Noticia tomada de GLORIA NEWS.
Considerar sacerdotes casados para la Amazonia es un “problema falso”, dijo el sacerdote modernista de origen francés François Glory. Este sacerdote pasó treinta años como misionero en la Amazonia y no se opone a los sacerdotes casados como tales.
François Glory MEP (Misiones Extranjeras de París).
Afirma que hay 70.000 “comunidades” que no celebran la Misa dominical: “las comunidades que resisten son las que establecen el vínculo entre la Palabra de Dios y sus acciones; las otras son fagocitadas por las Iglesias evangélicas”.
Glory cree que la ordenación de hombres casados “corre el riesgo de reforzar el clericalismo”, porque las “comunidades eclesiales de base” funcionan gracias a la distribución de diferentes ministerios, mientras que “el sistema clerical concentra todo en una sola persona”.
Para él, la Iglesia local no solo vive fuera del “aspecto sacramental”, sino también a partir de su dimensión “social” y “profética”. Agrega que “la Amazonia no carece de sacerdotes sino de testigos”.
Glory admite que él solía considerar los sacerdotes casados como una solución, “pero mi experiencia me ha hecho cambiar de opinión”, también porque en el 80% de los casos Glory sabe que las comunidades son dirigidas por mujeres: “Pero cuando llega un diácono o un sacerdote ellos tienden a tomar el poder”.
Él recuerda que el Concilio Vaticano Segundo introdujo los diáconos permanentes para las “áreas remotas”, pero ellos aparecieron principalmente en Europa: “Ahora, temo que en esto ocurrirá lo mismo”.
Y además: “Se está hablando sobre la posibilidad de ordenar varones casados únicamente para la Amazonia, pero al final, al abrir esta puerta, se está hablando sobre los problemas de Europa”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Preferiblemente, los comentarios (y sus respuestas) deben guardar relación al contenido del artículo. De otro modo, su publicación dependerá de la pertinencia del contenido. La blasfemia está estrictamente prohibida. La administración del blog se reserva el derecho de publicación (sin que necesariamente signifique adhesión a su contenido), y renuncia expresa e irrevocablemente a TODA responsabilidad (civil, penal, administrativa, canónica, etc.) por comentarios que no sean de su autoría.