Traducción del sermón escrito por Mons. Patrick Pérez, publicado en TRADITION IN ACTION. Se aclara que Karol Wojtyła (en arte “Juan Pablo II”), como hereje que fue, NUNCA FUE PAPA CATÓLICO VÁLIDO NI LEGÍTIMO, y la “canonización” de Faustina Kowalska NO TIENE VALOR ALGUNO.
Queridos fieles, hoy quiero dedicar unas pocas palabras sobre la devoción de la Divina Misericordia. Recibo muchas preguntas sobre esta materia todos los años, y ahora quiero darles una dirección sobre el particular. Como referencia estoy usando un informe de la revista Ángelus (Junio de 2010). Esta investigación fue hecha por el P. Peter Scott. Partiendo de que él ha provisto mucho de lo que necesito para el sermón, ‘me quito el bonete’ ante el P. Scott.
La devoción de la Divina Misericordia fue relanzada por Juan Pablo II [Karol Wojtyła]. Durante su largo pontificado, él definió un día de fiesta en honor de esta devoción. Durante su homilía en la canonización de Sor Faustina, en Abril 30 de 2000, declaró que en adelante, el segundo domingo de Pascua se llamaría Domingo de la Divina Misericordia.
La fiesta de la Divina Misericordia fue instaurada por Wojtyła tras canonizar a Sor Faustina en 2000.
Consecuentemente, cada año en el Domingo siguiente a la Pascua, que es llamado El Pequeño Domingo –en Latín es llamado Domingo de Blanco, Domínica in Albis–, me hacen esta pregunta, “Padre, ¿por qué nosotros no celebramos el Domingo de la Divina Misericordia?”.
Ahora, la respuesta fácil sería, “No lo celebramos porque no está en el calendario tradicional”. Pero, entonces, la fiesta de Padre Pío (23 de Septiembre) tampoco está en el calendario tradicional, pero nosotros la celebramos. Nosotros procedemos como lo indica el Común de la Misa, que seguimos al honrar a santos recientemente canonizados. De manera que, la pregunta retorna: ¿Por qué nosotros no celebramos el Domingo de la Divina Misericordia?
Padre Pío, uno de los santos más venerados por la Resistencia, no aparece en el Calendario Litúrgico tradicional.
He analizado las oraciones de la devoción de la Divina Misericordia y no les he encontrado ningún error. Pero hay algo equivocado en lo que rodea esta nueva devoción.
Tengo conocimiento de que hay personas, posiblemente algunos de los aquí presentes, que han recibido favores por hacer la devoción de la Divina Misericordia. Ello no significa necesariamente que esta devoción viene del Cielo.
Recordemos: Dios siempre escucha nuestras oraciones. Siempre recibirás alguna gracia por tus oraciones. Por ejemplo, imagina que vas de peregrinación a la tumba de algún santo. Haces el peregrinaje y piensas que te arrodillarás ante la tumba correcta para venerar a ese santo. Sin embargo, imagina que no fue sepultado en ese cementerio, pero sí en alguna iglesia cercana. A pesar de esto, Dios te concede favores por tu esfuerzo y tu deseo de honrarle a Él y hacer reparación por tus pecados.
Quien ora con fe, y se esfuerza por ser agradable a Dios, recibe las bendiciones que la Divina Majestad considera para su santificación.
Tú hiciste el peregrinaje; no te irás sin la gracia. Dios no asume una actitud de “Bueno, tú estás en la tumba equivocada. Lo siento, viajaste 6.000 millas (10.000 kilómetros) para nada y no recibirás nada”. No, Dios siempre responderá tus oraciones. Así, por favor, recuérdalo cuando oigas a la gente diciendo: “Bien, he recibido favores de esta devoción”. Esto no significa en sí mismo que esta devoción viene del Cielo. Ciertamente, todas las mercedes vienen del Cielo. Pero quizás, esta devoción no.
CONDENAS A LA DEVOCIÓN
¿Qué está mal en la devoción de la Divina Misericordia?
Primero, cuando esta devoción fue analizada por Pío XII, él no estaba preocupado con las oraciones de la devoción, pero sí con las circunstancias de las autoproclamadas apariciones a Sor Faustina y su contenido. Esto es, le preocupaba lo que supuestamente Nuestro Señor le dijo a Sor Faustina y cuánto de ésto se hizo público.
La devoción de la Divina Misericordia se basa en los supuestos mensajes de “Jesús” a Sor Faustina Kowalska (compatriota de Wojtyła), entre 1931 y 1938.
Entonces, Pío XII, ubicó esta devoción, incluyendo las apariciones y escritos de Sor Faustina en el Index Librorum Prohibitorum (Índice de Libros Prohibidos). Esta lista no existe más, desde que fue abolida oficialmente por Pablo VI el 14 de Junio de 1966. Por una parte, es desafortunado que no exista. Pero por otro lado, si esta lista todavía existiera hoy, sería tan extensa que ocuparía toda una sala. Prácticamente, todo cuanto se escribe hoy, tendría algo que pudiera ser contrario a la Fe Católica.
El Índice de Libros Prohibidos era un catálogo que señalaba qué literatura (profana o religiosa) era contraria a la Fe Católica. (Portada del Índice para las Españas e Indias, impreso en Sevilla en el año 1682).
Así, Pío XII puso los escritos de Sor Faustina en el Índice de Libros Prohibidos. Significa que él consideró que su contenido podía conducir a los Católicos en la dirección incorrecta.
