Traducción del artículo publicado por Pietro C. en TRADITIO LITURGICA. El autor original es ortodoxo, pero la noticia es de pertinencia porque la otra parte es precisamente la iglesia conciliar.
El arcipreste de la “Iglesia Ortodoxa Ucraniana” Vasily Kuchyrka (derecha) concelebrando la Divina Liturgia de San Basilio junto con el presbítero conciliar Aleš Tomaševič en la iglesia de San Ulrico en Dobrunje, Liubliana (Eslovenia) - Foto: Embajada de Ucrania en Eslovenia
Hace un cierto tiempo que me entretengo al observar la situación religiosa ucraniana complicada por la creación de una nueva “Iglesia” autocéfala por parte del patriarca Bartolomé, generosamente recompensado según no pocas fuentes y agencias de prensa. La creación de esta nueva “Iglesia” autocéfala fue hecha contra todas las reglas previstas en el mundo Ortodoxo, reglas que habrían pedido mayor prudencia, un tiempo de penitencia y una nueva imposición de las manos sobre todo el clero de la precedente “Iglesia” disidente, como NO ha sucedido. Al contrario, tal nueva “Iglesia” fue creada sin algún procedimiento regular, violando los cánones y las prescripciones antiguas, y con el ímpetu personalístico y despótico de Bartolomé, que no ha querido escuchar consejos o críticas; Bartolomé ha hecho correr la voz de que los eslavos están contra los griegos por su proceder, una crítica que es en realidad un paravento para otro diferente. Así, últimamente se ha trascendido que una persona que no es antihelénica y prejuiciosa a él, como el arzobispo Anastasio de Tirana, había avanzado fuertes perplejidades sobre su proceder por la falta de reordenación de los clérigos los cuales, rebus sic stantibus, permanecen probablemente como simples laicos vestidos de sacerdote (ver aquí). Mas Bartolomé no quiere escuchar objeciones y ¡¡¡parece que el hecho de concelebrar con los posibles laicos no lo descomponga precisamente en el momento que él, y ningún otro, ha decidido que no lo son!!!
Nacida sin observar las tradiciones que la contradicen, esta nueva “Iglesia” ucraniana, continúa obrando sin atenerse a normas precisas, incluso, parecería que prescinde de ellas con el tácito consentimiento o la tolerancia de Bartolomé, del cual depende, de hecho, (¡su autocefalia es más aparente que real!). Lo que hace de esta el signo de una nueva eclesiología cismática, al lado de la antigua ortodoxia y, sobre todo, la torna una base privilegiada para experimentos y novedades que deberán conducir al mundo Ortodoxo o lo que de él quede, al menos en las intenciones de quien lo espera, a la unión con el mundo católico (modernista). No por casualidad se habla siempre más insistentemente que la “Unión” entre las dos Iglesias esté prevista para el 2025, fecha símbolo en cuanto aniversario del I Concilio de Nicea (325). En el entretiempo, las dos Iglesias concelebran ya: han acontecido diversas concelebraciones entre ucranianos “ortodoxos” y grecocatólicos. Últimamente, como en una cierta medida ha sucedido en Eslovenia ver aquí, estos “ortodoxos” ucranianos han concelebrado también con sacerdotes latinos. Es necesario precisar que estos experimentos y “uniones” no son el fruto de un amor por la fe y la verdad, sino de su increíble relativización y, por eso, además de crear posteriores confusiones, expandirán ambientes ficticios solo nominalmente cristianos pero de hecho cortantemente fuera de la Una, Santa, Católica y Apostólica Iglesia. Un verdadero y apropiado espíritu de apostasía y de práctico indiferentismo se difunde como mancha de aceite en las estructuras eclesiásticas de la antigua Europa...
Así es, lo raro del caso, bueno ni tanto, es que Bergolio dice que no reconoce la Iglesia autocefala de Ucrania, ¿que tiene que ver esto? Pues precisamente que aquí están concelebrando muy amistosamente, como bien dice el artículo, Bartolome le valió y dio un documento de autocefala inválido, para con placer a sus jefes masones, a Bergolio, su amiguito y los demás de EEUU para provocar una guerra, Bartolome esta cegado, es un títere más de la masonería. Tengo la nota que el patriarca de Jerusalén, no aceptaría a la fiesta de Pascua en el Santo Sepulcro a los ucranianos que estubisen en comunión con Epifanio, pseudopatriarca de Ucrania, solo a los que estuviesen con el legítimo metropolita cuyo nombre no recuerdo bien como se escribe, la masonería, que está detrás de todo, y sus títeres que provocan escándalos y cismas y más aún, señales inminentes que el anticristo ya está en este mundo, espero no lo tomen muy exagerado...
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