Durante un encuentro el 30 de Mayo pasado con una delegación del Patriarcado de Moscú encabezada por el Metropólita Hilarión Alféyev de Volokolamsk (Presidente del Departamento de Relaciones Exteriores del Patriarcado de Moscú), el antipapa Francisco I ha subrayado que no quiere que los ortodoxos rusos se conviertan en Católicos: «No permitiremos nunca que se haga esto, no quiero. Esta es mi posición y la de la Santa Sede hoy. Aquellos que no obedezcan esta orden, no obedecen a la Santa Sede».
«En Moscú, en Rusia, solamente hay un patriarcado: el vuestro (del “querido hermano” Cirilo I). Nosotros no estableceremos otro», insistió Bergoglio, en respuesta a las supuestas acusaciones de que Sviatoslav Shevchuk Krokis, primado de la Iglesia Greco-Católica de Ucrania, «apoya el proyecto de una Iglesia Ortodoxa Local de Ucrania unificada mientras dice que la unidad de esta Iglesia debería construirse sobre el sucesor de San Pedro, esto es, el Papa de Roma. En otras palabras, es nada menos que un intento de envolver a la ortodoxia ucraniana en el uniatismo», según afirmara Hilarión en una entrevista concedida al canal NTV el día 27.
Bergoglio también rechazó la idea de que debería haber un acuerdo doctrinal entre Roma y Moscú, y posteriormente un camino de unidad. Afirmó: «Esto no funciona para el ecumenismo», siendo consecuente con su parecer de que los cristianos no deben esperar que se resuelvan los problemas doctrinales, como sucede exactamente frente a las negociaciones con la FSSPX de Fellay.
En una palabra, Bergoglio, al igual que sus antecesores desde Roncalli, apela a un ecumenismo sin verdad ni fe. O lo que es lo mismo, Bergoglio aplica un ecumenismo anti-Mortálium Ánimos. Por lo que reiteramos que es uno de los hechos que demuestra que la iglesia conciliar (hoy gobernada por Bergoglio) NO ES LA VERDADERA IGLESIA CATÓLICA, FUERA DE LA CUAL NO HAY SALVACIÓN PARA NADIE.
Quiera Dios nuestro Señor que Rusia, y las demás naciones cismáticas, regresen pronto a la unidad que es la Iglesia Católica, como pidiera Pío XII al consagrar a Rusia al Inmaculado Corazón de María el 7 de Julio de 1952 mediante la carta “Sacro Vergénte Anno”.
Quiera Dios nuestro Señor que Rusia, y las demás naciones cismáticas, regresen pronto a la unidad que es la Iglesia Católica, como pidiera Pío XII al consagrar a Rusia al Inmaculado Corazón de María el 7 de Julio de 1952 mediante la carta “Sacro Vergénte Anno”.
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