domingo, 7 de julio de 2019

PRONTO SE ACABARÍA EL FRANQUINCIENSO

Traducción del Comentario de los Padres de TRADITIO.
  
La producción de franquincienso, proveniente de las Tierras Bíblicas, pronto podría estar “condenada” por la excesiva demanda.
El franquincienso fue uno de los Tres Regalos preciosos de los Magos al Niño Jesús, simbolizando a Cristo como Sumo Sacerdote.
La Sagrada Escritura llama al franquincienso el “Olor de suavidad”.
Benditos aquellos Católicos tradicionales que tienen una Schola Gregoriana y pueden asistir a una Misa Mayor.

Aquellos Católicos tradicionales que tienen la bendición de una Schola Gregoriana y pueden asistir a una Misa Mayor han experimentado lo que los Salmos llaman odórem suavitátis, el olor de suavidad, que proviene de la resina bíblica llamada franquincienso. El prefijo “franc-, franqui-” viene del latín francus, que significa “libre” y “no reservado”, usado para describir la potencia de este incienso único. Ahora nos estamos enterando que en cincuenta años, la producción de franquincienso puede estár “condenada” por la excesiva demanda.

El franquincienso usado en una Misa Mayor Católica tradicional no es la horrible y empalagosa sustancia dulce que es usada en el Lejano Oriente (entre los paganos budistas, por ejemplo), sino que viene de las Tierras Bíblicas. Es representado entre los tres regalos preciosos dados al Niño Jesús por los Magos: “áurum, thus, et myrrha”, oro, franquincienso y mirra, como está escrito por San Mateo (2, 11). El franquincienso simboliza a Cristo como Sumo Sacerdote.
  
El franquincienso es una gomorresina aromática de varios árboles del género Boswéllia, especialmente B. cartérii, de Etiopía, la tierra que los antiguos egipcios llamaban Kush, junto al Nilo Azul. La corteza parecida al papel de los árboles de Boswéllia es arrancada varias veces al año para que aparezcan lágrimas de la resina endurecida.

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