-A MODO DE PRÓLOGO, LEER LA CARTA DEL PADRE BASILIO MÉRAMO, SOBRE LA VERDADERA RESISTENCIA CATÓLICA
Desde AMOR DE LA VERDAD (Imágenes y ampliaciones, de MILES CHRISTI)
Mons. Richard Williamson, ¿Tradicionalista sincero o agente acuerdista?
Vistos los últimos acontecimientos acaecidos en la FSSPX, y una vez confirmado oficialmente lo esperable, como la expulsión de Mons. Williamson, y el agrupamiento en torno suyo de los elementos más opuestos a un acuerdo con la Roma modernista, me ha parecido útil asomarme más de cerca a la figura de este peculiar obispo, y averiguar si es tan fiero el león como lo pintan. Sin ánimo de ser exhaustivo, los hechos son los siguientes:
Lo primero que salta a la vista es que el propio interesado ha tenido un cuidado extremo en esconder cualquier información referente a su nacimiento, padres, infancia y primeros años de vida adulta, por lo que nos encontramos con distintas versiones no necesariamente coincidentes:
Richard Nelson Williamson nace el 8 de Marzo de 1940, en un lugar indeterminado del Buckinghamshire, según unos, (quizás Beaconsfield), y en un igualmente imprecisable lugar de Londres, según otros.
Es hijo de un pastor anglicano del Hampshire, es decir, de uno de esos presuntos sacerdotes que hablan, visten y celebran como los sacerdotes católicos, pero cuya ordenación fue declarada inválida por el Papa León XIII a fines del S. XIX.
Según otras versiones, su padre habría sido un protestante escocés, jefe de compras en los famosos almacenes Mark and Spencer, que terminó su carrera frustrado por no haber obtenido el puesto que ambicionaba, por causa, al parecer, de su ascendencia Goyim.
Su madre, Helen, cuyo apellido de soltera no nos ha sido facilitado, debía de ser una real hembra, gobernadora absoluta de su casa, de fuerte carácter y firmes convicciones, además de pianista de cierto renombre. Tendrá dos hijos más, el uno empleado financiero en la City de Londres, mientras el último se construía una carrera cinematográfica en Nueva Zelanda.
Las afinidades religiosas de la madre son interesantes en la medida en que los grabará a fuego en la mente y el corazón de Richard y sus dos otros hijos:
Ésta era adepta del movimiento religioso conocido como “Christian Science”, basado en la protestante Sola Scriptura, que se caracterizaba por predicar que el pecado dejaba al pecador indemne de toda falta y responsabilidad, y que “una comprensión verdaderamente espiritual expulsaba al mal como algo irreal”. Esa “Salvación a través de la comprensión” no era otra cosa que el trasunto del gnóstico “Salvarse a través del Conocimiento”, reservado a una élite de elegidos.
El error intelectual no se curaba gracias a la lógica y al estudio, sino gracias a la oración y comprensión universal, más allá del principio de no-contradicción.
No faltaba ni siquiera la consideración de Dios como un ser andrógino, Padre y Madre al mismo tiempo, y por debajo, la cabalística afirmación de que en Dios coinciden los contrarios, blanco y negro, luz y oscuridad, error y verdad, Bien y Mal.
La secta “Ciencia cristiana” sostiene una interpretación esotérica del Evangelio y de la Salvación
Todo esto tan típico de las logias rosacruces tan importantes en el desarrollo del Imperio Británico desde el S. XVII.
No en vano, e importante para lo que luego diremos, la Christian Science ha sido definida como una especie de Hegelianismo bíblico, en que los contrarios son útiles para que se desarrolle el plan de la Sabiduría divina, sin importar las desgracias y pecados que ello ocasione, al fin y al cabo ilusorios e inexistentes, puesto que pertenecen al mundo de la materia.
Más interesante aún es considerar las conexiones que esa doctrina mantenía con influyentes sociedades secretas como la Round Table, fundada en 1890 por Cecil Rhodes con el fin de federar todos los pueblos anglófonos del mundo para que fueran capaces de asentar el dominio del Imperio Británico por siempre.
Para ello, éste último dotó de su propio (y enorme) peculio unas cotizadísimas bolsas de estudios en las Universidades de Oxford – Cambridge y Colleges afiliados.
Asociado con Lord Alfred Milner, y algo más tarde, con el clan Rothschild, y con la Christian Science como doctrina oficial, ha constituido uno de los principales vectores de influencia del Imperio anglo-americano hasta nuestros días.
Todo este conjunto de ideas esotérico-ocultistas no sólo entrarán el la vida de Richard a través de su madre, sino que se precisarán durante su escolaridad, nada menos que en el Winchester College, en el Hampshire, presunto lugar de pastoreo de su padre.
No es un colegio cualquiera, sino que es el más antiguo del país, con existencia ininterrumpida desde hace más de 600 años, modelo de Colleges tan elitistas y prestigiosos como el Eton College, o el King’s College, de Cambridge, por lo que la muy fiable Good Schools Guide no teme afirmar: “Se podría decir que Winchester College tiene la mejor tradición educativa de todas las escuelas de Inglaterra”.
Winchester College, el decano de las escuelas de Inglaterra
Como pueden suponer nuestros inteligentes lectores, esa clase de internados, en que se inventó la palabra snob, no es precisamente el sitio en que uno entra, no ya sin excelentes recomendaciones, sino además, careciendo de ascendientes familiares de cierto y reconocido pedigree, coronados por eminentes servicios a la causa del Imperio…
Para nosotros, pobres españoles pasados por la lobotomización prisoica, resulta realmente difícil darse cuenta de lo que supone una institución educativa de estas características, en que la palabra Tradición se hace carne, piedra y pergamino, y que va a marcar con el sello particular de la casa a sus formandos de manera inconcebiblemente profunda, y ello, para el resto de su vida.
Es allí donde la fuerza oculta que edificó y aun mantiene el Imperio Británico forma todos los aspectos de la personalidad de sus pupilos, hasta convertirlos en útiles y leales servidores de un proyecto viejo de cinco siglos. Particular importancia se da a la formación humanística, artística, y filosófica, pues como decía Winston Churchill, “el día en que los responsables del Imperio ya no sepan latín ni griego, éste habrá llegado a su fin”. Y sabía lo que decía…
Más sorprendente todavía para los deshistoriados españoles: La formación religiosa sigue siendo prioritaria, como lo evidencia la prominencia de su capilla.
Capilla del Winchester College
Ahí es donde el joven Richard asimilará una cierta visión de la vida que ya no le abandonará nunca más.
¿Será casualidad que a pocos centenares de metros de ese antiguo y venerable College se encuentra el Great Hall, único resto del castillo real de Winchester, en el que se conserva la tabla de madera pintada que representa desde el mismo Siglo de fundación del College la Round Table, la Mesa Redonda del Rey Arturo, inspiradora de la Sociedad secreta Round Table-Milner Group?