Pío XII consideró la obra de Sor Faustina como algo contrario a la Fe Católica, por causa de las “apariciones” y mensajes que ella recibió.
Luego, vinieron otras prohibiciones hechas por Juan XXIII. Dos veces en su pontificado, el Santo Oficio condenó en sendas oportunidades los escritos de la Divina Misericordia.
Hoy el Santo Oficio es llamado Congregación para la Doctrina de la Fe. Pero antes se llamaba el Santo Oficio de la Inquisición. Su nombre ha cambiado por varios años.
El Santo Oficio de la Inquisición (hoy llamado Congregación para la Doctrina de la Fe), era el órgano eclesial encargado de preservar la pureza de la Ortodoxia y la transmisión del Dogma de la Fe.
Esta oficina –bajo el control directo del Papa– era responsable de mantener la pureza de la Doctrina y, consecuentemente, vigilar la diseminación de los documentos en la Iglesia.
Si el Papa quería corregir a los fieles sobre un punto particular, usualmente lo hacía por medio del Santo Oficio. De este modo, las proclamaciones, declaraciones y documentos provenientes del Santo Oficio podían verse como provenientes del Papa mismo.
No fue una vez, sino dos veces durante Juan XXIII, que esta devoción en particular fue condenada por el Santo Oficio. La primera condena vino en una reunión general realizada el 19 de Noviembre de 1958. La declaración del Santo Oficio presentó tres conclusiones sobre esta devoción:
- No hay evidencia del origen sobrenatural de estas revelaciones. Esto significa que los miembros del Santo Oficio analizaron el contenido y decidieron que no había nada que indicara que dichas apariciones eran sobrenaturales. En una aparición auténtica (por ejemplo, Nuestra Señora de Lourdes o Nuestra Señora de Fátima), puedes mirar el contenido y afirmar que puede no haber dicho nada definitivamente de que sean de origen divino, pero hay suficiente evidencia para decir que es posible que lo sean. Contrario sensu, en las apariciones de la Divina Misericordia, ellos dijeron que definitivamente no hay evidencia fehaciente de que éstas sean sobrenaturales. En pocas palabras, “No pensamos que estas apariciones vengan de Dios”.
- No se debe instituir la fiesta de la Divina Misericordia. ¿Por qué? Porque si se basa en apariciones que no vienen de Dios, entonces podría ser apresurado y temerario instituir en la Iglesia una fiesta basada en una falsa aparición.
- Está prohibido difundir imágenes y escritos dedicados a propagar esta devoción bajo la forma descrita por Sor Faustina. Aún, está prohibido presentar públicamente la imagen de Nuestro Señor con la advocación de la Divina Misericordia.
De la devoción de la Divina Misericordia según Sor Faustina, el Santo Oficio prohibió hacer referencia durante 30 años. De Juan Pablo II Wojtyła, que liberó a los dos primeros, ahora se difunde su imagen. ¿HASTA CUÁNDO?
Quizá todos ustedes hayan visto esta imagen, aunque sea de paso, y quizá la conozcan y la distingan. Muestra una extraña imagen de Jesús que me causa desasosiego. Realmente no puedo decirles por qué. No me gusta. No me gusta la cara, ni los gestos, ni la postura, no me gusta para nada. Esa fue mi primera impresión ante esta imagen. No la quiero cerca por eso (a falta de un mejor término), me asusta el verla.
La imagen tiene rayos multicolores, pienso que son como rojos, blancos y azules, y vienen de la región del pecho –no del corazón–. Todos ustedes la han visto. Bueno, esa es la imagen de la que se prohibió su publicación o su propagación.
Esta fue la primera imagen (pintada por Eugeniusz Kazimirowski) en la que Sor Faustina dijo ver a Jesús como “de la Divina Misericordia” (aunque lo que inspira es miedo). Imagen que fue censurada por el Santo Oficio en 1958 y en 1959 (al igual que la recensión de Adolf Hyła y demás versiones posteriores).
El 6 de Marzo de 1959, el Santo Oficio presentó un segundo decreto por orden de Juan XXIII. Una vez más, prohibió la difusión de las imágenes de la Divina Misericordia y los escritos de Sor Faustina que propagaran esta devoción. También dispuso que los Obispos decidieran qué medidas serán necesarias para remover las imágenes que ya habían sido dispuestas para la veneración pública.
Aún, el mismo Juan XXIII Roncalli condenó la devoción a la Divina Misericordia. Y ordenó que en las diócesis se eliminaran las imágenes que estuvieran para la veneración pública.
No necesito ahondar mucho sobre esas declaraciones. Dos Papas alertaron fuertemente a los fieles sobre el peligro que entraña esa devoción. Pío XII la puso en el Índice; Juan XXIII emitió dos condenas por medio del Santo Oficio sobre el peligro espiritual que esta devoción conlleva a los fieles. Sobre esto, basta lo ya dicho.
PRINCIPAL ERROR: SE PRESENTA UNA MISERICORDIA INCONDICIONAL
Permítanme hacer una comparación:
Consideremos la verdadera imagen de Cristo, Nuestro Salvador. Probablemente, la más segura representación de Él y la más rica simbólicamente, después del Crucificado, es la imagen del Sagrado Corazón, porque la imagen de Nuestro Señor con el Sagrado Corazón representa toda la Teología de la Redención.
