PROFÉSSIO FÍDEI CATHÓLICAM
Ego, GEÓRGIUS RONDÓN SANTOS, firma fide credo et profíteor ómnia et síngula, quæ continéntur in Sýmbolo, quo Sancta Romána Ecclésia útitur, videlicet:
Credo
in unum Deum, Patrem omnipoténtem, factórem Cœli et terræ, visibílium
ómnium et invisibílium. Et in unum Dóminum Jesum Christum, Fílium Dei
unigénitum. Et ex Patre natum ante ómnia sǽcula. Deum de Deo, lumen de
lúmine, Deum verum de Deo vero. Génitum, non factum, consubstantiálem
Patri: per quem ómnia facta sunt. Qui propter nos hómines et propter
nostram salútem descéndit de Cœlis. Et incarnátus est de Spíritu Sancto ex María Vírgine: Et homo factus
est. Crucifíxus étiam pro nobis: sub Póntio Piláto passus, et sepúltus
est. Et resurréxit tértia die, secúndum Scriptúras. Et ascéndit in Cœlum: sedet ad déxteram Patris. Et íterum ventúrus est cum glória
judicáre vivos et mórtuos: cujus regni non erit finis. Et in Spíritum
Sanctum, Dóminum et vivificántem: qui ex Patre Filióque procédit. Qui
cum Patre et Fílio simul adorátur et conglorificátur: qui locútus est
per Prophétas. Et Unam Sanctam Cathólicam et Apostolicam Ecclésiam.
Confíteor unum baptísma in remissiónem peccatórum. Et exspécto
resurrectiónem mortuórum. Et vitam ventúri sǽculi. Amen.
Apostólicas et Ecclesiásticas traditiónes reliquásque ejúsdem Ecclésiæ observatiónes et constitutiónes firmíssime admítto et ampléctor.
Item sacram Scriptúram juxta eum sensum, quem ténuit et tenet sancta
Mater Ecclésia, cujus est judicáre de vero sensu et interpretatióne
sacrárum Scripturárum, admítto; nec eam úmquam nisi juxta unánimem
consénsum Patrum, accípiam et interpretábor.
Profíteor quóque septem esse vere et própriæ Sacraménta novæ
legis a Jesu Christo Dómino nostro institúta, atque ad salútem humáni
géneris, licet non ómnia síngulis, necessária: scílicet Baptísmum,
Confirmatiónem, Eucharistíam, Pœniténtiam,
Extrémam Unctiónem, Órdinem et Matrimónium; íllaque grátiam conférre;
et ex his Baptísmum, Confirmatiónem et Órdinem sine sacrilégio reiterári
non posse. Recéptos quoque et approbátos Ecclésiæ Cathólicæ ritus in supradictórum ómnium Sacramentórum solémni administratióne recípio et admítto.
Ómnia et síngula, quæ
de peccáto origináli et de justificatióne in sacrosáncta Tridentína
Sýnodo definíta et declaráta fuérunt, ampléctor et recípio.
Profíteor páriter, in Missa ófferri Deo verum, próprium et
propitiatórium sacrifícium pro vivis et defúnctis. Atque in sanctíssimo
Eucharistíæ
Sacraménto esse vere, reáliter et substantiáliter Corpus et Sánguinem,
una cum ánima et divinitáte Dómini nostri Jesu Christi, fiérique
conversiónem tótius substántiæ panis in Corpus ac tótius substántiæ
vini in Sánguinem, quam conversiónem Ecclésia Cathólica
transubstantiatiónem appéllat. Fáteor étiam sub áltera tantum spécie
totum atque íntegrum Christum verúmque Sacraméntum sumi.
Constánter téneo, Purgatórium esse, animásque ibi deténtas fidélium
suffrágiis juvári. Simíliter et Sanctos, una cum Christo regnántes,
venerándos atque invocándos esse, eósque oratiónes Deo pro nobis
ófferre, atque eórum relíquias esse venerándas. Fírmiter asséro,
imágines Christi ac Deíparæ
semper Vírginis, necnon aliórum Sanctórum habéndas et retinéndas esse,
atque eis débitum honórem et veneratiónem impertiéndam.
Indulgentiárum etiam potestátem a Christo in Ecclésia relíctam fuísse,
illarúmque usum Christiáno pópulo máxime salutárem esse affírmo.
Sanctam, Cathólicam et Apostólicam Románam Ecclésiam ómnium ecclesiárum
matrem et magístram agnósco, Romanóque Pontífici, beáti Petri
Apostolórum príncipis successóri, ac Jesu Christi Vicário, veram obœdiéntiam spóndeo ac juro.
Cétera item ómnia a sacris canónibus et œcumenicis Concíliis, ac præcípue a sacrosáncta Tridentína Sýnodo, et ab œcuménico Concílio Vaticáno tradíta, definíta et declárata, præsértim de Románi Pontíficis Primátu et infallíbili Magistério, indubitánter recípio ac profíteor; SIMÚLQUE CONTRÁRIA ÓMNIA, ATQUE HÆRÉSES QUASCÚMQUE AB ECCLÉSIA DAMNÁTAS ET REJÉCTAS ET ANATHEMATIZÁTAS EGO PÁRITER DAMNO, RÉICIO, ET ANATHEMATÍZO.