Representación de la Mesa Redonda del Rey Arturo en el Great Hall (lo que queda del Castillo de Winchester)
¿Y que justo al lado de la Mesa, se encuentre un curioso monumento de la Reina Victoria coronada y entronizada como Reina del Mundo?
Estatua de la Reina Victoria de Gran Bretaña (Great Hall, Winchester- Inglaterra)
Más tarde, nuestro héroe seguirá ampliando sus estudios con un grado en literatura inglesa, nada menos que en el Clare College de Cambridge, filial del Winchester, y situado justo al lado de la maravillosa capilla del King’s College.
El Clare College (a la izquierda del King's College), es una filial de la Universidad de Cambridge. Fue el álma máter de Richard Williamson
Cuando uno recuerda que esta Universidad fue junto con Oxford el centro neurálgico de reclutamiento y formación de los muy experimentados servicios de Inteligencia británicos, es poco creíble que nuestro Richard no haya colaborado, a sabiendas o no, con los inspiradores del Sr. Bond, tras haber recorrido un cursus tan definido, y haber demostrado indudables cualidades personales.
Pero si hacemos un poco más de memoria, recordaremos que ahí fue donde se formó una gigantesca red de topos que trabajaban para hacer caer al Imperio británico del lado de la Internacional comunista, Komintern. Pero había una gran diferencia: Así como la Komintern era una asociación exotérica, visible, y que actuaba por medios político-ideológicos igualmente reconocibles, su contraparte esotérica, la Homintern, actuaba por medios mucho más discretos, y por ende, infinitamente más peligrosos. Entre éstos, el cultivo de todo tipo de filosofías alternativas, esoterismo, magia ceremonial o sexual, satanismo, y una especial atención al clero de las diferentes iglesias cristianas.
Sus miembros se reclutaban básicamente entre aquellos que sentían un odio feroz por la civilización cristiana y su férreo e inmutable orden moral, y que se encontraban unidos entre ellos por unos lazos de fidelidad carnal-espiritual que la misma presión exterior volvía irrompibles. Era la Internacional Homosexual, de la que se sirvieron los espías comunistas para reclutar agentes que se infiltrarían en todas las instituciones, y las pudrirían y corromperían desde el interior, sin perdonar ni la Iglesia, ni la Casa Real.
Tenemos un señero ejemplo de lo exitoso del procedimiento si examinamos el proceso de fundación de ETA, nacida de una célula comunista desarrollada en el seno del seminario de Derio, en Bilbao, y cuyas costumbres sexuales vienen evidenciadas hasta por los nombres de guerra asumidos por sus miembros.
El grupo inicial de doce intelectuales a los que se conocerá como los “Apóstoles de Cambridge” será fundado por un George Tomlinson, que acabará, curiosamente, como obispo de Gibraltar. En el tiempo en que Richard estaba allí, el grupo copaba casi todo el Establishment, bien protegido por Lord Mountbatten, su principal patrón.
La sociedad secreta de los “Apóstoles de Cambridge” fue fundada por George Tomlinson, primer obispo anglicano de Gibraltar. Ellos fueron parte de la inteligencia militar británica, con el propósito de infiltrar a todas las denominaciones cristianas para construir la Religión ecuménica del Nuevo Orden Mundial Judeomasónico-anglo-comunista conciliar.
Cuesta creer que un joven tan prometedor no fuera aprovechado por los servicios de Su Majestad.
Una vez en posesión de su título, enseñará en Ghana, y el St. Paul School de Londres, en la que se ganará fama de profesor brillante y muy dado a actividades extra escolares.
Mientras, meditaba seriamente convertirse a la religión católica, bajo la influencia de un escritor sobre el que nos vamos a detener un momento:
Su gran mentor intelectual-espiritual desde los años 60 hasta su muerte fue el conocido escritor Malcolm Muggeridge, (24 de Marzo de 1903- 14 de Noviembre de 1990), periodista, satirista, locutor de radio, miembro del MI6, y por último, apologista cristiano.
Malcom Muggeridge, mentor y amigo de Richard Williamson (que sería guiado por aquél hacia el Catolicismo -a la secta vaticana, REALMENTE-)
Tan es así que Mons. Williamson pronunciará su oración fúnebre, un 1 de Diciembre 1990, en que recordará al gran escritor antimoderno que lo guiaría hasta el catolicismo, antes de convertirse él mismo, junto con su mujer Kitty.
Claro que, cuando examinamos el recorrido de Malcolm, nos encontramos otra vez con el King’s College de Cambridge, y con su capellán, el Rev. Alec Vidler, típico exponente de la mezcla entre el High Churchmen y el iniciado en las logias rosacruces que han constituido la fuerza conservadora del Imperio, que tanto apreciaba el Nuncio Roncalli en sus tiempos parisinos.
Volvemos a encontrar a Malcolm bañando en los secretos de las altas instancias mundialistas, casado con Kathleen Dobbs, sobrina de Beatrice Webb, autora que junto con su esposo Sydney, será una de las divulgadoras del marxismo, en su versión soft fabiana, que procurará introducir en Gran Bretaña por medio de uno de los primeros y más completos sistemas de Seguridad Social, lo que valió a los esposos ser enterrados en la abadía de Westminster, y haber sido recordados, por ejemplo, en el show inaugural de las últimas Olimpiadas de Londres.
Lo que se recuerda menos, es que
actuaron como auténticos espías para la Unión Soviética, y que siempre
pretendieron acelerar el ineludible triunfo del comunismo a través de
una penetración lenta, perseverante y progresiva de sus agentes en todos
los estamentos de la sociedad.
Sidney y Beatriz Webb fueron propagadores del sistema de Seguridad Social, buscando de este modo un avance lento y eficaz para el comunismo.
Esta penetración debía ser hecha según los principios de la Sociedad Fabiana, (de Fabius Cunctator), general romano que se especializó en vencer no combatiendo de frente, como los bolcheviques, sino siempre por medios ocultos y engañosos, ganando tiempo para cansar al adversario, (el temporizador), hasta que éste se rinde casi sin combatir. Uno de sus mejores realizaciones será la muy influyente London School of Economics, cuyas gloriosas enseñanzas estamos experimentando actualmente…
La Sociedad fabiana debe su nombre al general romano Quinto Fabio Máximo 'Cunctator' (el que retrasa), que durante la seguna Guerra Púnica empleó la táctica de la Guerra de desgaste para derrotar a Aníbal.
Sin olvidar que esa estructura exotérica venía gobernada por otra interna y esotérica de clara inspiración teosófica.
De ahí su escudo, un lobo revestido de piel de oveja…
El escudo de armas de la Sociedad fabiana es: “En campo de oro, un lobo rampante de sable revestido de piel de oveja, enarbolando una bandera de gules con las letras 'F' y 'S' en sable”. Representa la hipocresía y el mensaje de los falsos profetas en pos de establecer el comunismo.