El Sagrado Corazón de Jesús contiene todo el Misterio de la Redención. Además, se distinguen el Halo de Su divinidad y el Corazón (y la mano derecha -claramente llagada- dando una bendición).
Traspasaron sus Manos, sus Pies y su Sagrado Corazón; la Corona de espinas rodea su Corazón, que arde de amor por los hombres. Este es el precio que Él Pagó, el Sacrificio que hizo por nuestra Redención. Él se ofrece a Sí mismo por el ardiente amor hacia nosotros, pese al hecho de que nosotros somos creaturas ingratas y rebeldes hacia nuestro Creador. Pensemos en ello. Él nos creó y Le clavamos en la Cruz aún pensando que Él era Dios e inocente de toda culpa. De esta forma, el Sagrado Corazón representa todo esto.
En las imágenes del Sagrado Corazón, Él apunta a esta fuente simbólica de su amor y misericordia para nosotros. Las devociones al Sagrado Corazón siempre suponen la reparación por nuestros pecados. Somos pecadores, debemos hacer reparación. A pesar de la promesa de Nuestro Señor y el hecho de que Él pagó un precio infinito para nuestra Redención, nosotros debemos hacer reparación. Deberíamos hacer siempre penitencia por causa de nuestros pecados y hacer varias resoluciones para reparación.
La devoción al Sagrado Corazón de Jesús implica un sentido de reparación por los pecados (que fue la causa por la que Nuestro Señor fue crucificado).
Ahora, consideren la imagen de Nuestro Señor representando la Divina Misericordia. Esta es una imitación del Sagrado Corazón (pero sin el corazón). Si analizan con atención, ustedes notarán que en la imagen no hay corazón. Sólo unos simples rayos que salen de algún punto en medio de Su pecho. Esto simboliza el error de la devoción de la Divina Misericordia. Predica que podemos esperar una misericordia incondicional sin ninguna contraprestación, sin ningún precio, sin ninguna obligación. Ese no es el mensaje de Cristo.
La imagen de la Divina Misericordia (imitación conciliar del Sagrado Corazón), NO TIENE CORAZÓN. Saluda en ademán de decir “HOLA”, sin Llagas ni nada que recuerde la Pasión.
Cristo es misericordioso. Vez tras vez, Su misericordia perdona nuestros repetidos pecados en el Sacramento de la Penitencia (la Confesión), siempre nos devuelve el estado de Gracia sin tener en cuenta qué tan graves son nuestros pecados. ¿Y qué sucede en el Sacramento de la Confesión? El mismo nombre del Sacramento nos presenta lo que sucede: se requiere la Penitencia para la eficacia del Sacramento. En el Saramento no sólo reconoces tu plena sumisión a la Iglesia y tu dependencia de los Sacramentos para obtener el perdón, pero debes salir del confesionario con una penitencia impuesta.
La Confesión conlleva la Penitencia (o Satisfacción de obra), como elemento necesario para su eficacia.
Tal vez recuerdes desde este púlpito que no sólo debes cumplir plenamente esa penitencia (la que te impone el confesor); debes hacer continuamente penitencia, tu propia penitencia. No es sólo hacer una parte del Rosario y decir: “Bien, ya cumplí mi penitencia. Ahora, seguiré alegremente mi camino”. Debes tener siempre el espíritu de penitencia por tus pecados pasados; y debes vivir con ese espíritu.
El error central de la Divina Misericordia es que promete muchas recompensas espirituales sin requerir penitencia de ninguna clase, sin necesidad de reparación, ni cualquiera otra condición.
Una de las promesas de la devoción de la Divina Misericordia dice: “Por medio de esta imagen colmaré a las almas con muchas gracias, por eso, que cada alma tenga acceso a ella”. Pero, ¿cómo podemos merecer sin conversión?
Desafortunadamente, esto corresponde muchísimo con lo que Juan Pablo II en su encíclica Dives in misericordia. Yo no le recomendaría leer esto a ninguno de ustedes, excepto a los que estén más preparados, porque en ella hay cosas muy desorientadoras. En ella resuena esta misericordia sin precio, dones del Cielo sin requisitos, Misericordia de Dios sin mencionar ninguna clase de penitencia o reparación de pecados.
Wojtyła propagó y apoyó la devoción tres veces prohibida. Rehabilitó a Sor Faustina e instituyó la Fiesta de la Divina Misericordia.
Anticipándose a esa encíclica de Juan Pablo II, en 1978, el prímerísimo año de su pontificado, se puso a mover la canonización de Sor Faustina y la institución de la fiesta del Domingo de la Divina Misericordia. Como dije anteriormente, tanto los escritos de Sor Faustina y la idea de instituir la Fiesta de la Divina Misericordia habían sido prohibidos y condenados por dos Papas.
PRESUNCIÓN EN LOS ESCRITOS DE SOR FAUSTINA
Los escritos de la monja polaca Sor Faustina sobre sí misma, pubicados en Inglés en 2007, presentan una actitud que da motivos para preocuparse. La obra contiene 640 páginas y transcribe supuestas apariciones y mensajes frecuentes de Nuestro Señor.
Este tratado de directrices supuestamente provenientes de Nuestro Señor a Sor Faustina tiene algunas cosas que para un pensamiento correcto Católico, son difíciles de aceptar, por decir lo mínimo. Lo ejemplificaré con unas pocas citas de sus escritos.
