Ayer cayó Mariano Rajoy Brey (tipo que, honestamente, no era de nuestros afectos, pero que al menos redujo el paro y logró aumentar el número de pensionistas, y trató de controlar la secesión de Cataluña) como consecuencia del escándalo de la “trama Gürtel”, y hoy asumió Pedro Sánchez Pérez-Castejón (del PSOE) como Presidente de Gobierno de España. Y en su posesión ante el sedicente Rey de España, él hizo la promesa -que no juramento- ante la Constitución de 1978, mas sin la presencia de la Biblia ni del crucifijo en la mesa (en ese caso, se juntaron el hambre y las ganas de comer: el novel Presidente de Gobierno es ateo, y Felipe VI definió como opcional la presencia de símbolos religiosos en la jura de cargos -tanto de Rey como de Presidente de Gobierno-).
La historia se repite: Un gobierno de centro-derecha derrocado por los socialistas (En el 34, con un uso sistemático del fraude electoral y el escándalo del estraperlo. Hoy, con la Gürtel y un golpe parlamentario apoyado por los comunistas de Izquierda Unida y Podemos, y los separatistas del PNV y ERC). En serio, ¿los socialistas no saben llegar al poder con elecciones libres y sin elementos coyunturales?
A los desmemoriados y amnésicos por la “Ley de Memoria histórica” (“Lobotomía histérica” más bien) que aprobara José Luis Rodriguez Zapatero para vengarse de la derrota sufrida en la Guerra Civil: Los socialistas reprimieron con crueldad la insurrección de Asturias, asesinaron a José Calvo Sotelo y José Antonio Primo de Rivera y Sáenz de Heredia, y por medio de Francisco Largo Caballero (cabecilla de la insurrección del 34 y apodado “el Lénin español”), entregaron el poder al huria (judío asquenazí georgiano) Josef David Vissarionovich Dzugashvili, alias José “Kojba” Stalin. Sobre todo, recordemos las palabras de Largo Caballero (¡SOCIALISTAS, VENID A NEGARLO!):
- «La disolución de las Cortes sería la señal para que el Partido Socialista y la Unión General de Trabajadores lo considerasen como una provocación y se lanzasen a un nuevo movimiento revolucionario. No puedo aceptar tal posibilidad que sería un reto al Partido y que nos obligaría a ir a una guerra civil» (Acta de sesiones del Parlamento, 23 de Noviembre de 1931)
- «El jefe de Acción Popular (José María Gil-Robles) decía en un discurso a los católicos que los socialistas admitimos la democracia cuando nos conviene, pero cuando no nos conviene tomamos por el camino más corto. Pues bien, yo tengo que decir con franqueza que es verdad. Si la legalidad no nos sirve, si impide nuestro avance, daremos de lado la democracia burguesa e iremos a la conquista del Poder. No hay hoy en España una docena de obreros dispuestos a salvar la República» (Discurso en el XIII Congreso del PSOE, 10 de Febrero de 1932)
- «Se dirá: ¡Ah esa es la dictadura del proletariado! Pero ¿es que vivimos en una democracia? Pues ¿qué hay hoy, más que una dictadura de burgueses? Se nos ataca porque vamos contra la propiedad. Efectivamente. Vamos a echar abajo el régimen de propiedad privada. No ocultamos que vamos a la revolución social. ¿Cómo? (Una voz en el público: ‘Como en Rusia’). No nos asusta eso. Vamos, repito, hacía la revolución social… mucho dudo que se pueda conseguir el triunfo dentro de la legalidad. Y en tal caso, camaradas habrá que obtenerlo por la violencia… nosotros respondemos: vamos legalmente hacia la revolución de la sociedad. Pero si no queréis, haremos la revolución violentamente (Gran ovación). Eso, dirán los enemigos, es excitar a la guerra civil… Pongámonos en la realidad. Hay una guerra civil… No nos ceguemos camaradas. Lo que pasa es que esta guerra no ha tomado aún los caracteres cruentos que, por fortuna o desgracia, tendrá inexorablemente que tomar. El 19 vamos a las urnas… Mas no olvidéis que los hechos nos llevarán a actos en que hemos de necesitar más energía y más decisión que para ir a las urnas. ¿Excitación al motín? No, simplemente decirle a la clase obrera que debe preparase… Tenemos que luchar, como sea, hasta que en las torres y en los edificios oficiales ondee no la bandera tricolor de una República burguesa, sino la bandera roja de la Revolución Socialista». (Discurso en Don Benito, 8 de Noviembre de 1933. Publicado en El Socialista, órgano informativo oficial del PSOE, 9 de Noviembre de 1933)