Habiendo Muggeridge conocido gracias a los informes del matrimonio Webb los increíbles detalles de las hambrunas organizadas por Lenin y Stalin, éste cambió su postura política por otra conservadora, pero nunca cambió su visión sobre la necesidad de acompañar el futuro estado socialista mundial con un suplemento de alma y espiritualidad que debía hallar su fuente en una especie de amplia Iglesia ecuménica unificada, de tendencia conservadora y ritualista, como lo que él había conocido en Cambridge.
Durante la II Guerra Mundial, sus relaciones del Intelligence Service lo pusieron en relación con el Movimiento litúrgico belga que ya preparaba el Concilio Vaticano II, hacia el que adoptaría luego una actitud crítica, por haberse alejado de su matriz y modelo, la Alta Iglesia de Inglaterra.
Finalmente, se convertirá al nuevo catolicismo conciliar tan bien representado por una Madre Teresa de Calcuta que no pretendía convertir a nadie, y que él se encargó de hacer descubrir al público anglosajón.
Fue gracias a Muggeridge que la Madre Teresa de Calcuta fuera conocida y famosa para Inglaterra y Estados Unidos.
Todo ello nos indica que estamos en presencia de quien introdujo a Richard en los arcanos del sistema mundialista, en su aspecto primario y más importante, y también más desconocido: El religioso-espiritual. Ese sistema de dominación definitiva funciona de manera dialéctica, hegeliana, cabalística: Tesis, a la que se opone una antítesis, que se fundirán en una síntesis, y así una y otra vez, hasta que todas las resistencias a ese Nuevo Orden Mundial queden diluidas en un Leviatán mundial muy parecido a lo reflejado en las obras de esos grandes iniciados rosacruces llamados A. Huxley y G. Orwell, cuyas advertencias vemos cumplirse bajo nuestros mismos ojos.
Se trata de controlar todos los intervinientes que se oponen aparentemente, mientras se los lleva sin que lo sepan a una futura unión de contrarios, por ejemplo, la que se intentó entre la doctrina católica bimilenaria, y “las mejores conquistas de dos siglos de civilización liberal” (J. Ratzinger).
Se preparó al joven Richard para ser el muñidor de uno de los extremos oponentes a la nueva síntesis conciliar, con la misión de facilitar la incorporación del mayor número posible de sus adherentes, convenientemente reagrupados en la FSSPX, dentro de la Nueva Iglesia inaugurada por el Concilio Vaticano II.
Para ello, se había previsto una estrategia conocida como “la pinza”: Una de las mandíbulas estaría compuesta por un buen núcleo de infiltrados en la FSSPX, alumnos del filósofo hegeliano alemán Rainhart Lauth, y presidido por el teutón Padre Schmidberger, que tenía contactos directos con el futuro cardenal y papa Ratzinger. Estos debían hacer todo lo posible por neutralizar los esfuerzos de resistencia de la Fraternidad, sin parecerlo, evidentemente.
Pero como siempre iba a existir un núcleo de gentes menos engañables o comprables, era necesario organizar también una “leal oposición”, aparentemente opuesta a cualquier acuerdo con la Roma conciliar, pero minada por los mismos errores teológicos y estratégicos que su contraparte acuerdista, e igualmente controlada por algunos agentes de influencia.
Ese será el papel asignado al joven Williamson, que se destacó desde sus primeros tiempos en Ecône como federador de la facción más dura, y cuasi sedevacantista, sin salirse jamás del guión elaborado muchos años antes.
Una vez separados los dos anillos, y absorbido el más numeroso por la Roma conciliar, neutralizar el otro es un juego de niños, corrientemente practicado por los Servicios:
Ese joven tan brillante, prometedor y bien formado adoptó cada vez más un disfraz, aparentando ser un estrafalario inglés, capaz de salir con las afirmaciones más imprudentes o inoportunas, incontrolable e inclasificable, gran defensor de la Tradición y paladín de las esencias, un inofensivo y excéntrico prelado británico que sería sin embargo capaz de tomar la sucesión de Mons. Lefebvre si lo peor llegaba a ocurrir.
Lo mismo que Roncalli disfrazándose de inocente, apolítico e ingenuo párroco de pueblo, iba a conseguir por allí el envenenamiento intelectual y espiritual de los resistentes, sin que éstos se dieran siquiera cuenta.
Como veremos, los actos incoherentes de un excéntrico van a mostrarse de una coherencia absolutamente británica.
Empezando por su gestión del Seminario norteamericano de Ridgefield, Connecticut.
No por nada, desde sus días de seminarista, Richard se ganó fama de poco claro, reflejado en el mote que le pusieron: “Tricky Dickie” o “Tricky Richie”.
Su administración de los seminarios se caracterizaba por lo siguiente:
“Normalmente, antes de llegar, las disensiones producidas por las incoherencias doctrinales y prácticas de la Fraternidad se mantenían en un nivel aceptable, dentro de una convivencia pacífica y armoniosa. Era llegar él, y ver cómo rápidamente, las tensiones aumentaban hasta hacerse insostenibles, resolviéndose muchas veces con la salida o expulsión de muchos elementos valiosos y combativos, mientras se prefería a los “piadosos” que eran capaces de cambiar muchas veces de criterio a la primera insinuación de sus superiores.”
“El método del P. Williamson era el típico de un agente provocador: Primero grandes declaraciones excesivas destinadas a provocar fuertes reacciones de aprobación y oposición entre los seminaristas, para a continuación identificar los elementos menos maleables e irlos aislando y humillando hasta que ellos mismos se marchaban, o eran expulsados.”
“La Misa del P. Williamson era tan escandalosa, despachada sin el más mínimo respeto de las rúbricas, que procuraba no tener que asistir a ella.”
Por no hablar del sistema de auténtico espionaje que ponía en vigor en los seminarios de los que fue superior, en que una camarilla de favoritos eran encargados de espiar todos los hechos, dichos y omisiones de sus compañeros, con informes puntuales y circunstanciados mañana y tarde, haciendo reinar un auténtico ambiente de terror policíaco tan típico de la actual FSSPX.
Así ocurrirá en el seminario americano de la Fraternidad, en el que un grupo de 9 seminaristas empezó a cuestionarse seriamente algunas de las posiciones más problemáticas de su fundador, como el reconocimiento de unas autoridades evidentemente heréticas, y por ende, ilegítimas, mientras por otra parte se les resistía y desobedecía sistemáticamente; o la adopción de las primeras versiones bugninianas como liturgia oficial, o las crecientes dudas sobre la validez de las órdenes conferidas con el Ordinal del 18 de Junio de 1968, la aceptación de falsas anulaciones matrimoniales, sólo por apuntar algunas.
Williamson fue haciendo aumentar las tensiones, hasta que un 27 de Abril de 1983, el mismo Mons. Lefebvre, evidentemente aleccionado por los dos topos hegelianos Schmidberger y Williamson, rechazó con evasivas enfrentar esas cuestiones, y empezó un largo y doloroso proceso para hacerse con unas propiedades que los católicos americanos habían puesto a disposición de la Fraternidad con la condición de mantenerse fuera del alcance de la Roma modernista, condición que el arzobispo no parecía dispuesto a cumplir.