El 2 de Octubre de 1936, ella declara que el “Señor Jesús” se le apareció y le dijo: “Ahora, sé que no me amas por las Gracias ni por los dones, sino porque mi Voluntad te es más querida que la vida. Por eso Me uno a ti tan estrechamente como a ninguna otra criatura”. (La Divina Misericordia en mi alma, el diario de Sor Faustina, Stockbridge, Massachusets: Prensa Mariana, 1987, p. 288)
¡DIOS MÍO! ¿CUÁNDO SE VIO TANTA JACTANCIOSIDAD? En el Diario de sor Faustina. “Jesús” llega a llamarla: “Amada perla de mi Corazón”, “Tu amor es más puro que el de los ángeles” “Por tu causa bendigo al mundo”
¿Cómo podemos creer que Nuestro Señor está unido más estrechamente con Sor Faustina que con la Santísima Virgen María? En primera instancia, podríamos leerlo y decir: “Oh, es hermoso”. Pero más tarde, preguntamos “Espera un poco ¿Nuestro Señor está unido más estrechamente con Sor Faustina que ninguna otra criatura? Nuestra Señora, Inmaculada desde la Concepción, pero también criatura de Dios, fue creada por Él como el resto de nosotros, excepto en la posición elevadísima que Ella ostenta por haber sido preservada del Pecado Original desde el primer instante”.
La única criatura en plena comunión con Jesús desde la eternidad es LA VIRGEN MARÍA. Las otras criaturas, reciben a Jesús por medio de María.
¿Y ahora ellos esperan que creamos que Nuestro Señor le dijo a Sor Faustina que Él está unido a ella mucho más que nadie, aún más que la Santísima Virgen María, y ciertamente más que todos los santos? Esta afirmación peca de soberbia en sí misma, destruyendo la teoría de que ésta proviene del Cielo.
Este tipo de presunción aparece en muchos otros lugares de su obra.
Supuestamente, Nuestro Señor se dirigió a ella el 23 de Mayo de 1937, con estas palabras: “Perla amada de mi Corazón”. Me parece que esto es pura zalamería. Miren cómo le habla Nuestra Señora a Sor Lucía o a Santa Bernarda Soubirous. No les dice “perla amada de mi Corazón”. Es imposible imaginarse a Nuestro Señor con un lenguaje tan empalagoso. Nuestro Señor es Cristo Rey, Creador del universo, y Dominador de todo lo que en él contiene. A nadie se le dirige Él como “perla amada de mi Corazón”.
A ningún vidente, la Virgen nunca los ha llamado “Perla amada de mi Corazón”, SINO “Hijo mío”, o “Sierva mía”. ¿Y qué se le deja a Cristo? ¿O a Yahveh Dios?
Déjenme continuar. Entonces dice: “Veo que tu amor es tan puro; más puro que el de los Ángeles, y aún más porque perseveras en la lucha. Por tu causa, Yo bendigo al mundo”. (ibid., p. 400) Primero que todo, excepción hecha de la Santísima Virgen María, nosotros no somos preservados del pecado original, por lo tanto, no somos capaces de un amor más puro que los Ángeles.
Aparte, lo de bendecir al mundo, puede ser lindo. Si nosotros tuviéramos un verdadero santo en el mundo, entonces Nuestro Señor nos concedería bendiciones por ese santo. Por tanto, mi objección no va por esta vía.
Mi objeción es que esta revelación fue en 1937; y el mundo estaba en los albores de la II Guerra Mundial, de la que Sor Lucía había sido advertida por Nuestra Señora en Fátima: Si Rusia no era consagrada, y el hombre no se convertía, entonces un gran desastre sobrevendría a la humanidad por su mal proceder y por sus pecados.
Sor Faustina anunció una era de paz y bendición. Pero lo que hubo fue una gran guerra. Polonia fue el primer país en sucumbir ante las armas nazis. (Entrada del III Ejército Alemán en Varsovia, 17 de Septiembre de 1939)
En ese momento, veríamos que el desastre iba a descender del Cielo, pero Nuestro Señor le dijo a Sor Faustina que “Por tu causa, Yo voy a bendecir al mundo”. ¿Acaso fue la II Guerra Mundial una bendición para el mundo? Dado que su nativa Polonia no pudo salir ilesa de la invasión alemana, no se vería como que Él bendijera el mundo.
Otro ejemplo: Sor Faustina reclama que Nuestro Señor le dijo que ella sería exenta del Juicio, de todo Juicio –el Juicio particular y el Juicio Universal–. El 4 de Febrero de 1935, ella dijo escuchar esta voz en su alma: “Desde hoy no tengas miedo del Juicio de Dios, ya que no serás juzgada” (ibid., p. 168).
Ahora, nadie excepto la Santísima Virgen, según entiendo, está libre del Juicio particular ni del Universal. Santo Tomás de Aquino, según un relato piadoso, tuvo que arrodillarse en el Purgatorio antes de ir al Cielo. No sé sobre esto, pero es una lección para nosotros de que nadie está exento de cualquier forma de Juicio.
Está escrito: “Se estableció a los hombres que se muere una sola vez, y luego viene el Juicio” (Hebreos IX, 27).
Añádase a estos ejemplos la presuntuosa afirmación de que la Hostia saltó fuera del Tabernáculo tres veces y aterrizó en sus manos, luego de que ella tratara de devolverla abriendo la puerta del Tabernáculo: “Y la hostia salió del Tabernáculo y vino a descansar en mis manos, y yo, con alegría, la puse de vuelta en el Tabernáculo. Oucrrió por segunda vez, e hice exactamente lo mismo. A pesar de esto, sucedió por tercera vez” (ibid., p. 23). Esto se oye como un hámster que sale de su jaula: “Oh, no, ahí está de nuevo. Tendré que devolverlo ahora”.
