Traducción del artículo publicado por Luca Fumagalli para RADIO SPADA.
Los católicos siempre lo han considerado casi un santo evangelizador, los laicistas han visto en él, al contrario, un
predador amoral, uno de los fundadores del colonialismo, un fautor del
esclavismo. ¿Cuál es por tanto, la verdad sobre Cristóbal Colón?
La
discusión sobre el personaje, en Italia como en el extranjero, resulta
hoy casi cerrada. Colón no es más el celebrado soñador dedicado a
superar los límites del mundo conocido, sino el primero de los conquistadores.
Estudiosos de distintas extracciones han revolucionado definitivamente
nuestro modo de mirar al Almirante, superando ciertas visiones irénicas
del pasado; pero, en la mentalidad común, el aspecto heroico de la
“conquista” permanece preponderante.
Del
resto, Colón y su empresa han sellado una época: la llegada del
Almirante sobre las playas de la isla de San Salvador ha sido
verdaderamente escogida como la fecha convencional del fin del medioevo y
del nacimiento de la modernidad, no sólo porque desde aquel momento la
percepción del mundo
no será más la misma, alargando perspectivas y mercados, sino también
porque ha decretado el fin de la cultura fundada sobre la autoridad y el
comienzo de otra, improntada sobre la experiencia (abriéndose así
camino a Galileo, Copérnico y Newton).
Antonio
Musarra, joven profesor de investigaciones de la Universidad de
Florencia, se encarga de responder a todas las preguntas sobre Colón en
su ensayo Processo a Colombo. Scoperta o sterminio? (con
prefacio de Franco Cardini), realizando un juego procesal caracterizado
por el escrutinio de un número considerable de pruebas, analizadas con
escrúpulo y pasión. El objetivo es sobre todo el de reequilibrar el
juicio sobre el personaje, que ciertamente no fue un tipo santo, pero
tampoco un fautor del “holocausto” de los nativos
americanos (como tal vez lo entienden aquellos estadounidenses [y latinoamericanos, N. del T.] que, en los últimos años, han derribado distintas estatuas dedicadas al Almirante).
Sobre
todo el autor es hábil en huir de la tentación moralista-anacronista en
la cual cae a menudo quien ama la
divulgación histórica. Por ejemplo, ciertas decisiones de Colón y de la
gente
de su tiempo corren riesgo de ser juzgadas ligeramente como “racistas” y
“genocidas”. Pero el racismo y el genocidio tienen una triste historia
demasiado conectada al presente para poder resultar en categorías
aplicables, sin enmendaduras, al siglo XV y al XVI.
Sin
duda Colón fue un esclavista, cometió muchos abusos, se manchó de
sangre de tantos inocentes. En este sentido, tal vez, puede ser tomado
como un símbolo de la sed de expansión y conquista del hombre blanco,
pero no fue un “genocida”. Fueron los conquistadores quienes
obraron en tal sentido. Del resto, el espacio histórico en que maduró la
empresa colombina revela una complejidad que es muy peligroso ignorar
(como en cambio hace el vulgo). De hecho, las fuentes dicen que él tenía
en mente cumplir una empresa nunca antes intentada y evangelizar las
tierras remotas que hubiere encontrado; aspectos que ameritan ser
tenidos en debida cuenta para no reducir a estereotipo
la imagen del navegador genovés.
La
realidad es que Cristóbal Colón fue un hombre de su tiempo, un tiempo
lleno de contradicciones, y precisamente por esto, fascinante.
El libro: Antonio Musarra, Processo a Colombo. Scoperta o sterminio?, Viareggio, La Vela, 2018, 256 páginas, 15 Euros.
Para adquirir el libro: https://www.edizionilavela.it/prodotto/processo-a-colombo-scoperta-o-sterminio/
¿ Qué tan cierto será que se dice que Colón era criptojudío? Me refiero a un libro de Cecil Roth y otro de Henry Ford
ResponderEliminarHa habido un debate sobre los orígenes de Colón, que si era genovés (y en ese caso, de Savona o Cogoleto), catalán (de Barcelona, Mayorca o Ibiza), gallego o portugués. Inclusive, han habido quienes dicen que era de Inglaterra, Croacia o Grecia. Sobre el ocultamiento de los orígenes, hay más razones que una ascendencia conversa (según el historiador Salvador de Madariaga y Rojo, en Génova había una población de judíos provenientes del reino de Aragón) o ser él criptojudío: hay hipótesis que afirman que tuvo que ocultar su pasado como partidario de Renato de Anjou contra el rey Juan II de Aragón (padre de Fernando «el Católico») durante la Guerra Civil Catalana, o que era hijo natural del Príncipe de Viana, o simplemente quiso ocultar que nació en cuna pobre (los tejedores y artesanos eran parte de la clase media baja). Personalmente, no hemos investigado este punto por nuestras ocupaciones y quebrantos, pero es nuestro parecer que un presunto origen criptojudío de Colón sería fácilmente usado por sus enemigos en sus acusaciones, y le habría ocasionado un proceso inquisitorial.
EliminarEl hecho es que hasta el Edicto de Granada, en los reinos hispánicos habían muchos judíos y conversos en puestos de influencia y poder, situación que los cristianos viejos y los judíos pobres por igual veían con recelo, y hacía poner a España en mal concepto frente a otros países en la época.