Franz Schmidberger fue uno de los agentes de división dentro de la FSSPX, y quien impuso el Misal adulterado de 1962 (que antecedió a la misa bastarda -Novus Ordo-).
Pasando sobre sus años presbiterales, vamos a fijarnos en su etapa episcopal, en que se irá revelando el auténtico Williamson:
Por ejemplo, su escudo episcopal, en que, como es sabido, el electo refleja su personalidad e intenciones. Como ven, el típico escudo rosacruz, en el que la rosa de la Sabiduría y Ciencia Místicas cubre, y domina la Cruz, formando ¡una RosaCruz!
El símbolo de los Rosacruz (aquí en el emblema del Caballero Rosacruz -18º Grado de la Masonería, Rito Escocés Antiguo y Aceptado-), representa la sabiduría esotérica rodeando y venciendo el Evangelio de la Cruz
Más: Esa rosa-pentáculo que parece doble, (con otra en el centro), es exactamente la misma que aparece en el escudo Tudor, reflejado en la Mesa Redonda iniciática de Winchester.
La Rosa Tudor era el emblema de la dinastía homónima. Luego pasó a ser un símbolo de la monarquía inglesa.
El emblema de la rosa Tudor en la Mesa Redonda de Winchester
Y para coronar el todo, un león gladífero, que todos los iniciados británicos reconocerán como el de Venecia en guerra, precisamente cuando la facción de los Giovini, sabiendo que la laguna ya no les ofrecía la protección de antaño, habían elegido a Inglaterra como nueva base de operaciones, desde la que edificaría el sistema esclavista-usurero anglo veneciano que aún nos domina.
Bandera de la antigua República de Venecia (el león con la espada representa para los ingleses la guerra por el dominio mundial, pisoteando incluso la Verdad de Salvación)
Lo más curioso del asunto, es el cambio sobrevenido en el escudo:
Primero, éste publicado por Fideliter en 1988. Fíjense en la escritura romana, y en la forma de la “rosa”.
Las armas episcopales de Mons. Williamson como eran originalmente. Nota que en esta versión la flor es de una forma distinta y el lema “Fidélis Inveniátur” está escrito en letras romanas.
Comparen con el que figura a continuación, con escritura gótica y rosa Tudor pentacular, publicado en 1990.
Armas episcopales contemporáneas de Mons. Williamson. Ahora la flor se convierte en rosa, y las letras son ya góticas.
Ahora, fíjense en este escudo: Es el del MI 5, la casa de James Bond, los espías fundados por el satanista John Dee, en tiempos de la pérfida y anticatólica Isabel.
Cuando uno recuerda que el simbolismo de la rosa sobre la cruz, significa que es el sello del silencio de aniquilación sobre la obra de la Redención, que se hace eficaz en primer lugar a través de los Sacramentos, frutos de la Cruz, tal vez ciertas cosas empiecen a tener sentido…Las dos rosas del MI 5 combinadas en un solo escudo, ¿Curioso no?
Sobre todo cuando sabemos que son especialistas en jugar con las dobles interpretaciones.
“Fidélis inveniátur”, sea hallado fiel, pero… ¿A quién? That is the question.
Cuesta creer que con esos sulfurosos antecedentes, Mons. Lefebvre haya cometido la grave imprudencia de ordenarlo sacerdote, tras un tiempo de seminario excepcionalmente breve, y más aún, de haber promovido al episcopado a un antiguo hereje, cosa que los cánones prohíben, exigiendo para ello una dispensa especial que Mons. Lefebvre no podía otorgar.
Mons. Lefebvre, en su intento de garantizar la supervivencia de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X, acabó cometiendo un gran error: consagrar a Williamson como obispo (siendo que desde “Cum ex Apostolatus Officio”, se prohíbe la consagración de antiguos herejes como obispos).
Creo que ya es más que hora de que nos asomemos a la obra de saboteador que en el terreno doctrinal ha realizado Mons. Williamson en su años de episcopado, con perseverancia digna de mejor causa. Brevemente:
- Negación de la infalibilidad del Magisterio ordinario del Papa, o del Magisterio Ordinario Universal, con la excusa de las famosas e inexistentes “condiciones”.
- Negación del Papa como Regla próxima de la Fe, sustituido por la regla remota, es decir, la Tradición.
- Negación de la infalibilidad del Papa en su aprobación de los ritos litúrgicos, pudiendo un Papa, según él, aprobar un rito “intrínsecamente nocivo” e incluso gravemente herético, además de inválido.
- Afirmar que una definición dogmática puede ser buena en sí, pero mala per áccidens.
- Esas definiciones serían debidas únicamente al enfriamiento de la caridad…
Además, el supuesto contrarrevolucionario incorruptible es el que hizo apología del Motu Propio-trampa, ya que rebajaba al Rito Romano auténtico, de ser la liturgia todavía oficial de la Iglesia Romana, a ser una simple “Forma extraordinaria, es decir, excepcional u museística, mientras el engendro bugniniano era ascendido oficialmente a Forma oficial ordinaria, y por ende, obligatoria, del Rito Romano.
Es también el mismo “duro” el que agradece a Benedicto XVI el levantamiento de unas excomuniones, absolutamente inválidas, pero que él acepta como válidas, condenándose a sí mismo.
También es el mismo conservador de las esencias, el que describe a Ratzinger como un hombre sincero, amante de la Tradición católica de la Baviera de su infancia, pero con una mente liberal que le impide advertir las contradicciones entre esa Tradición y los errores conciliares. Por esa razón, Williamson pretende que sólo sería un hereje material, y que esa situación le permitiría seguir siendo Papa, a pesar de predicar la herejía, y favorecerla por todos los medios. Es lo que algunos han llamado “mentevacantismo”.
Pero cuando nuestro personaje riza el rizo, es con su afirmación de que el Papa es Soberano de dos Iglesias contrapuestas: Es Papa de la nueva iglesia conciliar, pero también de lo que queda de la antigua Iglesia Católica. Si esto no se parece a la fusión de contrarios de los cabalistas, que venga Dios y lo vea.
Está claro que W. hace todo lo que debe un buen quintacolumnista para mantener a todos los fieles aún católicos en las manos de la iglesia conciliar, bajo apariencias precisamente contrarias, por medio de declaraciones altisonantes, pero vacías y de ningún crédito.
Como si esto no fuera suficiente, el interfecto se ha señalado últimamente por su apoyo a una falsa mística italiana, María Valtorta, previamente condenada por el Santo Oficio por los graves errores doctrinales y morales inclusos en sus libros.
María Valtorta fue condenada por el Santo Oficio a causa de que sus “revelaciones” estaban en contra de la Doctrina y la Moral Católica. ¡Aún la misma iglesia conciliar rechaza sus pretensas visiones!