¿Cuántas veces la Iglesia ha declarado que las manos de un sacerdote están consagradas para tomar las Sagradas especies; y qué clase de lección estarían dándole al mundo con este ejemplo de la Hostia cayendo en sus manos para que ella misma la devuelva por sí misma al Tabernáculo?
¿No será que Sor Faustina quería, además de instituir la fiesta de la Divina Misericordia, la comunión en la mano?
Nuestro Señor no contradice a su Iglesia ni con palabras ni con obras. Y esto podría ser un poco de ambas cosas. Ella relató lo sucedido, pero en sí mismo, este gesto pudiera significar que Nuestro Señor contradice la Presencia Real y todo lo que ésta representa.
UNA FALTA DE ESPÍRITU CATÓLICO
En resumen, toda la devoción de la Divina Misericordia no representa el espíritu del Católico. El espíritu del Católico es de hacer constante reparación en penitencia de nuestros pecados, pedirle a Dios sus dones y gracias, para obtener su Misericordia en esta vida.
Permítanme concluir diciendo que el trasfondo de esta devoción es cuestionable. Justamente no debe instituirse una devoción particular con su propio día de fiesta basado en algo que fue condenado por muy buenas razones en el pasado reciente.
Cuando miramos las oraciones de la devoción de la Divina Misericordia, ellas son perfectamente ortodoxas. No hay nada herético o presuntuoso en esas oraciones. Pero es necesario recordar las razones por las que ha sido condenada y que si nosotros no reconocemos el Domingo de la Divina Misericordia es por su pasado, no por el contenido de las oraciones.
Es muy importante conocer esto, porque es una de las cosas que fueron traídas de vuelta en tiempos modernos habiendo sido condenadas en el pasado. Y este no es un caso del cambio de mentalidad de la Iglesia, sino el de un representante de la Iglesia haciendo algo que no debió hacer.
En resumen, toda la devoción de la Divina Misericordia no representa el espíritu del Católico. El espíritu del Católico es de hacer constante reparación en penitencia de nuestros pecados, pedirle a Dios sus dones y gracias, para obtener su Misericordia en esta vida.
Permítanme concluir diciendo que el trasfondo de esta devoción es cuestionable. Justamente no debe instituirse una devoción particular con su propio día de fiesta basado en algo que fue condenado por muy buenas razones en el pasado reciente.
Cuando miramos las oraciones de la devoción de la Divina Misericordia, ellas son perfectamente ortodoxas. No hay nada herético o presuntuoso en esas oraciones. Pero es necesario recordar las razones por las que ha sido condenada y que si nosotros no reconocemos el Domingo de la Divina Misericordia es por su pasado, no por el contenido de las oraciones.
No hay problema en rezar las oraciones de la Divina Misericordia. El problema está en que ¡ESTA DEVOCIÓN FUE CENSURADA POR EL CONTEXTO EN QUE SE DESENVUELVE!
Es muy importante conocer esto, porque es una de las cosas que fueron traídas de vuelta en tiempos modernos habiendo sido condenadas en el pasado. Y este no es un caso del cambio de mentalidad de la Iglesia, sino el de un representante de la Iglesia haciendo algo que no debió hacer.
+ Mons. Patrick J. Pérez
21 de Abril de 2013
Es una burla. Igual que los milagros atribuidos a Wojtyla. Todo lo posconciliar es una farsa repugnante.
ResponderEliminarAsi mismo mucho de lo antiguo me causa repugnancia porque consideraban a los laicos como cristianos de segunda clase. No teniamos acceso a la sagrada Escritura ni se nos permitia leer las Escrituras en la Misa. La gente llena de devociones mientras el santo.sacrificio no se entendia. Asi mismo una religion pasiva. Gracias a Dios por el Concilio Vaticano II y la poderosa accion del Espiritu Santo en la Iglesia.
EliminarRuben Lutero, ¿por dónde comenzaré contigo? Mínimo, eres de los idólatras de Bergoglio).
EliminarLa Iglesia Católica JAMÁS impidió a los laicos acercarse a las Sagradas Escrituras en vernáculo, lo que sí hizo fue regular su publicación para que no hubiera pábulo a la herejía (exigió que se añadieran notas explicativas con el Magisterio de la Iglesia y que contaran con Imprímatur).
La auténtica Liturgia Católica toda es en Latín, porque es el idioma de la Iglesia. Y respecto a las devociones y el Santo Sacrificio, ya después del Concilio de Trento existían Misales de fieles y devocionales con las partes de la Misa, PORQUE EL CENTRO DE LA MISA NO ES LA LECTURA DE LAS ESCRITURAS, ES EL SANTO SACRIFICIO, DONDE JESUCRISTO SE HACE REALMENTE PRESENTE EN CUERPO, SANGRE, ALMA Y DIVINIDAD TODO POR ENTERO EN LA HOSTIA CONSAGRADA, RENOVÁNDOSE INCRUENTAMENTE EN EL ALTAR EL SACRIFICIO DE LA CRUZ.
