Visión del Infierno de Santa Francisca Romana (Antoniazzo Romano. Roma, monasterio de Tor de’ Specchi).
El Infierno está dividido en tres partes: superior, medio e inferior. Lucifer está en el fondo del Infierno inferior. Bajo Lucifer, jefe universal de los demonios y de los condenados, hay tres jefes que le están subordinados y que son superiores a los demás: Asmodeo, que era un querubín, preside a los pecados de la carne; Mammon, que era un trono, preside a los de la avaricia. Es interesante ver cómo el dinero forma por sí solo una de las tres grandes categorías de pecados. Beelzebub preside a los pecados de la idolatría.
Todo crimen de magia, espiritismo, etc., corresponde a Beelzebub. Él es particular y especialmente el príncipe de las tinieblas. Por las tinieblas es torturado y con las tinieblas tortura a sus víctimas.
Una parte de los demonios permanece en el Infierno; otra reside en el aire, otra entre los hombres, buscando a cuál devorar. Los que están en el Infierno dan sus órdenes y envían sus delegados.
Los que están en el aire obran físicamente en las perturbaciones atmosféricas y telúricas; lanzan por todas partes sus malas influencias e infectan el aire física y moralmente. Su misión especial es debilitar el alma. Y cuando los demonios de la tierra ven a un alma debilitada por la influencia de los demonios del aire la atacan en medio de su desfallecimiento para vencerla más fácilmente.
La atacan en el momento en que desconfía de la Providencia, pues esta desconfianza, cuyos inspiradores especiales son los demonios del aire, prepara al alma a la caída que los demonios de la tierra solicitan.
SANTA FRANCISCA ROMANA, Visión del Infierno.
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