El iluminismo de Mons. Fellay y sus Cruzadas del Rosario trucadas se ve ampliamente correspondido por el iluminismo de un Mons. Williamson, capaz de dar crédito público a cualquier falsa aparición que pueda favorecer su agenda.
Bernard Fellay, superior general de la FSSPX, e inspirador de las Cruzadas del Rosario por la Consagración de Rusia (¡PERO DICHA CONSAGRACIÓN SE REALIZÓ EN 1952!)
Vista la seguridad doctrinal de nuestro biografiado, nos costará menos entender por qué se va a convertir en uno de los principales actores en la obra de ocultamiento de uno de los más graves problemas de nuestro tiempo: La desaparición de los sacramentos válidos, obturación de las principales fuentes de esa Gracia que hace nacer y crecer a los cristianos, a la vez que impide el dominio del demonio sobre nuestro mundo.
Bien decía el rosacruz Martín Lutero que el principal objetivo a alcanzar si querían ver desaparecer la Iglesia Católica era destruir la Misa: “Cuando hayamos aniquilado la Misa, habremos aniquilado el Papado en su totalidad. Porque es sobre la Misa, como sobre una Roca que el Papado se apoya con sus monasterios, sus altares, sus ministros y sus doctrinas. Todo esto caerá cuando su sacrílega Misa hay sido reducida a polvo”.
Martín Lutero propuso la destrucción del Santo Sacrificio de la Misa como el primer paso para la destrucción de la Iglesia Católica. ¿No es eso mismo lo que ocurre 450 años después por el Vaticano II y la misa del Novus Ordo?
El sello que Lutero usó en sus escritos (como su escudo de armas personal), representa la filosofía rosacrucista: Infiltrar la Iglesia y destruirla.
Y es el mismo Lutero el que confiesa que esas palabras provenían directamente del diablo, mientras estaba refugiado en el castillo de Wartburg.
Pero decía a continuación: “Sin embargo, para conseguir este fin con éxito y sin peligro, será necesario conservar algunas ceremonias de la Misa antigua para los de mente débil, quienes se escandalizarían con un cambio más rápido”.
Toda la historia de la Iglesia de Inglaterra va a ser una ilustración de esa advertencia. Va a ser un gran laboratorio en que pudo experimentarse cómo desustanciar, protestantizar, cabalizar, desobrenaturalizar y despojar de sus verdaderos poderes sobrenaturales a la Iglesia, manteniendo al mismo una apariencia católica y respetable, cosa que no había logrado el protestantismo clásico, luterano, calvinista o puritano.
El anglicanismo tiene muchos de los elementos de la Iglesia Católica (ceremonias, piedad, clero y heráldica...), con el fin de atraer incautos hacia el protestantismo.
Cuando esas experiencias llegaron a plena maduración, a fines del S. XIX, la siguiente fase debía comenzar: Transformar a la Iglesia de Roma según el patrón de lo experimentado en Inglaterra.
Primero se intentó con la “Corporate reunion”, en que toda la Iglesia de Inglaterra en bloque se habría reunido con la de Roma, manteniendo sus peculiaridades. Lo malo es que entre éstas, se encontraban también un ritual de ordenación de sacerdotes y de consagración de obispos radicalmente inválido, porque se había extirpado de ellos cualquier referencia a la Misa como sacrificio expiatorio a favor de vivos y de difuntos.
El Papa León XIII acabó declarando definitiva e infaliblemente en Apostólicæ Curæ la nulidad total de sus órdenes, y por consiguiente, de casi todos los sacramentos conferidos por tales clergymen.
León XIII, conocedor de los peligros que representa la secta anglicana, y profetizando que ésta se infiltraría ¡HASTA EN LA RESISTENCIA CATÓLICA!, declaró que los sacramentos administrados por sacerdotes anglicanos ERAN NULOS Y SIN EFECTO.
Si ese proyecto hubiera tenido éxito, se habría seguido para la Iglesia católica una espantosa confusión en donde ya no habríamos sabido quién estaba válidamente ordenado, y quien no.
Volvieron a intentarlo después del Concilio, con motivo de la reforma general de la liturgia imperada por aquél, y esta vez tuvieron éxito. Por la Constitución Pontificális Románi del 18 de Junio de 1968, impusieron a toda la Iglesia un nuevo ordinal radicalmente alterado, y absolutamente incapaz de hacer verdaderos sacerdotes y obispos, a tenor de las normas de León XIII, por defecto objetivo en el mismo rito.
Mientras los tradicionalistas se fijaban en la Misa Nueva, también inválida y herética, pocos se fijaron en que su fuente, el sacerdocio, había sido herida de muerte, poniendo a la iglesia conciliar en la misma situación que la anglicana. Como decía el sabio, se fijaron en las manzanas del suelo, sin darse cuenta de que estaban aserrando el manzano.
Varios fueron los que desde los años 70-80 han ido dando la voz de alarma ante ese gravísimo problema, del que el mismo Mons. Lefebvre era consciente, hasta que el dúo infiltrado Schmidberger-Williamson lo convencieron asegurándole que la forma nueva y perfectamente inválida del nuevo rito era en verdad una fórmula oriental antiquísima aún en uso en algunas iglesias como las de los sirios o maronitas.
Desgraciadamente para ellos, el comité de estudios Rore Sanctifica empezó desde los años 2000 a publicar estudios sistemáticos que refutaban totalmente esa mentira caracterizada y ponían en relieve la actuación de las logias masónicas rosa-cruces británicas en la subversión de la Iglesia Católica desde el S. XVI.
Casualidad, casualidad, será Mons. Williamson el que intentará cerrar la boca y las mentes de los miembros de la FSSPX con una verdadera campaña de terrorismo intelectual y presiones de todo tipo, impidiéndoles conocer esas investigaciones, y encargando a los dominicos de Avrillé, en su prestigiosa revista “Le sel de la terre”, una refutación en regla de las afirmaciones de Rore. Éstos arruinaron completamente su crédito con una refutación donde no se sabe si sobresale más la ineptitud o la mala fe.
No mejor suerte corrió el estudio publicado por el P. Calderón Robello, profesor del Seminario argentino de La Reja, del que casualmente era superior el mismo Mons. Williamson.
Antes de ostentar la alergia anti-apocalíptica que denunciara en su momento el Padre Basilio Méramo, ya el P. Álvaro Martín Calderón Robellose despachó a buscarle legitimidad al Vaticano II en su libro “Lámpara bajo el celemín”.
Por no hablar de la obrita publicada por el P. Celier, bien conocido infiltrado que se benefició de la protección constante de Mons. Williamson, hasta cuando publicó una auténtica propeudéutica ocultista llamada “El dios mortal”.