Lo de "cristianos de segunda clase", te digo: Los cismáticos "ortodoxos" y los Católicos de Rito Bizantino celebran y rezan en lenguas muertas (griego medieval, eslavo eclesiástico, copto y siríaco), y NO PRESENCIAN TOTALMENTE LA LITURGIA por las puertas o cortinas que separan el altar de los fieles, ¡Y NINGUNO SE QUEJA NI PROPONE CAMBIAR LA LITURGIA.
"El Espíritu Santo actuando poderosamente en la Iglesia por medio del Vaticano II". ¡NI MONTINI/PABLO VI SE LO CREYÓ! Él mismo dijo del Vaticano II y de las reformas surgidas por éste que "se abrió una grieta en la Iglesia en donde se infiltró el humo de satanás" (Homilía, 29-VI-1972); y reconoció que el Novus Ordo Missae es un ESCÁNDALO para los fieles: "Podemos notar que las personas devotas son las que están mayormente perturbadas, porque teniendo un modo respetable de asistir a la Misa, se sentirán obligadas a abandonar su piedad acostumbrada para seguir otra práctica. Los sacerdotes mismos también encontrarán problemática esta situación". (PABLO VI, Audiencia General. 22-XI-1969)
En conclusión, las cosas de Dios son Misterios. LA MISA ES EL MISTERIO POR ANTONOMASIA Los Misterios de la Religión no se entienden con la razón, sino que se creen con la Fe, porque de otro modo, no sería Religión sino Ciencia.
PD. Si llegó a actuar el Espíritu Santo, fue para inspirar el llamado de alerta contra la Apostasía que se manifestó en el Concilio (Concilio que fue gobernado por el espíritu de satanás el diablo).
Toda nueva advocación es generalmente atacada, porque el maligno quiere impedir se difunda y salve a muchas almas. Él quiere taparnos los ojos ante la verdad, y eso fue lo que pasó con la devoción a la Divina Misericordia. Afortunadamente, y para gloria de Dios, vino un nuevo Papa, extraído del pueblo que vio nacer esta devoción y la sacó adelante, y es que la obras de Dios siempre tienen que pasar por el crisol y superar la prueba. La devoción a la DIVINA MISERICORDIA es pura y verdadera y solo aquel que la ataca se asusta con su imagen y así lo manifiesta Santa Faustina: "Aunque su suerte varía, Dios recibe gloria a través de ella y los esfuerzos de Satanás y de la gente mala se estrellan y se vuelven a la nada. A pesar de Satanás, la Divina Misericordia triunfará en el mundo entero y recibirá el culto de todas las almas" (Diario 1789).
ResponderEliminarEnfatizo: el problema no es la oración en sí misma (que es ORTODOXA=Verdadera doctrina), sino el contexto en que surge y se propaga dicha oración, y el mensaje que puede interpretarse de la devoción. Y no por nada es que Juan XXIII (que era el más "tradicional" de los papas conciliares) la condenó expresamente en dos ocasiones.
ResponderEliminarAclaro lo de "ORTODOXA": Lo es porque es similar (si no es copiada) del Rosario de las Santas Llagas, que le fue revelado a Sor María Marta Chambon (Y fue aprobada por San Pío X). Y ya en tiempo de Sor Faustina, el Rosario de las Santas Llagas era conocido en Polonia.
ResponderEliminarHay varios comentarios contra esto que me han hecho, son los siguientes:
ResponderEliminar1. Fue puesta en los libros prohibidos porque no había una buena traducción, además por la segunda guerra mundial.
2. El lenguaje no debe extrañarnos, a santa Teresa de Jesús le hablaba como a una esposa ¿Quién dice algo?
3. Gálatas 2, 20 (ante esta cita"Me uno a ti tan estrechamente como a ninguna otra criatura")
4. 1Tim 2, 1-4 (ante esta cita: "Por ti detengo la mano castigadora, por ti bendigo la tierra")
5. Su Misericordia es su propio sacrificio en la cruz, debemos adorarla (ante esta cita "Si no adoran Mi misericordia, morirán para siempre")
6. No veo nada de malo en esta alabanza (ante esta cita "Veo tu amor tan puro, más que el de los ángeles; más, porque tú luchas. Por ti bendigo al mundo")
7. Mt 5, 48 (ante esta cita "Y el Señor Jesús me dijo: No llores, tú lo eres")
8. La coronilla no reemplaza el Rosario ¿Acaso Jesús le dijo a Sor Faustina “Hija Mía, no me gusta la devoción del Rosario de mi Madre, quítala y pon esta”
Entonces, ¿defendéis o contradecís? Y ante lo anterior,
ResponderEliminar1. Aún si las traducciones fueran defectuosas en ese entonces, algo debió ver Ottaviani, el Inquisidor General, para condenar el Diario de Sor Faustina, y el Poema del Hombre Dios, de María Valtora. Además, la condena es enfática: "En la forma propuesta por Sor Faustina".
2. En la mística no caben empalagosidades, ni el sentir personal en medio de los mensajes de Dios.
3. Cierto es lo de Gálatas 2:20 "No soy yo quien vive, es Cristo quien vive en mí", pero San Luis María de Monfort dice que ello se logra es por medio de María Santísima (y no de otro modo).
4. Cita improcedente para el caso concreto.
5. Lo de "Si no adoran Mi misericordia, morirán para siempre" NO ES MENCIONADO EN ESTE ARTÍCULO. Pero igual, en la imagen de la Misericordia de Sor Faustina, NO HAY LA MENOR REFERENCIA A LA CRUZ O A LA CRUCIFIXIÓN.
