Traducción del Comentario de los Padres de TRADITIO.
Un manuscrito medieval escrito en latín describe cómo los gatos
pudieron haber detenido la Peste negra matando las ratas que portaban la
pulga de la plaga.
No fueron los Católicos, sino los herejes anticatólicos que creían que los gatos eran familiares de las brujas y quienes supersticiosamente exterminaban a los mismos gatos que pudieron haber salvado a Europa de la Peste negra que diezmó a más de un tercio de su población.
Un nuevo estudio médico muestra cómo los médicos católicos medievales habían descubierto antibióticos incluso más efectivos que algunos de los actuales, pero los herejes odiaron a la Iglesia Católica “medieval” y destruyeron su conocimiento médico por muchos siglos.
No fueron los Católicos, sino los herejes anticatólicos que creían que los gatos eran familiares de las brujas y quienes supersticiosamente exterminaban a los mismos gatos que pudieron haber salvado a Europa de la Peste negra que diezmó a más de un tercio de su población.
Un nuevo estudio médico muestra cómo los médicos católicos medievales habían descubierto antibióticos incluso más efectivos que algunos de los actuales, pero los herejes odiaron a la Iglesia Católica “medieval” y destruyeron su conocimiento médico por muchos siglos.
Has escuchado el ridículo comentario malicioso de los izquierdistas,
ateos y secularistas: El Catolicismo es “medieval”. Los Católicos, por
el contrario, señalan la Edad Media como un culmen de la Iglesia,
blasonando algunas de las mentes más brillantes de la historia, como el
científico Rogerio Bacon, el compositor Perotín el Grande, el pintor
Giotto, y los filósofos-teólogos San Alberto el Grande, Santo Tomás de
Aquino y San Buenaventura, entre tantos otros. Como de costumbre, los
izquierdistas están mortalmente equivocados, y un nuevo estudio
científico lo demuestra.
Investigadores en medicina decidieron probar las prescripciones
católicas medievales, esperando completamente que fueran inocuas, cuando
no perjudiciales. Pero tiene sentido que la Iglesia fue un líder en la
medicina, siendo la primera en difundir en Occidente el conocimiento de
figuras tan legendarias como Hipócrates (el del Juramento que aún toman
los médicos hoy en día), Galeno, y Aulo Cornelio Celso. La misión de la
Iglesia Católica es el cuidado de las almas, lo que frecuentemente
traslapa con el cuidado del cuerpo. La Iglesia Católica organizó la
primera red de enfermería y hospitales en la historia. Muchos
monasterios tenían anexo un hospital para los pobres. Las universidades
católicas medievales también desarrollaron la ciencia médica hasta un
grado significativo aunque aún desconocido.
Los investigadores esperaban plenamente que las prescripciones
medievales que estudiaban fueran a lo mejor simples placebos. Pero lo
que encontraron ha conmocionado la ciencia médica. Parece que mucho
antes de que Alexander Fleming, quien descubriera la Penicilina en 1928,
los médicos católicos medievales habían descubierto los antibióticos. Una prescripción medieval,
llevada a la práctica, fue un antibiótico más efectivo contra la
virulenta bacteria estafilococo, que aún continúa eludiendo a los
científicos modernos, ahora en la forma letal MRSA (Estafilococo Aureo
resistente a la Meticilina), que mata a un millón de personas al año,
del cual se espera que llegue a los diez millones para 2050.
Si los médicos católicos medievales estaban tan informados, ¿por qué
este conocimiento cayó en el desuetudo y comenzó a retornar sólo en la
era moderna? Bueno, parece que la causa fue similar a la razón de por
qué la Peste Negra barrió con más de un tercio de la Europa del siglo
XIV: La superstición, no por parte de los Católicos, sino de parte de
los anticatólicos. Fueron los herejes de la Edad Media quienes mataron
gatos porque los consideraban familiares de las brujas, mientras qie los
católicos no creen en brujas. Si los herejes anticatólicos no hubieran
matado a todos los gatos, las ratas, que son los vectores de las pulgas
de la Plaga bubónica y que eran la presa de los gatos, hubieran sido
exterminadas.
Así pues, los herejes, que odiaron a la Iglesia Católica, han
caracterizado a la Iglesia Católica medieval como oscura y retrógrada,
en frontal oposición al pensamiento “iluminado” de los herejes. Por
tanto, los herejes rechazaron todos los beneficios que la medicina
católica medieval podía proveer. Los investigadores médicos modernos
tienen como hecho probado que la medicina católica medieval estaba
ampliamente desarrollada y usaba el método científico de observación y
experimentación. Ahora las prescripciones medievales están comenzando a
formar la base de la investigación moderna sobre nuevos antibióticos
desesperadamente necesitados. Otra receta católica medieval puede tener
la clave para revertir la degeneración macular, una aflicción
crecientemente común entre nuestra población moderna de la tercera edad.
Un manual católico medieval contiene casi 6000 referencias para
ingredientes específicos y 360 prescripciones muy detalladas, que se
dirigen sobre 110 enfermedades. [Parte de la información para este
Comentario proviene de la serie de conferencias de la U.S. Library of Commerce]
Verdaderos Católicos, hemos escuchado las difamaciones contra los
Católicos tradicionales, particularmente en la Alta Edad Media. Ahora la
medicina moderna ha dado un mentís a la propaganda moderna anticatólica
y ha encontrado evidencia de que los científicos católicos medievales
fueron más inteligentes que los científicos secularistas modernos, que
ahora son vistos como los responsables de poner la medicina moderna
siglos por detrás de los avances católicos, y que como resultas mataron a
más de la tercera parte de la población europea.
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