domingo, 23 de junio de 2019

LA CARIDAD NO SE PIERDE AL ALEGRARSE DEL MAL AJENO, SI LE REPRESENTA OPORTUNIDAD DE CONVERSIÓN O PARA CESAR EL ESCÁNDALO

«Tal vez es lícito complacerse en el mal temporal de alguno, cuando se espera que de aquel mal temporal ha de resultar un bien espiritual a él, o a otros. Por ejemplo, si el que sufre el mal fuese un pecador obstinado o escandaloso, dice San Gregorio, que es lícito alegrarse de él, o de que caiga enfermo, o que se empobrezca, para que deje su mala vida, o cese de escandalizar a los demás: “Eveníre plerúmque potest, ut, non amíssa charitáte, et inimíci nostri ruína lætíficet, et ejus glória sine invídiæ contrístet: cum et, ruénte eo, quósdam bene érigi crédimus, et proficiénte illo, plerósque injúste opprími formidámus” [Puede acontecer muchas veces, que sin perder la caridad nos alegremos de la ruina de un enemigo nuestro, y sin pecado de envidia nos entristezca su gloria, como por ejemplo, cuando su caída sirve para aliviar a muchos de sus miserias, y cuando tememos que su prosperidad le sirva para oprimir injustamente a muchos otros] (Morália sive Exposítio in Job, libro XXII, cap. 2)».

SAN ALFONSO MARÍA DE LIGORIO, Sermón para la Domínica I después de Pentecostés “La Caridad con el prójimo”, punto 1.3: De la Caridad en pensamiento. En Sermones abreviados para todas las domínicas del año. Barcelona, Librería de Pons y Cía, 1865, pág. 253.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Preferiblemente, los comentarios (y sus respuestas) deben guardar relación al contenido del artículo. De otro modo, su publicación dependerá de la pertinencia del contenido. La blasfemia está estrictamente prohibida. La administración del blog se reserva el derecho de publicación (sin que necesariamente signifique adhesión a su contenido), y renuncia expresa e irrevocablemente a TODA responsabilidad (civil, penal, administrativa, canónica, etc.) por comentarios que no sean de su autoría.