- «Los obreros han terminado con el mito republicano. Todos entienden que ya no queda otro camino a seguir sino el de la República socialista. Para nosotros, cuantas más dificultades encuentren nuestros enemigos en la solución de los problemas nacionales, mejor. Estamos dispuestos a no retroceder y a llegar a donde sea necesario. Necesitaremos someter a nuestros enemigos para conseguir la completa emancipación de la clase proletaria». (Discurso de cierre de campaña, Noviembre de 1933)
- «Yo creo que el Partido Socialista es el único verdaderamente marxista. ¡Si estudiando las teorías tenemos que convencernos de que no puede haber otro! Marx se llamaba comunista para diferenciarse de otros socialistas utópicos que había entonces, como Saint-Simon, Owen, etc. Pero según explica Engels, de no ser así, se hubiera llamado socialista. ¿Qué es lo que persigue el Partido Socialista? La socialización de los medios de producción y de cambio. ¿Y el partido comunista? Lo mismo. En cuanto a táctica, nosotros preconizamos la lucha sindical y política. Y los que se llaman comunistas organizan huelgas y van a las elecciones, cuando las hay, lo mismo que nosotros. ¿Qué diferencia hay, pues, que pudiera hacerme pasar al partido comunista? Yo afirmo ante la clase trabajadora que no son más comunistas que nosotros; que el problema se reduce solamente a que hay unos cuantos líderes en pugna con el Partido Socialista, que pretenden arrebatarle la hegemonía política sobre la clase obrera. Porque si ellos dicen en sus discursos que están dispuestos a dar la vida y la libertad por las reivindicaciones proletarias, nosotros lo decimos también. Y además, lo hemos demostrado con los hechos. De modo que ni en eso nos pueden ganar». (Discurso en el Cinema Europa, Noviembre de 1933)
- «En las elecciones de abril (1931), los socialistas renunciaron a vengarse de sus enemigos y respetaron vidas y haciendas; que no esperen esa generosidad en nuestro próximo triunfo. La generosidad no es arma buena. La consolidación de un régimen exige hechos que repugnan, pero que luego justifica la Historia» (Discurso del 1 de Noviembre de 1933).
- «No creemos en la democracia como valor absoluto. Tampoco creemos en la libertad» (Conferencia en Ginebra, verano de 1934). Luego de haber sido prisionero en Sachsenhausen, él mismo ¡SE TRAGÓ SUS PALABRAS!
- «Quiero decirles a las derechas que si triunfamos colaboraremos con nuestros aliados (los comunistas, los separatistas y los anarquistas); pero si triunfan las derechas nuestra labor habrá de ser doble, colaborar con nuestros aliados dentro de la legalidad, pero tendremos que ir a la Guerra Civil declarada. Yo deseo una República sin lucha de clases; más para eso es necesario que desaparezca una de ellas. Y esto no es una amenaza, es una advertencia; y que no digan que nosotros decimos las cosas por decirlas, que nosotros lo realizamos». (Mítin en Alicante, 19 de Enero de 1936).
- «La clase obrera debe adueñarse del Poder político, convencida de que la democracia es incompatible con el socialismo, y como el que tiene el poder no ha de entregarlo voluntariamente, por eso hay que ir a la revolución. Si los socialistas son derrotados en las urnas, irán a la violencia, pues antes que el fascismo preferimos la anarquía y el caos». (Mítin en Linares, 20 de Febrero de 1936). Fascismo que él mismo negaba ante representantes hispanoamericanos de la OIT en Junio de 1933: «En España, afortunadamente, no hay peligro de que se produzca ese nacionalismo exasperado (…) No hay un ejército desmovilizado (…) No hay millones de parados que oscilen entre la revolución socialista y el ultra nacionalismo (…) No hay nacionalismo expansivo ni militarismo (…) No hay líderes». Con palabras similares se expresó Luis Araquistaín en abril del 34.
- «Un recuerdo para todas las víctimas ocasionadas por la represión brutal de octubre (de 1934) … y que prometemos que hemos de vengarlas… No vengo aquí arrepentido de nada… Yo declaro... que, antes de la República, nuestra obligación es traer al socialismo... Hablo de socialismo marxista... socialismo revolucionario... somos socialistas pero socialistas marxistas revolucionarios… Sépanlo bien nuestro amigos y enemigos: la clase trabajadora no renuncia de ninguna manera a la conquista de Poder… de la manera que pueda… La República… no es una institución que nosotros tengamos que arraigar de tal manera que haga imposible el logro de nuestras aspiraciones… Nuestra aspiración es la conquista del poder... ¿Procedimiento? ¡El que podamos emplear!… Parece natural que se aprovechase ahora la ocasión para inutilizar a la clase reaccionaria, para que no pudiera ya levantar cabeza» (Discurso en el mítin de Cinema Europa de Madrid, reproducido en El Socialista, 13 de Enero de 1936).