Grégoire Celier, falso tradicionalista
Como decía antes, el incoherente prelado demostraba una coherencia absoluta cuando se trataba de proteger a la nueva iglesia conciliar en los dos “secretos” que ésta más teme ver descubiertos ante el gran público:
Dos tipos de poderes son los que constituyen toda jerarquía legítima: Un poder de Orden, sacramental, sobre el alma de los fieles y las cosas sagradas, a través de las cuales se comunica la Gracia que salva, sana, eleva, santifica y glorifica al ser humano y lo protege de los ataques de Mundo, Demonio y Carne.
Y otro, el poder de jurisdicción, que se recibe por colación de la autoridad superior, en último término, el Papa.
Lo último que les interesa a los prelados conciliares actuales es que sus fieles comprendan que no sólo no tienen ningún poder de jurisdicción sobre ellos, por haber salido de la Iglesia hace decenios, sino que además, tampoco tienen poder de Orden, por haber sido ordenados con un ordinal infalible y voluntariamente inválido.
Una vez desenmascarados como lo que son, unos puros laicos (en parte), usurpadores de la autoridad apostólica y del nombre de católicos, se acaba el chollo, y se verían expulsados de las iglesias que llevan saqueando y vandalizando desde hace decenios.
Y ya que llegamos a la cumbre de la infamia, todavía nos queda referirnos a un tema harto espinoso, pero absolutamente necesario para entender ciertos sucesos eclesiásticos.
Además de proteger a todo tipo de subversivos, parecería que Mons. Lefebvre también protegía a otro tipo de corruptores, los sexuales.
Por ejemplo, un cierto Padre Urritigoity, originario de Mendoza (Argentina), fue denunciado ya en 1987 por el superior del seminario de La Reja, el P. Morello, y recibiendo la especial protección del superior de distrito, el futuro Mons. De Galarreta, por presiones de la familia Calderón Robello.
Éste organizó el traslado del denunciado al seminario de Winona, en Estados Unidos, cuyo superior era… ¡Mons. Williamson!
Carlos Urrutigoity (el de la casulla gótica), fue un sacerdote homosexual que en sus tiempos de seminarista fue protegido por el hoy obispo Alfonso de Galarreta (que lo envió a Estados Unidos para protegerlo).
Su antiguo superior, el P. Morello, dirigió entonces a Mons. Williamson un informe canónico donde ponía en evidencia las graves desviaciones sexuales del encausado, junto con algún que otro ataque e intento de seducción homosexual perfectamente comprobado y documentado. A la vista de las pruebas, pedía encarecidamente al obispo británico que no ordenara a tal sujeto.
El Padre (hoy Monseñor) Andrés Morello, que fuera director del Seminario de la FSSPX en La Reja (Argentina), denunció a Carlos Urrutigoity por inmoralidad sexual. Pero en recompensa por su denuncia, lo expulsaron en 1989 de la Fraternidad acusado de ser sedevacantista (Recordar que la FSSPX reconoce al falso obispo de Roma en forma tácita como Papa).
No sólo fue ordenado por el mismo W., en 1989, sino que el expulsado fue precisamente el denunciante, bajo acusaciones, por supuesto, de sedevacantismo.
Como era de esperar, el mismo amigo de W. y entonces superior de la Fraternidad, P. Schmidberger, fue el que se encargó de tranquilizar al resto de su organización, que había logrado enterarse de este vergonzoso asunto.
No bastando con ello, el mismo Williamson promovió al P. Urritigoity a puestos de influencia y responsabilidad, como los de profesor de Dogma, Latín y Música Sacra, desde los que pudo con toda tranquilidad seguir perpetrando sus fechorías, sin que su superior pudiese alegar desconocimiento, conocido como es por enterarse y llevar registro escrito de TODO lo que ocurría en el seminario.
Sólo en 1997, cuando el escándalo empezó a amenazarlo personalmente, se resignó a separarse de ese sacerdote talentuoso pero un tanto orgulloso, según sus palabras, y aún transcurrieron dos años hasta que por fin, Mons. Fellay denunciaba oficialmente el comportamiento criminal del favorito del británico.
Ya en 2001, el P. Urritigoity, que entre medias había ingresado en la peculiar Sociedad de San Juan, era citado ante los tribunales por el Doctor Bond, superior de la escuela San Justino, bajo el cuidado de la citada congregación, y testigo de las reprobables acciones del susodicho.
Carlos Urrutigoity (el que habla sosteniendo el micrófono), huyendo de las acusaciones de homosexualismo y apostasía que le formulara el Padre Andrés Morello (hoy Obispo de la Compañía de Jesús y María), se vinculó a la Sociedad de San Juan en la iglesia conciliar.
Pueden alegar que el mejor escribiente echa un borrón, y que se trata de un fallo aislado, pero será poco creíble si consideramos que en el mismo año 2001, fue el P, Ensey, sucesor del P. Urritigoity como director espiritual, el que se vió encausado por asaltos homosexuales a sus dirigidos.
Máxime cuando los abusos perpetrados por tales monstruos no parecen haber sido únicamente de naturaleza sexual, sino que eran vectores de un modernismo litúrgico, doctrinal y espiritual tan escandaloso que muchos seminaristas tuvieron que abandonar, asqueados ante las complacencias del obispo que todos aclamaban como ciudadela de la ortodoxia.
Por ejemplo:
- “Odiaba el Santísimo Sacramento. Incitaba a sus dirigidos a evitar la Bendición con el Santísimo, y a que los que no pudieran evitarla se quedasen sentados.”
- “Despreciaba las estatuas, por lo que organizó una campaña para retirarlas del seminario y sustituirlas por iconos, tanto en el mismo seminario como en varias capillas de Estados Unidos.”
- “Había formado a sus sacerdotes para que presidieran una especie de 'Comida de Seder' (Cena pascual judía) la víspera de su primera Misa.”
- “Inducía a los seminaristas a que se bañaran desnudos en sus excursiones fuera del seminario”
Cuando hemos visto la importancia que la homosexualidad ha tenido en la formación de redes subversivas dentro del clero católico de los dos últimos siglos, no menos que en su infiltración por todo tipo de agentes, entre los cuales los británicos se han revelado los más hábiles, es difícil no sospechar del Graduado de Cambridge…
Ahorraré a los lectores las descripciones más explícitas de los ataques a los que se entregaban esos individuos, perfectamente documentados ante la misma justicia norteamericana.
Finalmente, y ante un cierto número de casos coincidentes, me pregunto si no habría que investigar la posible existencia de una conexión vasca-argentina-británica, cosa nada extraña si recordamos las tramas subversivas que desde el S. XIX se han dirigido contra la América católica, real y española, primero, y contra las españolísimas y muy católicas Vascongadas, después, siempre bajo patrocinio británico, según confesó el inventor del nacionalismo paganizante vasco, y de su bandera, Sabino Arana.
Sabino Arana (el mal llamado “fundador de Euskadi-País Vasco”), era en realidad un agente británico para destruir la Iglesia Católica y el Reino de España (como Inglaterra usara también a los mal llamados “próceres de la Independencia” para acabar con Hispanoamérica).
