RIFAN: «LEÓN ME HABLÓ CORDIALMENTE… PERO NECESITO UN SUCESOR».

Noticia tomada de GLORIA NEWS.

  

El obispón Fernando Arêas Rifan, de 75 años, fue recibido el 15 de noviembre por León XIV. Es el Administrador Apostólico de San Juan María Vianney, en Campos (Río de Janeiro, Brasil), que está comprometido con el Rito Roncalliano, siendo el único obispón “oficial” de tal rito.

   

El 17 de Noviembre, describió la audiencia de 30 minutos en el sitio web de la Administración Apostólica. Rifan le contó a Riggitano-Prévost la historia de su Administración, que comenzó con el obispo de Campos Mons. Antônio de Castro Mayer († 1991; consagrado obispo el 23 de Mayo de 1948 por el entonces nuncio en Brasil Carlo Charlio Tasso), que se había unido a Mons. Marcel Lefebvre.

  

Rifan presentó a Riggitano-Prévost algunos de sus libros, artículos y explicaciones: «Hablé de nuestro camino teológico y espiritual, de cómo salimos de un estado de separación de la Iglesia y de cómo llegamos a comprender la necesidad de la comunión, en la que ahora nos encontramos, gracias a Dios y a la Iglesia».

  

Riggitano-Prévost le hizo varias preguntas sobre su posición, a las que Rifan respondió “correctamente”, dejándolo “satisfecho”: «Se dio cuenta de que somos muy diferentes de otros grupos radicales y cismáticos», dijo Rifan, distanciándose de ellos.

   

Recordó con el Papa la frase de San Agustín: «Fuera de la Iglesia se pueden tener muchas cosas buenas; se puede cantar Aleluya, Amén, hacer la señal de la cruz, etc.… Pero fuera de la Iglesia no hay salvación» [La idea es esa, PERO literalmente, no lo dijo así].

   

Rifan explicó que su administración está en comunión con el obispón territorialmente responsable de Campos y con los demás obispones.

  

Punto clave: Ya ha presentado su carta de renuncia al cumplir los 75 años, junto con «la necesidad de que sigamos teniendo un obispo».

  

Como era de esperar, no hubo respuesta inmediata de Riggitano-Prévost.

  

El obispón Rifan comentó: «Por supuesto, su respuesta llegará a través de los canales apropiados, después de las consultas habituales».

  

Rifan concluyó diciendo que estaba «muy complacido por esta visita cordial y auspiciosa, que demuestra nuestra adhesión y comunión con la Cátedra de Pedro en su persona».