lunes, 8 de junio de 2020

COLUMNISTA JUDÍO RECONOCE QUE LOS ‘ANTIFA’ SON JUDÍOS

El periodista judío Ari Paul en su columna de opinión para el diario nazionista HAARETZ, afirma en pocas palabras que el señalamiento del presidente Trump al movimiento “Antifa” como terrorista debe entenderse como un apoyo al discurso antisemita y conspiranoico, y que los judíos deben recordar que tal movimiento les protegía en las revueltas cuando las fuerzas del Estado liberal no lo hacía.
LOS ATAQUES DE TRUMP A LOS ANTIFA SON ATAQUES A LOS JUDÍOS
Los judíos estadounidenses no pueden apoyar la ‘guerra’ de Trump al antifascismo y su campaña de teorías de conspiración sobre la ‘mano oculta’ detrás de la legítima protesta y disenso.
  
Los manifestantes son reflejados en los lentes de un miembro de la Guardia Nacional del Ejército de los Estados Unidos mientras protestan por la muerte de George Floyd cerca a la Casa Blanca el 3 de Junio de 2020, en Washington DC. Crédito: AFP
   
Cuando Joel Feingold, un organizador y publicador de los derechos de los ocupantes, fue arrestado el 3 de Junio fuera de su hogar en Brooklyn por el toqur de queda, esperaba ser entrevistado por oficiales de policía porque estuvo grandemente involucrado en las protestas contra el racismo y la violencia contra el día de la Policía. Lo que no esperaba en el Precinto 78 fue una entrevista con un agente federal sobre sus creencias políticas.
   
Las preguntas sobre la política del movimiento de protesta fueron aterradoras. Finalmente le dijeron a Feingold que solo querían que lo ayudaran a encontrar quién “secuestró” al movimiento. Feingold no dijo nada. “Tenía un serio gusto autoritario”, me dijo en una entrevista telefónica. “Se siente autoritario cuando un agente federal preguntó sobre la política de la situación. Esto es más evidencia del profundo autoritarismo y flirteo con este fascismo gubernamental”.
   
Feingold no está solo. Abogados de activistas reportaron que agentes locales y federales han entrevistado a varios manifestantes arrestados sobre sus inclinaciones políticas, incluyendo sus actitudes ante el antifascismo.
   
No es académico el interés de los policías sobre el antifascismo. Está siguiendo la narrativa que la Casa Blanca está impulsando. Cuando estallaron las protestas iniciadas por el asesinato de George Floyd y hasta que 11 manifestantes fueron asesinados por oficiales de policía a lo largo del país, el Presidente Donald Trump anunció que Antifa –apócope de antifascista– debería ser descrita como una “organización terrorista interna”.
  
Primero, la declaración de Trump sobre Antifa es absurda en varios niveles. No está claro si tiene autoridad legal para hacerlo. Y Antifa no es una organización, sino una filosofía que lleva la organización callejera antifascista. ¿Quién es su líder? ¿Cuál es su estructura? ¿Dónde tiene sus bases? ¿Cómo te haces miembro? Estas preguntas no tienen respuesta porque no las hay. Pero no importa: ciertamente alimenta las campañas de Trump.
 
Trino de Dave Weigel (@daveweigel), 6 de Junio de 2020: Nueva pantalla de bienvenida en el sitio de campaña de Trump.
     
La declaración pública de Trump sobre Antifa debería ser aterradora, como cualquier intento para menospreciar naturalmente el antifascismo defiende al fascismo como algo positivo. Pero considerar a los antifascistas como el chivo expiatorio y la mano oculta detrás de las revueltas actuales es inherentemente antisemita.
   
Como informa la Liga Antidifamatoria, hay en la derecha antisemita estadounidense numerosas conspiraciones sobre la financiación de los disturbios por George Soros.
   
Trino de Jason Campbell (@JasonSCampbell), 2 de Junio de 2020: Según el anfitrión de Fox News, George Soros financia a Antifa y debería ser deportado porque representa “la destrucción de nuestra civilización y una amenaza manifiesta y presente para nuestro país”. Pic.twitter.com/8YIbXgxP1x
  
El presentador de Fox News Tucker Carlson, que da voz a los extremistas antiinmigrantes y flirteos con el nacionalismo blanco en una serie, atacó a Trump por su inacción en respuesta a las protestas, y al yerno de Trump Jared Kushner, el judío más prominente en la administración, porque la debilidad de la Casa Blanca es culpa del prominente judío. El último de muchos casos de patente antisemitismo de Trump fue su elogio por el “buen linaje” del admirador de los nazis, eugenista y notorio antisemita Henry Ford.
   
Señalar al “antifascismo” como el villano principal en las protestas cursantes contra la policía es inherentemente problemático considerando que al menos 11 protestantes han muerto durante las protestas y el mismo extremista de derecha Trump ha estado vinculado a masacres como el tiroteo de la sinagoga Árbol de la Vida en Pittsburgh. Nadie puede vincular a Antifa con la muerte de una persona inocente.
    
