Traducción del Comentario de los Padres de TRADITIO
El presbítero laicizado Gregory -nacido Gerhard- Baum está riéndose del Catolicismo.
Ahora a los 93 años, él confiesa que fue el sodomita que dirigió en el anti-concilio una camarilla “gay” que traería la herejía del “ecumenismo” que enseña que “todas las religiones son iguales” y “todos adoramos el mismo Dios”, y que los judíos no sean convertidos al cristianismo.
Además, Baum impulsó la noción marxista de la “justicia social” y la asesina “Teología de la liberación” contra los líderes conservadores.
El pseudoconcilio Vaticano II fue un hervidero de herejía, marxismo y, como lo prueba el caso del presbítero Baum, el punto de partida de la sodomía institucionalizada.
Ya a los 93 años, Gregory Baum, un perito en el Vaticano II
(1962-1965), admite que él era el homosexual oculto en el conciliábulo y llevó allí una conspiración “gay”. El presbítero Baum reveló el secreto en su nuevo libro The Oil Has Not Run Dry: The Story of My Theological Pathway (El aceite no se acaba: La historia de mi caminar teológico).
La camarilla secreta “gay” en el Vaticano II propuso el primer borrador para la declaración Nostra Ætate,
que reivindicó la tradicionalmente condenada herejía “ecuménica” de que “todas las religiones son iguales” y que “todos adoramos el mismo Dios”. Ese documento también incluye que los judíos no debían ser convertidos al cristianismo, sino que ellos podían continuar por su propio camino (noción enteramente contraria a las enseñanzas del Apóstol San Pablo en el Nuevo Testamento). Además, Baum impulsa la noción marxista de la “justicia social” y la asesina “Teología de la liberación” contra los líderes conservadores en Latinoamérica, abrazadas por el jesuitismo arrupiano y por Jorge
Bergoglio, ahora Antipapa Francisco I del Novus Ordo.
El expresbítero Baum (hijo del protestante Franz Siegfried Baum y la judía Bettie Meyer) admitió que fue un mentiroso en el Vaticano II. Él no tiene los cojones para admitir que es homosexual porque, como él dijo, asumirlo honestamente “habría reducido mi influencia como teólogo crítico. Estaba dispuesto a ser escuchado como un teólogo que confía en un Dios como Salvátor Mundi y comprometido con la justicia social, la teología de la liberación y la solidaridad global”. Baum también fue influyente en la iglesia conciliar de Canadá a pesar de sus posiciones abiertamente
heréticas sobre la sexualidad, donde presionó a los obispos conciliares canadienses para negarse a adherir a las enseñanzas de Humánæ vitæ,
la encíclica escrita por Montini-Pablo VI en 1968 contra el uso de métodos y prácticas anticonceptivas. El presbítero Baum primero se involucró en la sodomía a los 40 años en
Londres, y antes de la navidad de 1977 se casó con la divorciada Shirley Flynn, que quince años atrás abandonó el Instituto de la Bienaventurada Virgen María (más conocido como Hermanas de Loreto o Damas Inglesas). Con ese matrimonio, sin resolverse aún la solicitud de dispensa de los votos, Baum incurrió automáticamente en excomunión.
El presbítero Baum tuvo un rol clave durante el conciliábulo. Él se desempeñó en varios cargos dentro de las comisiones encargadas de preparar los documentos.
Comenzó su trabajo en noviembre de 1960, y acabó con la clausura del conciliábulo en diciembre de 1965. El juscanonista monseñor Vincent Foy denunció que Baum había “hecho más que cualquier persona para dañar la Iglesia en Canadá. [Parte de la información para este Comentario proviene de LIFE SITE NEWS y CHURCH MILITANT].
Verdaderos Católicos, con las confesiones de los heréticos modernistas ante el umbral de la muerte, los Católicos tradicionales están confirmados en el juicio de que el conciliábulo fue un hervidero de herejía, marxismo y, como lo prueba el presbítero Baum, el ascenso de los sodomitas.
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