6. Ni en los mismísimos Ángeles, Dios dejó de ver mancha, ¿cuánto más en la simiente de Adán y Eva, que es tan inficionada al pecado? Sólo María Santísima, que fue preservada del Pecado Original y sus secuelas previendo la Pasión de Cristo, es capaz de un amor infinitamente perfecto a Dios Uno y Trino. Fuera de eso, ¿la guerra es una bendición? Creo que no.
7. Hay un tema de conjugación, porque uno es el exhortativo y otro es el presente indicativo. Dice la Escritura: "Sed perfectos", NO QUE "Sois perfectos"; y aún los más castos entre los santos, tuvieron que hacer penitencia (hablo de ayuno, vigilia, cilicio y flagelo) para ascender en perfección.
8. No le dijo tal, pero la aparición sí le dijo que "Los sacerdotes se la recomendarán [la coronilla] a los pecadores como última tabla de salvación". Y eso se contradice con lo que le comunicó Nuestra Señora a Sor Lucía de Fátima, de que el Santo Rosario y el Inmaculado Corazón de María son el último auxilio que Dios envía al mundo. O la Virgen mintió (cosa imposible para Ella), o a Sor Faustina se le apareció el demonio disfrazado de Jesús.
Sumado a eso, el hecho de que el mayor difusor de esa devoción en nuestros días sea Juan Pablo II, quien adulteró el Rosario por la introducción de sus "Misterios Luminosos".
Yo estoy en contra se esa "aparición".
EliminarPero esos han sido los "argumentos" que me han dado. Sobre todo lo anterior es comentado esto:
http://www.vaticanocatolico.com/libros_catolicos/devocion-divina-misericordia-sor-faustina.pdf
Aún así, según algunos, el diario dice cosas bastante sonantes sobre la misericordia, diciendo que sin arrepentimiento no se da.
Yo quiero analizar el diario directamente, pero mientras tanto dejo la duda
Buenos dias. Es válido tener dudas, mi consejo si lo quieren tomar esd el siguiente: hay que vivir los mandamientos de la ley de DIOS asi como EL nos lo pide, no juzguemos nada, si no creemos, lo correcto es apartarnos de la o cual cosa y redoblar nuestras oraciones, ayunos y penitencias por nosotros mismos, por nuestras familias para que el demonio no dañe nuestras familias y pedir tambien por nuestros sacerdotes, ellos son los mas atacados. Pidamos para que no sean confundidos, hay tanta alma condenandose que el demonio esta logrando su cometido, pues bien no le demos espacio para infiltrarse en nuestras vidas de ninguna forma. Recemos el santo rosario como lo instituyo nuestra SANTISIMA VIRGEN MARIA y que VIVA CRISTO REY!!!
ResponderEliminarLo importante de todo, es vivir tu fe, de que sirve que hablemos y hablemos de que esta mal en nuestra iglesia si no cambiamos nuestra manera de ser. Ademas como catolicos debemos obediencia al santo Padre y seguir lo que el nos señala, si recorremos la iglesia a travez de los años nos daremos cuenta de todas las atrocidades que se cometieron y de lo que poco se habla, mas sin embargo no somos nadie para juzgar, a nosotros solo nos toca vivir nuestra fe de acuerdo a como nos lo señala la iglesia y sobre todo como nos lo dicta nuestra conciencia, yo por mi parte he recibido muchas gracias desde que me he dejado llevar por la Divina Misericordia.
ResponderEliminarDios siempre escucha nuestras oraciones. Y si hablas de obediencia, entonces hay que acatar la prohibición que se dictaminó sobre esta devoción específica "en la forma propuesta por Sor Faustina".
EliminarConversión y compromiso, lealtad y sana doctrina.
¿Fe “personal”, es decir “catolicismo” a tu medida? Por favor, la Religión verdadera no es una tienda de autoservicio donde escoges lo que te gusta y rechazas lo que no.
EliminarEstoy con Carmen. Para no generar confusión de, más aún, debemos cumplir los Mandamientos del Decálogo, y hacer sacrificios y reparaciones por nuestros pecados. Confesar y comulgar.
ResponderEliminarY yo también te digo que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella.
ResponderEliminar“Dios a algunos papas los elige, a otros los tolera, y a otros los inflige por los pecados” (San Vicente de Lérins)
Eliminartengo muchas dudas
ResponderEliminarSr. Rondón, se ve que hace Ud. honor a su apellido colándose....
ResponderEliminarNo creo, ni debe creer nadie que SAN Juan Pablo II, asesorado nada menos (uña y carne) por Ratzinger, que seguramente afina más que nosotros, se "colara" como hace Ud. en la exigencia de la aprobación de los escritos de SANTA Faustina Kowalska.
Realmente si sólo podía ser SANTA la bendita Virgen María, como parece tratar de reducir Ud., Dios se podría haber ahorrado traer a su bendito Hijo al mundo, y entonces estaríamos todos nosotros aviados, incluídos Santa Faustina y San Juan Pablo II, llenos de defectos, claro, como Ud. como yo y como todos los humanos.....
