jueves, 2 de noviembre de 2023

BEATOS JUAN SLADE Y JUAN BODEY, MÁRTIRES


Juan Slade nació en Dorsetshire. Estudió en el New College de Oxford y practicó el oficio de maestro de escuela. El celo con que defendió la fe, movió a perseguidores a arrestarle so pretexto de que negaba la supremacía regia en lo espiritual. El Beato Juan fue juzgado en Winchester, junto con el Beato Juan Bodey, en abril de 1583. Aunque ambos fueron condenados, el juicio se repitió cuatro meses más tarde en Andover. El cardenal Guillermo Allen veía en ello una prueba de que los perseguidores reconocían que el primer juicio había sido injusto e ilegal. Sin embargo, los jueces volvieron a condenar al Beato Juan Slade, que fue ahorcado, arrastrado y descuartizado en Winchester, el 30 de octubre de 1583. Allí dijo:
faith, what faith ? no rare faith, but euen the faith that hath, continued from all posterities: 
   
Sir William Kingsmell, knight, spake to him as thus : Slade, doe not thus delude the People with plausible speeches, you are come hither to suffer death for high treason against her Maiestie, you have ben lawfully and sufficiently convicted therof, and therfore you are brought to endure y^ punishment that Law hath assigned you. You have denyed her maiestie to haue any supremacie ouer the Church of Christ in England, both in causes Ecclesiasticall andtemporall, which fact is high treason : and therfore you .are worthy to suffer death, in that you will not giue her maiestie her dutie and your allegiaunce.

Oh Sir William (quoth he) I will giue her maiestie as mutche as euer hath beene giuen to any Prince in this Realme, & wil shew her as much dutie, as he that is her most obedient Subject. 

That do you not (answered Sir William Kingsmell) for you rob her of her Ecclesiastical and temporal gouernement, which all Princes hath enjoyed, and you traiterously take from her : therefore how do you giue her as much as any Prince hath had, and howe doe you showe your selfe a subiect, in this unnaturall dealing, to preferre a forraine gouernement, before your owne lawfull Queen.

Sir (sayd Slade) the supremacie hath & doth belong to the Pope by right, euen as from Peter, & the Pope hath receiued it by diuin prouidence : therefore we must not giue those thinges belonging to god, to any other then him alone : and because I wil not do otherwise, I may saye with the three children in the firie Ouen, and the first of the Widowes seuen Sonnes, in the Maccabees. Paráti sumus mori, magis quam pátrias Dei leges prævaricári.
    
Then M. Robert White (high Sherife of the Shiere) sayd to him, that he shewed himself very undutifuU to her Maiestie : and therfore willed him to aske her forgiuenes, a lo cual respondió: Oh señor comisario, tú sabes que si Pablo y Pedro hubieran obedecido a sus príncipes, ellos no habrían padecido la muerte.
Ante eso el presbítero anglicano Roberto Bennett, rector del Hospital de la Santa Cruz y capellán del Tesorero real Roberto Cecil, espetó: Slade, no abuses de la gente así, con esas palabras: Pablo y Pedro fueron condenados a muerte por la religión, a ellos les fue ordenado no predicar en nombre de Jesús, ¿a ti se te ordenó tal cosa?
   
Oh señor, yo quisiera que te comportases después de tu manera de tunante, cuya naturaleza es de olvidar, y así lograría que olvides tu malvada vida y comenzar una nueva. 
   
Slade (said M. Bennet) I come as one that wisheth well to thy soule, thou art now at y^ pits brink, consider how highly thou offendest God, and likewise howe thou hast transgressed against her Maiestie : I desire thee in the bowelles of Christ, be not so wilfull, loose not that so lightly which he hath bought with his most pretious blood. And if my wordes may not preuaile with thee, yet for ye love of thine owne soule, forsake this damnable opinion, let not that unworthie Priest be preferred before thine own natural Princesse, who is the lawful supreme head of the church, next under Christ. Thou knowest how he hath depriued her of her gouernement by his excommunication, and wilt thou be so wicked as leane to him and forsake her?

Sir (answered Slade) you are very busie in words, if the Pope hath done so, yo pienso que él no ha hecho más de lo que podía y debía hacer, porque yo no reconoceré a otro jefe de la Iglesia sino el Papa, and her Maiestie hath no authoritie in temporall causes (likewise) but only what hee shall thinke good to allow her.
A esas palabras, el pueblo gritó: Fuera con el traidor, colgadlo, colgadlo. El comisario quiso nuevamente que le pidiera perdón a la reina, a lo que Slade respondió: ¿Por qué debería pedirle perdón como si la hubiera ofendido? Then M. Bennet desired him to commend his soule to God, and desire the people to praye for him, but he sayd, they and hee were not of one faith & therefore they should not praye for him, & I desire al blessed people (quoth he) to pray for me, and all the Saintes and blessed Companie of Heauen.