Como han podido comprobar, el obispo Williamson, tras haber debilitado y corrompido el anillo de los acuerdistas, y haber engañado a sus integrantes acerca de los verdaderos compromisos estratégicos en medio de los que se halla la FSSPX, va a especializarse a partir de ahora en desactivar y reducir a la muerte civil a los integrantes del anillo de los reacios al acuerdo.
Primero los mantendrá en las mismas posiciones anticatólicas antes aludidas, gran debilidad de la FSSPX, como se puede comprobar, por ejemplo, en la serie de posts que le dedicó el Padre Iraburu hace unos cuantos meses. Sobre todo, que nunca jamás se plantee de manera seria y rigurosa una posible vacancia de la Santa Sede, y de las demás cátedras episcopales católicas.
Menos aún, por supuesto, plantear el tema capital de la invalidez de las órdenes sacerdotales y episcopales conciliares.
Pero sí enredarlos en una espiral de espiritualidad insana, aparicionismo, falsos mensajes y videntes, e incluso un cierto profetismo apocalíptico de raíces indudablemente cabalísticas.
En cuanto a su influencia social, ¿Qué se puede esperar de unas personas, sin duda recomendables por sí mismas, pero a quien van a colgar el infamante sambenito de Nazi, integrista, negacionista, ultratradicionalista, locos, etc… que no sólo los convertirá en muertos civiles, sino que podría fácilmente abrirles las puertas de la cárcel, sin que nadie se atreva a tomar su defensa?
Asociadas con tan sulfuroso personaje, están anuladas antes mismo de haber empezado a construir cualquier estructura organizativa, desde cero, sin bienes, ni casi fieles que los sigan.
Y encima, habrán constituido un absceso de succión, adonde podrán ser enviados todos los que se opongan a la política de ralliement a la Roma modernista, perseverantemente perseguido por el jefe del primer anillo, Mons.Fellay, gobernado por su eminencia gris, el P. Schmidberger, convecino y condiscipulo del Papa Ratzinger, a quien visita regularmente…
Ya es hora de que los católicos españoles empiecen a ensanchar sus horizontes, estudiando las tácticas de subversión utilizadas por el enemigo desde hace cinco siglos, ellos que han olvidado quién es ese enemigo contra el que lucharon sus antepasados.
Alegoría de la España Católica venciendo al dragón de la Herejía.
Triunfo de la Inmaculada Concepción sobre la herejía.
Retrato de la satánica Isabel I de Inglaterra con una serpiente en su mano -el símbolo de la ciencia satánica- (la serpiente fue descubierta poco después de una restauración del cuadro).
Otro retrato de Isabel I de Inglaterra, llamado “del Arco iris”: Esta vez, la serpiente sosteniendo la manzana del pecado original aparece en la manga del vestido. Y la falda está plagada de ojos de Lucifer.
Triunfo de la Inmaculada Concepción sobre la herejía.
Retrato de la satánica Isabel I de Inglaterra con una serpiente en su mano -el símbolo de la ciencia satánica- (la serpiente fue descubierta poco después de una restauración del cuadro).
Otro retrato de Isabel I de Inglaterra, llamado “del Arco iris”: Esta vez, la serpiente sosteniendo la manzana del pecado original aparece en la manga del vestido. Y la falda está plagada de ojos de Lucifer.
Robert Filmore.
25 de Octubre de 2012
Bueno… ¿Qué puedo decir? ¿Por dónde empiezo?
ResponderEliminarEn primer lugar, es cierto que un hijo, no tiene por qué ser igual ni pensar igual a sus padres (yo por ejemplo…).
En segundo lugar, uno puede equivocarse mucho en el pasado y luego arrepentirse…
En tercer lugar, la rosa Tudor no es lo mismo que la rosa Rosacruz; recordemos a María Tudor, la reina católica que combatió contra el anglicanismo de su padre…Ella mandó a quemar en la hoguera a cientos de brujas anglicanas. La rosa es un símbolo también de los jacobitas, los legitimistas ingleses; el problema con Inglaterra es que ese país no es la verdadera “Inglaterra”…por decirlo de alguna manera, no es la Inglaterra del Rey Arturo, Ricardo Corazón de León, Shakespeare, María Tudor…Es la falsa Inglaterra anglicana-masónica y degenerada de Enrique VIII, Isabel I, y los Hannover (“Windsor” como se hacen llamar, para ocultar que son alemanes).
En cuarto lugar, y más importante; ¿será qué fue un “error” inocente de Monseñor Lefebvre haber consagrado a Williamson? Mmmm…No, no lo creo. Obviamente, NO defiendo más a Monseñor Williamson, no estoy de acuerdo con él y creo que es un farsante, pero no por su pasado, sino por sus frutos actuales…
Desde que me volví sedevacantista, me he ido dando cuenta de cosas que antes ni me enteraba, y lo cierto es que Lefebvre nunca tomó una posición firme. NO confío para nada en la FSSPX, porque su actitud ha sido cismática y a la vez conciliarista. Están con la Iglesia Conciliar del CV2 para lo que les conviene, pero en caso contrario, no.
El sedevacantismo fue anterior al pseudo-tradicionalismo de la FSSPX, como lo demuestra el mismo blog de Apostolado Caballero de la Inmaculada: http://caballerodelainmaculada.blogspot.com/2009/11/historia-del-sedevacantismo-el-abbe-de.html
Yo no confío más ni en Williamson, ni en Lefebvre; son todos unos engañadores.
Y tampoco confío en Méramo (si bien, tiene sermones muy buenos), un hereje, que apoya obstinadamente el “bautismo de deseo” y la “ignorancia invencible”.
Tampoco sigo a la CMRI; los sacerdotes de esa organización han caído en la misma herejía que Méramo. Veo que lamentablemente los de la supuesta “resistencia” (la Falsa Resistencia: falsos contrarrevolucionarios, falsos reaccionarios, falsos conservadores, falsos tradicionalistas…), más allá de que se pasen peleando entre ellos (porque eso es lo que hacen), TODOS coinciden en apoyar cosas como estas:
1- Bautismo de deseo.
2- Bautismo de sangre.
3- Ignorancia invencible.
4- Y algunos la PNF (planificación natural familiar).
Por eso, yo no confío en ellos, porque son unos herejes mentirosos, que defienden lo mismo que la Iglesia falsa del Vaticano II.
Por cierto, he aquí la carta, que han enviado los de la Verdadera Resistencia Católica a Monseñor Squetino: http://elcruzado.org/wp-content/uploads/2013/06/respuesta-al-mons-jose-squetino.pdf
ResponderEliminarLos de la Verdadera Resistencia Católica, como creo que usted sí pertenece a ella, y que en verdad sí que hemos sido duramente perseguidos por el mundo moderno…
Bueno, espero no importunarlo y que esté de acuerdo conmigo con este comentario, que quizás sea un poco fuerte, pero es la verdad y lo digo por caridad; ya que estoy harto (no lo digo por usted sino por otros ciertos blogueros...) de tantos mentirosos que andan apoyando a gentuza (perdón por la expresión) que no se merecen el más mínimo apoyo, ya que ellos escupen encima del Evangelio que nos enseñó Jesucristo.