- «Cuando el Frente Popular se derrumbe, como se derrumbará sin duda, el triunfo del proletariado será indiscutible. Entonces estableceremos la dictadura del proletariado, lo que… quiere decir la represión de las clases capitalistas y burguesas» (Diario El Socialista, 24 de Mayo de 1936).
Ahora, dejando de lado tantos discursos (que en otra oportunidad trataremos de ello), ¿qué le depara a España bajo un nuevo gobierno socialista en la persona de Pedro Sánchez? ¿Otra guerra? No lo creemos factible, ya que los tres ejércitos se han desmoralizado y vendido a la OTAN y al Estado Mayor de la UE. ¿Crisis económica (de nuevo como en 2011) como la de Grecia? ¿Secesionismo como en la antigua Yugoslavia? ¿Persecución religiosa como en el 36? Probablemente sí ad totum. No somos profetas, pero queremos concluir con las palabras de uno que sí lo fue:
«... Y nuestra pobre España, que palmo a palmo ha sido conquistada por la Cruz, se ha convertido en un pueblo de ilotas, que corre al precipicio y lucha por romper con sus tradiciones, su historia y su propia manera de ser. La negación del principio de autoridad en política ha producido necesariamente la negación del mismo en Religión.Así, pues, no os asombréis si veis un joven e inexperto monarca derribado de su trono por maquinaciones tenebrosas, buscando asilo en la Ciudad Eterna; no os asombréis si veis la vana e ignorante impudicia de una mujer derribada por los mismos que de ella han participado, buscando un triste asilo en un foco de corrupción; y no os asombréis si veis el orgullo y la hipocresía que debían su elevación a la espada, recurrir más tarde, aunque inútilmente, a la misma espada para sostenerse; no os asombréis si veis la flaqueza, ya precozmente maliciosa, derribada por los mismos que derribaron la vana e ignorante impudicia de una mujer; no os asombréis en fin, si veis a un ladrón coronado caer ignominiosamente en el momento mismo en que, si bien forzado, va a consumar un nuevo robo sacrílego». (Padre Fray Jacinto Coma y Galí OM, Sermón a las religiosas de la Inmaculada Concepción de Manresa, año 1849)
JORGE RONDÓN SANTOS
2 de Junio de 2018
Sábado infraoctava de Corpus, y fiesta de los Santos Pedro y Marcelino, Mártires.
«En las elecciones de abril (1931), los socialistas renunciaron a vengarse de sus enemigos y respetaron vidas y haciendas; que no esperen esa generosidad en nuestro próximo triunfo. La generosidad no es arma buena. La consolidación de un régimen exige hechos que repugnan, pero que luego justifica la Historia» (Discurso del 1 de Noviembre de 1933).
ResponderEliminarAsí, con la lógica de ese Largo Caballero, ¿por qué sus epígonos de él (Zetapé, Pedro Sánchez et al.) le niegan a Franco esa misma justificación de la Historia? Me pregunto yo.
Pedro Sanchez es lacayo del Clan Bilderberg y de los masones. Lo que va a pasar en Espana sera peor que los hechos del 36. Mucho peor. Los separatistas catalanes ya han sacado las orejas del lobo y estan golpeando a los catalanes que se sienten espanoles y los vazcos apenas estan calentando para hacer valer el pacto diabolico hecho con Pedro Sanchez. Guerra Civil a la vista.
ResponderEliminar«El primer nombre de Stalin, Iosif, no es nada corriente entre la población georgiana ni entre la rusa ortodoxa; en cambio, es frecuente entre los judíos orientales. Lo mismo puede decirse de su segundo nombre, David. Vissarionovich, significa, en ruso, hijo de Vissarion; según Traian Romanescu (La Gran Conspiración Judía, México, 1961, págs. 138-139) Vissarion es un nombre corriente entre las comunidades hebreas de Caucasia. Finalmente, el apellido paterno de Stalin, esto es, Djugaschvili, significa, textualmente, en lengua georgiana, “hijo de un judío”». (Joaquín Bochaca Oriol, La Historia de los vencidos: el suicidio de Occidente. Barcelona, Wotan Ediciones, 2006)
ResponderEliminar