No entendemos qué relación tiene nuestro apellido con la acción de “colarse”, o el por qué su persona honrada los relaciona. Pero sin reparar en ello, le respondemos:
EliminarSi Wojtyla y Ratzinger no se pusieron a reparar en la ortodoxia de los escritos de Faustina Kowaslska Babel, es porque para ellos NO EXISTE LA NECESIDAD DE REVISAR DOCTRINALMENTE LOS ESCRITOS DE CANDIDATOS A SANTIDAD (sobre todo si esos escritos son de “revelaciones privadas”). Pero desafortunadamente, un verdadero Católico debe seguir la Doctrina antes que cualquier devoción particular que tenga, porque muchas veces, en materia de devociones puede inmiscuirse algún yerro doctrinal.
Es Vd. y no el autor del artículo -y mucho menos nosotros- quien reduce la santidad a la Bienaventurada Virgen María (y los demás... a freir espárragos), cuando en realidad lo que se dice es que si bien todos los Bienaventurados reciben la misma Visión beatífica, la plenitud de gracia y unión con la Divinidad le fue otorgada a la Santísima Virgen en razón de ser la Madre del Verbo. No quiere decir lo anterior que estemos excluídos de la santidad, porque precisamente a eso nos llama Dios, al estado de perfección.
A su otrosí: El pasaje citado no es Evangelio, sino Lección (y encima MUTILADA en el Novus Ordo, porque en la Misa Tradicional, sigue hasta el verso 10, con la llamada “coma juanina” incluída), y se ha de entender como el bautismo de Jesús, a diferencia del de Juan Bautista, otorga remisión de pecados (la sangre derramada en la Cruz), incorpora en el Cuerpo Místico que es la Iglesia (el agua del Bautismo) e infunde la gracia santificante (el Espíritu Santo). Y nosotros SÍ CREEMOS EN LA MISERICORDIA DE DIOS (por eso veneramos el Sagrado Corazón de Jesús), pero como llamado a reparación, no a obstinación en el pecado. Nosotros no perdemos nada al no creer en “revelaciones” no sustentables doctrinalmente como es el caso de Faustina, pero Vd. sí -y mucho- cuando se dé cuenta que estuvo creyendo en una mentira y la antepuso a la Revelación Pública y al Magisterio de la Iglesia.
Dios mío que horror de página dices ser catolico y tu misión es dividir parece que le haces el trabajo a tu ya sabes quien déjame decirte que en el infierno se encuentran sacerdotes religiosos consagrados y todo aquel que se ufana desear muy catolico va un mendigo a tu puerta y ni siquiera le darias un trozo de pan duro, no te metas con Los Santos estás haciendo el papel de luzbel, llevando a la confusión el error y la división.
ResponderEliminarEste “horror de página” como nos llamas, querida Giannina María, divide tal como Jesús, que dijo no venir a traer paz sino división por causa de su Evangelio (Lc. 12, 49-53), a convencer por el Espíritu Santo al mundo sobre el pecado, la justicia y el juicio (Jn. 16,8-11). Y queriéndolo Él, seguiremos en nuestra misión de dividir entre quienes acogen de buen grado la Verdad que ha conservado la Iglesia Católica por más de 2000 años y los que se empecinan en la Apostasía que tu “Santo” Juan Pablo II representó con sus palabras y obras.
EliminarY otra cosa: Judas Iscariote hablaba de los pobres, pero no porque les preocupara, sino PORQUE ERAN SU PRETEXTO PARA ROBAR DE LA ALFORJA COMÚN. Los izquierdistas y Francisco Bergoglio hablan mucho de los pobres… Saca la conclusión.
Si rechazamos esa falsa devoción de la “Divina Misericordia” de Faustina/Elena Kowalska Babel (que para más inri es continuidad de las falsas revelaciones de su compatriota Feliksa Magdalena Kozłowska Olszewska, condenadas por San Pío X) no es porque lo diga un monseñor, sino porque la Iglesia la ha condenado oficialmente estas revelaciones y puesto el Diario de Faustina en el Índice de Libros Prohibidos porque sus afirmaciones no sólo se oponen a la Doctrina, sino también a lo más elemental de la mística.
EliminarReiteramos en afirmar la apostasía de Karol Wojtyła (que incluso muchos no sedevacantistas no consideran “Santo” por ser indigno de tal honor y porque lo “canonizó” Francisco Bergoglio con graves fallas procesales y sustanciales –por otra parte habituales en toda “canonización” desde 1983–, entre otras la demasiada celeridad y el rechazo de testimonios adversos a la causa) porque es un hecho probado y documentado en este y otros sitios, y ESO ES ASÍ aunque tú em tu obstinación y terquedad no lo quieras aceptar.
Dios no abandonó a la Iglesia Católica después del Vaticano II; los que siguen a los judas del Vaticano II son quienes han abandonado a la Iglesia Católica y a Dios al defeccionar de la Verdad y crear una religión diferente que mantiene las apariencias Católicas sin serlo, complaciendo a un mundo que los odia y los destruirá. Por eso hay un Remanente fiel que conserva la Verdad, que defendemos y proclamamos a pesar de nuestras imperfecciones y quebrantos.
Quiera Dios que logres ver la misma Gloria de la que tan “caritativamente” tú nos quieres ver excluidos porque no consentimos el error. Fin.
Con sagacidad, firmeza y caridad: Esa es la forma de tratar a los que se niegan a reconocer la verdad y responden con insultos y amenaza. Qué diferencia con aquellos abanderados de la “tolerancia” y la montiniana “Civilización del Amor” (hoy reencauchada por Bergoglio como “Cultura del Encuentro” o “Fraternidad Humana”), que cuando se encuentran con un católico, mandan todo eso a paseo.
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