que me haga desear padecer por vuestro amor, y la perseverancia final en vuestra gracia, juntamente el favor especial que pido en esta novena a mayor honra y gloria vuestra y provecho de mi alma, para siempre amaros y nunca más ofenderos. Amén. Padre Nuestro y Ave María.
Las demás oraciones, los Gozos y la Oración, y la Jaculatoria se rezarán todos los días.
La intercesión de Santa Lucía es milagrosa, para recuperar la vista.
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