miércoles, 1 de abril de 2020

EL MODERNISTA JEAN GUITTON CONSIDERABA EL NOVUS ORDO “UN SERVICIO PROTESTANTE”

Tomado de ASOCIACIÓN CULTURAL MONTFORT. Traducción propia.
    
Jean Marie Pierre Guitton Bertrand
    
Considerando la reforma litúrgica de la Misa, impuesta por el Papa Pablo VI a toda la Iglesia latina en los años 70, Jean Marie Pierre Guitton Bertrand, modernista y masón, hace, entre otras, las siguientes afirmaciones:
  1. “Antes del concilio, la Misa era la Misa. Evidentemente en latín no se entendía nada, pero se tenía la impresión (¿¿¿impresión???) que era la Misa. Sin embargo, ahora se tiene la sensación que sea la traducción de un servicio protestante. Desde mi punto de vista, la reforma de la liturgia deseada por el concilio (Vaticano II) era buena; pero ella no quería que la Misa, la Eucaristía, fuesen sacrificadas, ni mucho menos reducidas a lo que los protestantes hacen durante su ceremonia, que llamamos la cena. Por ejemplo, cuando se decidió que el sacerdote no celebrase más vuelto al altar, dándole las espaldas a los fieles, sino de cara hacia ellos, fue ejecutada una reforma decisiva que realmente perturbó a muchos cristianos. Con razón (¿¿¿Con razón???) se quiso celebrar la liturgia en la lengua común —para que los fieles la comprendiesen—, pero sin querer abolir lo sagrado. Hoy, prácticamente, la Eucaristía no tiene más el carácter sagrado, serio y divino que tenía en el pasado. (...)”. [J. Guitton con Francesca Pini, L’infinito in fondo al cuore, (El infinito en el fondo del corazón). Ed. Mondadori, Milán, 1998, pág. 103. La negrilla es nuestra].
  2. “(...). Frecuentemente me pregunto si los sacerdotes que rezan la Misa creen verdaderamente que la hostia sea el cuerpo y la sangre de Cristo. Principalmente cuando —terminada la función— los vemos huir con prisa y furia de la iglesia, como si hubiesen acabado su jornada. Entonces las personas se preguntan si los sacerdotes creen verdaderamente. Si los sacerdotes no creyesen, de hecho, ¿por qué ellos deberían creerlo?” (Op. cit., pág. 104. La negrilla es nuestra).
  3. A la pregunta de Francesca Pini si “hoy, por tanto, la misa corre el riesgo de asemejarse a una liturgia de la palabra”, Guitton responde:
    Los  protestantes no tienen esta idea del sacramento, de la transubstanciación: ellos repiten lo que ha hecho Jesucristo, pero en modo simbólico. Su cena es una liturgia de la palabra, no es un acto que transforma (¿¿¿transforma o transubstancia???) el pan y el vino en el cuerpo y en la sangre de Cristo en el sentido fundamental del gesto, así como piensan (¿?) los católicos. La Iglesia católica tiene razón de querer tornar su liturgia más accesible y comprensible a los protestantes, ¡pero no puede abandonar la esencia del catolicismo: que en el pan y el vino consagrados están el cuerpo y la sangre de Cristo en el sentido sustancial, verdadero y profundo!” (Ibid., pág. 104. La negrilla es nuestra).
Preguntamos: Jean Guitton, considerado el “más grande filósofo católico del siglo XX”, amigo íntimo de Pablo VI, presente en el concilio Vaticano II y el único laico que, en toda la historia de la Iglesia, ha tenido el derecho de hablar en un concilio, Guitton, en su crítica a la “Nueva Misa” de Pablo VI, ¿ha afirmado, o no, una verdad?
 
Como simples católicos laicos, esperamos una seria respuesta, clara y objetiva, particularmente de parte de los teólogos, a esta cuestión importante y actual.
  
MARCO FEDELI
Junio de 2003

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