Juan Bodey nació en Wells, en 1549. Su padre era comerciante. El joven hizo sus estudios primarios en la escuela de Winchester y después se trasladó al New College de Oxford, del que llegó a ser miembro a los diecinueve años. En 1576, el obispo anglicano de Winchester Robert Horne expulsó de la Universidad a Juan y a otros siete. Al año siguiente, el beato fue a estudiar leyes en Douai. Según parece, se casó al volver a Inglaterra, ya que el Beato Guillermo Hart, en una carta que escribió a su madre poco antes de su ejecución, en marzo de 1583, le contaba que Juan Bodey estaba en la prisión y también le rogaba que saludase de su parte a «la Sra. María Bodey y a todos los demás». Juan Bodey fue hecho prisionero en Winchester en 1580, por el celo con que propagaba la fe católica. En la primavera de 1583, compareció ante los jueces junto con el Beato Juan Slade, acusado de haber negado la supremacía regia en lo espiritual. En agosto, fue nuevamente juzgado en Andover y se le volvió a condenar. El 16 de septiembre, escribió al Dr. Humphrey Ely una carta en la que le manifestaba que él y su compañero permanecían firmes en la fe y le pedía «Consideramos que el hierro que por esta causa se lleva en la tierra superará al oro y a las piedras preciosas en el cielo. Esa es nuestra marca, ese es nuestro deseo. Mientras tanto, estamos amenazados diariamente y miramos quietos cuando el obstáculo llegue a la puerta. Os suplico, pues, las buenas oraciones de todos vosotros para que Dios nos conceda la firmeza, gozo y perseverancia hasta el fin». 
Boyde fue ejecutado en Andover el 2 de noviembre. Antes de morir, besó la cadena y el maestro Bennet, quien buscó en vano disuadirlo de la fe papista. Luego, el comisario Sir William Kingsmel le dijo que moriría por la alta traición a Su Majestad, y de ahí había sido suficientemente censurado, a lo que respondió:
«En verdad, he sido bastante censurado, porque dos veces he sido condenado; vosotros podéis hacer de oír una Santísima Misa traición, o de decir un Ave María es traición, y podéis hacer traición de lo que queráis; pero yo no he cometido traición, aunque de hecho sufro el castigo debido a la traición».

El alguacil le preguntó: 

«Porque sabes que el Papa ha excomulgado a Su Majestad y la abandonas, y adhieres a él. ¿Qué dices? ¿La niegas su autoridad espiritual y no la reconoces como tu legítima reina?».

Respondió el beato 

«Sí, en las cosas que le pertenecen a ella la reconozco como mi legítima Soberana y Reina, pero para las causas espirituales, yo soportaré mil muertes antes que consentir a ello; y si el Papa ha hecho bien, dejadlo responder; si ha hecho mal, dejadlo responder tambien. Yo la reconozco como mi legítima Reina en todas las causas temporales, y nada más».

El comisario repuso: 

«Has hecho bien entonces, al satisfacer a la gente sobre la causa de tu muerte, porque (de otra manera) habrían sido engañado por tus palabras».

Y nuestro mártir replicó

«Vosotros entenderéis, buenas gentes, que sufro la muerte no por no conceder a Su Majestad ser cabeza suprema de la Iglesia de Cristo en Inglaterra, lo cual no puedo ni concederé».

 El comisario dijo

«Bien, entomces pide perdón a Su Majestad, y luego desea que el pueblo ore por ti».

Boyde contestó:

«En verdad, debo necesitar pedir perdón a Su Majestad, porque la he ofendido de muchas maneras, como usando juegos ilícitos, exceso de ornato, y otras ofensas a sus leyes; pero en esta materia vosotros me debéis perdonar. Y (al pueblo), porque ellos y yo somos diferentes en la religión, no los tendré rezando por mí. Ruego a Dios que mantenga a Su Majestad en tranquilidad sobre vosotros, incluso sobre la Reina Isabel, su reina y la mía; y deseo que no obedezcáis a nadie más».
Y diciendo Jesu, Jesu, esto mihi Jesu, subió al cadalso donde fue colgado y descuartizado. Se cuenta que la madre del beato celebró el martirio de su hijo con un banquete a sus amigos.

Véase Mons. Richard Challoner. Memoirs of Missionary Priests, and Other Catholics of Both Sexes, That Have Suffered Death in England; John Hungerford Pollen publicó por primera vez otros detalles sobre la vida de Juan Bodey, en Acts of English Martyrs (1891), pp. 49-65, y en las Publications de la Catholic Record Society, vol. V, pp. 39-50. Cf. Edwin H. Burton y J. H. Pollen, Lives of the English Martyrs, vol. I, pp. 8-21.

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