Hay que guiarse por lo que dice la Biblia y el Magisterio de la Iglesia; nada más. No como esos innovadores, que se hacen los “tradicionalistas” (sólo por seguir las formas externas) pero por dentro siguen apoyando a la Iglesia Conciliar del CV2.
Y sí, veo que Williamson sigue siendo un protestante, pero también son protestantes Méramo, Squetino, Cekada y sus seguidores, que prefieren seguir innovaciones falibles (y tergiversaciones de cosas que dijeron los Santos y Doctores), en lugar del Magisterio infalible de la Iglesia.
También es muy cierto eso de que el anglicanismo se disfraza de católico, pero no lo es; sólo en lo externo…Asimismo, ése es el caso de la FSSPX o de la CMRI (o similares); son “católicos” por fuera, pero por dentro, son tan protestantes como Lutero…(o a veces incluso más).
Saludos en Cristo y María.
PS: Interesante lo que dice el artículo sobre la conexión de Williamson con el traidor Sabino Arana.
Aprecio mucho tu comentario. Coincido en lo que manifiestas de que uno no puede ser juzgado sino por sus hechos.
ResponderEliminarEl artículo (que no es de mi autoría), con todo y las imprecisiones que contiene, muestra la amenaza de la Albión pérfida para la Hispanidad Católica.
Con respecto de la rosa Tudor (y añado el León de San Marcos), no es demeritar personas. María Tudor, los Estuardo católicos (Carlos II, Jacobo II y sus sucesores dinásticos hasta Francisco de Baviera -heredero legitimista-), mucho menos contra Venecia, la sede de San Pío X. Pero sabes que con los símbolos ya dichos, ocurrió lo mismo que con los signos de la Iglesia: fueron usurpados.
También condeno esas cuatro herejías:
1- Bautismo de deseo.
2- Bautismo de sangre.
3- Ignorancia invencible.
4- Y algunos la PNF (planificación natural familiar).
Con todo, algunas cosas de esos señores pueden ser útiles para la Resistencia: "Examinadlo todo, retened lo bueno" (I Tesalonicenses V, 21).
Se me olvidó: Te recomiendo también este artículo sobre el traidor Arana y la nación bastarda: http://wwwmileschristi.blogspot.com/2010/10/sobre-el-independentismo-etarra-vasco.html
ResponderEliminarPor que dice que son herejías el Bautismo de deseo, de sangre, ignorancia invencible? a que se refiere con PNF?
ResponderEliminarEstimado, sobre la teoría de los Bautismos de deseo y de sangre, y la ignorancia invencible, si no es herética, al menos no representa opinión cierta teológica; y conduce a inadmitir la necesidad absoluta del Sacramento del Bautismo, y el mandato bíblico y magisterial de recibirle para pertenecer a la Iglesia y tener el carácter que distingue a los cristianos de los que no lo son (tanto así que, según la tradición recogida por San Eutimio Abad y San Alberto Magno, y las revelaciones a Sor María de Jesús Agreda en Mística Ciudad de Dios, número 981, la Virgen también recibió el Sacramento del Bautismo). Además, la ignorancia invencible, que tal vez exima de responsabilidad en el derecho de los hombres, no ayuda mucho ante el Juicio de Dios (menos ahora, que el Evangelio es conocido en todo el orbe y de tan distintas formas), porque quien anhele la Fe Católica, Dios de uno u otro modo le instruirá y le guiará para recibir el bautismo.
ResponderEliminarY sobre la PNF, entre paréntesis está su significado, mas para satisfacer vuestro inquirimiento, es un método de control de la natalidad, que al igual que los anticonceptivos, es condenado por la Sagrada Escritura y el Magisterio legítimo. ¿Se imagina vuestra merced si, de haberse seguido tan mal proceder, hubiesen ocurrido las apariciones de Nuestra Señora de Fátima (Ella se apareció a Lucía dos Santos y sus primos Francisco y Jacinta Marto (los tres fueron los últimos de una familia numerosa)?
Interesante comentario sobre el Supuesto Sacerdote Carlos Urrutigoity,es verdad que el mismo odiaba las imagenes y la facinaban los iconos...ejemplo es la decoracion de los iconos de la Iglesia del Espiritu Santo de Ciudad del Este, el actual Obispo Mons Guillermo Steckeling suprimio la Comunidades Sacerdotales de San Juan,comentario aparte nosotros calculamos que dentro de algun tiempo este personaje va reaparecer como Obispo de una supuesta Comunidad de Rito Oriental. Un Abrazo desde Ciudad del Este. Viva Cristo Rey!!!!
ResponderEliminarInteresante comentario sobre el supuesto sacerdote Carlos Urrutigoity es verdad que odiaba las imagenes, tanto es que retiro todas de la Iglesia del Espiritu Santo de Ciudad del Este,y las sustituyo con iconos similares a las de una Iglesia Ortodoxa. En la Actualidad se comenta que sigue por Mendoza en Argentina y el Obispo de Ciudad del Este Mons Guillermo Steckling suprimio la Comunidades Sacerdotales de San Juan donde este personaje era el Superior. Viva Cristo Rey!!! desde Ciudad del Este...
ResponderEliminarArtículo digno de "Foro católico". Indudablemente este blog hace parte de la campaña de difamación contra la Fraternidad Sacerdotal San Pío X, bastión de la tradición católica.
ResponderEliminarSinceramente, y como responsable de un blog que defiende el apostolado de la Fraternidad, llegué hasta aquí atraído por la posibilidad de conocer antecedentes del obispo Richard Williamson, ya que al enemigo hay que conocerlo. Me voy francamente decepcionado. El artículo carece de verosimilitud, ya que hace muchas inferencias de meras suposiciones. No obstante, proporciona algunas referencias históricas que pueden ser de interés.
Vine para saber de un enemigo... y encontré otro.
Don Ermindo, si hay estas especulaciones sobre Williamson, es porque precisamente sólo se puede obtener inferencias ante la falta de información más fiable. Él mismo es un interrogante encarnado. Y si bien nos tratas de enemigos porque somos sedevacantistas, al menos algo nos distingue de la cueva de paranoicos y viscerales que es “Foro Católico” (o mejor, “Foro Caótico”): NUNCA encontrarás aquí crítica a Mons. Lefebvre ni su rol en la Resistencia Católica. Muy al contrario, nos han atacado por exonerarle de tantas calumnias que han levantado en su contra.
EliminarAparte, si la Fraternidad está difamada hoy día es por la dirigencia tiránica actual de Bernard Fellay y su indefinición frente al Vaticano II y su dirigente. Mons. Lefebvre en sus últimos años de vida era afín al sedevacantismo que tanto condenáis. ¿Por qué no os decidís? O el Remanente Católico, o una capilla en el templo deuterovaticano.