Si la ley proscribe a Antifa, debería recordarle a los judíos quiénes los protegen actualmente cuando los racistas están en la calle. Supuestamente los oficiales de policía rechazaron proteger una sinagoga y varias iglesias de potencial violencia durante el infame rally de Charlottesville cuando los nacionalistas blancos gritaban “Los judíos no nos remplazarán”. Sin embargo, los activistas que se identificaron con Antifa lo hicieron.
   
Para muchos judíos liberales y centristas, Antifa es indiscutiblemente una ideología de la extrema izquierda, junto con las imágenes de anarquistas enmascarados que marchan de frente hacia los policías antidisturbios, lo que causa incomodidad, cuando no escepticismo. Los centristas prominentes intentan jugar a la “plaga en ambas casas” denunciando en un mismo discurso tanto a las milicias supremacistas blancas como a Antifa.
   
Manifestantes reunidos durante una protesta pacífica contra la brutalidad policial y el racismo el 6 de Junio de 2020 en Dallas, el 12º día de protesta desde la muerte de George Floyd en custodia policial en Minneápolis. Crédito: AFP
  
Sin embargo, la vasta mayoría de judíos están en contra del extremismo de derecha, que en generaciones anteriores los ha llevado a campos de la muerte. Puede que no sea enseñado adecuadamente en las escuelas judeoestadounidenses, pero los movimientos antifascistas de izquierda han sido una defensa para los judíos cuando los gobiernos liberales tradicionales han fallado.
   
Como aclarara la Guilda Nacional de Abogados en su denuncia de la declaración de Trump: “El término ‘antifa’ se remonta a los 1930’s cuando los activistas progresistas se organizaron contra el autoritarismo de derecha emergente alrededor del mundo… No está claro quién o qué son los objetivos de una investigación federal antifa, y si tal esfuerzo está legitimado”.
   
Y frecuentemente el discurso de la derecha sobre la proscripción de Antifa es un término colectivo para toda política de izquierda. Esta es una indicación que los trumpistas de derecha quieren prohibir o al menos menospreciar toda política del lado izquierdo del centro. Usar tal generalización para decidir quién es terrorista debe preocupar a cualquiera: si todos los judíos están buscando el momento “primero vinieron por, entonces es este.
   
Trino de Cody Johnston (@drmistercody), 31 de Mayo de 2020: Recordar que el proyecto de ley de Ted Cruz para designar a Antifa como organización usó intercambiablemente “Antifa” y “activismo de izquierda”.
   
Mark Bray, historiador en la Universidad Rutgers y autor de ANTIFA: A Anti-Fascist Handbook (ANTIFA: Un manual antifascista), ha encontrado que la teoría de conspiración sobre el pago de Soros a los activistas Antifa por la mayoría de la derecha está basada en la noción racista de que los negros nunca pueden organizarse sin un titiritero detrás, y quién más tira los hilos sino la Judería Internacional.
   
“Sin el fascismo no habría antifascismo, y las políticas desarrolladas por los movimientos antifascistas concluyeron en la autodefensa porque el horror que fue el fascismo y el nazismo tenía que ser tomado en serio”, me dijo Bray al teléfono.
   
“Lo que falló en la mayor parte de Europa de los 20’s y los 30’s fue no tomar en serio al fascismo y al nacionalsocialismo hasta que fue demasiado tarde. Incluso entre las comunidades judías, la idea era que eso no se pondría peor, luego sucedió lo inevitable. Si somos serios con el ‘nunca otra vez’, eso significa vigilancia constante, pero reconoce que la autodefensa debe ser una de las herramientas que tenemos”.
   
Los judíos no sufren la intensa discriminación económica y la violencia estatal que se ejerce sobre los afroestadounidenses. Pero recordamos muy vívidamente cómo nos trató el fascismo en el poder.
   
Personal militar uniformado se acerca a la Casa Blanca antes de la protesta contra la desigualdad racial tras la muerte de George Floyd. 6 de Junio de 2020 Crédito: LUCAS JACKSON / REUTERS
   
Cuando Trump pasa tan rápidamente de condenar el saqueo a la difamación del antifascismo y la protesta “izquierdista”, está intentando más que jugar contra los peores instintos de su base: está tratando de invertir la causa-efecto, para legitimar el culpar a la víctima, para incrementar el doble discurso, para demonizar el activismo y confundir la brújula moral de la política mayoritaria de posguerra, que la confrontación con el fascismo es un bien público fundamental.
   
Y esto está sucediendo mientras crecen rápidamente los derechistas autoritarios: Trump quería usar la Ley de Insurrección para suprimir militarmente las protestas, y una corte de Nueva York esencialmente ha suspendido el derecho constitucional de Habeas Corpus.
   
Ese es el porqué todo judío en Estados Unidos debería resistir los ataques de Trump al antifascismo.
  
Ari Paul es un periodista ubicado en Nueva York y ha cubierto temas políticos para The Nation, The Forward, The Guardian, Jacobin y VICE News.
 
No hay nada que comentar, porque sería redundar en lo evidente. Solo tener en cuenta esto: NINGÚN JUDÍO PUEDE DELATARSE A SÍ MISMO O A SUS HERMANOS DE RAZA SIN INCURRIR EN PENA DE MUERTE.
  

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