domingo, 10 de mayo de 2015

ACTO DE REPARACIÓN DE LAS BLASFEMIAS PROFERIDAS CONTRA LA SANTÍSIMA VIRGEN

    
Oh Gloriosísima Virgen María, Madre de Dios y Madre Nuestra, volved vuestros ojos de piedad sobre nosotros, miserables pecadores; estamos sumamente afligidos por los males que nos rodean en esta vida, pero especialmente sentimos romper nuestro corazón al oir los temerarios insultos y blasfemias proferidas contra Vos, ¡oh Virgen Inmaculada! ¡Cuánto ofenden esos dichos impíos la infinita Majestad de Dios y de su Unigénito Hijo, Jesucristo! ¡Cuánto provocan Su indignación y nos da razón para temer los terribles efectos de su divina venganza! Quisiéramos que el sacrificio de nuestras vidas pudiese provechoso para poner fin a aquellos ultrajes y blasfemias; si fuera así, cuán dichosamente deberíamos hacerlo, porque deseamos, ¡oh Madre Santísima!, amaros y honraros con todo nuestro corazón, porque esto es la Voluntad de Dios. Y solo porque os amamos, haremos todo cuanto esté en nuestras fuerzas para que Vos seáis amada y venerada por todos los hombres. Entretanto, Vos, nuestra Madre misericordiosa, suprema consolatriz de los afligidos, aceptad este nuestro acto de reparación que os ofrecemos por nosotros y por nuestras familias, como también por todos aquellos que impíamente blasfeman contra Vos, sin saber lo que dicen. Obtenedles para ellos  de Dios Omnipotente la gracia de la conversión, y así se manifestará y glorificará aún más vuestra Bondad, vuestro Poder y vuestra gran Misericordia. Que ellos puedan unirse a nosotros para proclamaros Bendita entre las mujeres, la Virgen Inmaculada y muy compasiva Madre de Dios. Amén. Rezar tres Avemarías.
  
(Por este solo acto de reparación, 300 días de Indulgencia. Plenaria al mes, con las condiciones de rigor. Papa León XIII. Marzo 21 de 1885)

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