Tomado del Novísimo Lavalle mexicano, o El alma santifícada por la piedad,
compilado por el padre Antonio J. Peredos, cura interino de la Santa
Cruz y Soledad en México, publicado en dicha ciudad en 1897, con
aprobación del Arzobispo de México, quien se dignó conceder 80 días de
Indulgencia a cada oración que no tuviese indulgencia propia de Roma.
DÍA QUINTO DE MES EN HONOR DEL PROTOMÁRTIR MEXICANO SAN FELIPE DE JESÚS
ORACIÓN
Glorioso atleta de la fe católica, San Felipe de Jesús, tú fuiste la primera flor que para el coro de los mártires produjo este suelo; tú fuiste la primera rosa que segó el vendaval en las remotas regiones del Japón. Con qué gozo nosotros tus compatriotas, a quienes has honrado sobremanera con tus virtudes y tu martirio, nos consideramos santamente orgullosos de que seas el principal ornamento de nuestra Iglesia. Por eso en este día venimos a recordar tus triunfos sobre la carne que domaste con la austeridad de la vida religiosa, sobre el mundo a quien despreciaste alejándote de sus pompas y vanidades, y sobre los tiranos y tormentos que no lograron vencer la firmeza de tu fe. Bendigo, ¡oh gloriosísimo Protomártir!, a la Providencia que te llenó de sus más exquisitos dones y te colocó después en el Cielo de la Iglesia, para que fueras nuestro modelo e intercesor. Por eso lleno de confianza acudo a ti en esta conmemoración votiva pidiéndote alcances del Señor, que tanto te distinguió, la paz y prosperidad a la Iglesia Mexicana, que te venera como a su principal Patrono y Protector, concede también estos ansiados bienes a la nación que te vio nacer, santifica al clero, convierte a los hijos descarriados, seca las lágrimas de tantos padres y madres cristianas que lloran sus extravíos, consérvanos a todos en el santo temor de Dios, danos las virtudes propias de nuestro estado, para que los que hoy nos gloriamos de ser tus protegidos, nos gloriemos después de ser tus compañeros en el Cielo. Amén.
Se rezan tres Padre nuestros, Ave
María y Gloria Patri.
RESPONSORIO.
℣. Este es un verdadero Mártir que por el nombre de Cristo derramó su sangre. * Él no temió las amenazas de los jueces, ni buscó la gloria de los honores terrestres, sino que llegó al reino celestial.
℞. El Señor condujo al justo por el camino recto y le mostró el reino de Dios. * No temió las amenazas de los tiranos, ni buscó la gloria de los honores terrestres sino que llegó al reino celestial.
℣. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. ℞. No temió las amenazas de los tiranos, ni buscó la gloria de los honores terrestres, sino que llegó al reino celestial.
℣. Ruega por nosotros ¡oh bienaventurado Felipe!
℞. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Jesucristo. Amén.
ORACIÓN
Oh
Dios que entre los primeros mártires del Japón coronaste antes Que a
ningún otro al bienaventurado Felipe, atado a una cruz y traspasado por
tres lanzas; te rogamos nos concedas que, apoyados en su patrocinio, con
él seamos coronados en el cielo. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.
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