Hanc veram Cathólicam Fidem, extra quam nemo salvus esse potest, quam in præsénti sponte profíteor et veráciter téneo, eándem íntegram, et immaculátam úsque ad extrémum vitæ
spíritum, constantíssime, Deo adjuvánte, retínere et confíteri, atque a
meis súbditis, vel illis, quórum cura ad me in múnere meo spéctabit,
téneri, dóceri et prædícari, quántum in me erit, curatúrum, ego idem, GEÓRGIUS RONDÓN SANTOS, spóndeo, vóveo ac juro. Sic me Deus ádjuvet et hæc sancta Dei Evangélia.
PROFESIÓN DE FE CATÓLICA
Yo, JORGE RONDÓN SANTOS, creo firmemente y
profeso todas y cada una de las verdades que se contienen en el símbolo
de la Fe que usa la Santa Iglesia Romana, a saber:
Creo en un solo Dios, Padre
omnipotente, creador del cielo y de la tierra, de todas las cosas
visibles e invisibles. Y en un solo Señor Jesucristo, Hijo unigénito de
Dios. Y nacido del Padre antes de todos los siglos. Dios de Dios, luz de
luz, Dios verdadero de Dios verdadero. Engendrado, no creado,
consustancial al Padre: por quien todas las cosas fueron creadas; El
cual por nosotros los hombres y por nuestra salud descendió de los
cielos. Y por obra del Espíritu Santo se encarnó en las entrañas de la
Santísima Virgen y se hizo hombre; Por nosotros fue también
crucificado, bajo Poncio Pilato: padeció y fue sepultado. Y resucitó al
tercer día, según las Escrituras. Y subió a los cielos; Y está sentado a
la diestra del Padre. Y otra vez ha de venir con gloria a juzgar a los
vivos y a los muertos: y su reino no tendrá fin; Y en el Espíritu Santo,
Señor y vivificador: que procede del Padre y del Hijo. El cual es
juntamente adorado con el Padre y el Hijo, y conglorificado: y habló por
medio de los profetas; Y en la Iglesia, Una, Santa, Católica y
Apostólica. Confieso que hay un solo Bautismo para remisión de los
pecados. Y espero la resurrección de los muertos. Y la vida del siglo
venidero. Amén.
Firmísimamente admito y abrazo las tradiciones apostólicas y
eclesiásticas y las demás observancias y constituciones de la misma
Iglesia.
Asimismo acepto la Sagrada Escritura conforme al sentido que le ha dado y
la da la santa Madre Iglesia, a la cual toca juzgar acerca del
verdadero sentido e interpretación de las Sagradas Escrituras; y jamás
las aceptaré e interpretaré sino en conformidad con el unánime sentir de
los Padres.
Confieso también que verdadera y propiamente son siete los Sacramentos
de la nueva ley instituidos por Nuestro Señor Jesucristo, y que son
necesarios para la salvación del género humano, si bien no todos lo son a
cada uno, a saber, el Bautismo, la Confirmación, la Eucaristía, la
Penitencia, la Extremaunción, el Orden y el Matrimonio; y que confieren
la gracia, y de ellos el Bautismo, la Confirmación y el Orden no se
pueden reiterar sin sacrilegio. Acepto y admito asimismo los ritos
aprobados por la Iglesia Católica para la solemne administración de
todos los Sacramentos sobredichos.
Acato y recibo todas y cada una de las cosas que acerca del pecado
original y de la justificación fueron definidas y declaradas en el santo
Concilio de Trento.
Igualmente confieso que en la Misa se ofrece a Dios un verdadero, propio
y propiciatorio Sacrificio por los vivos y por los difuntos; y que en
el Santísimo Sacramento de la Eucaristía están verdadera, real y
sustancialmente el Cuerpo, y la Sangre juntamente con el alma y la
divinidad de nuestro Señor Jesucristo, y que se efectúa la conversión de
toda la sustancia del pan en el Cuerpo, y de toda la sustancia del vino
en la Sangre, la cual conversión es denominada Transustanciación por la
Iglesia Católica. Confieso también que bajo cada una de las especies se
recibe a Jesucristo total e íntegro, y un verdadero Sacramento.
Firmemente admito la existencia del Purgatorio, y que a las almas en él
detenidas pueden los fieles ayudarlas con sufragios; E igualmente que
los Santos que están reinando con Cristo deben ser venerados e
invocados, y que ellos ruegan a Dios por nosotros, y que sus Reliquias
deben ser veneradas. Afirmo resueltamente que se deben tener y conservar
las imágenes de Jesucristo y de la Madre de Dios siempre Virgen, y
también de otros Santos, y que se les ha de tributar el debido honor y
veneración;
Afirmo que Jesucristo dotó a la Iglesia de potestad para conceder
indulgencias, y que el uso de las mismas es en gran manera saludable al
pueblo cristiano.
Reconozco a la Santa, Católica y Apostólica Iglesia Romana por madre y
maestra de todas las Iglesias, y… También admito y profeso sin la menor
duda cuanto han enseñado, definido y declarado los sagrados Cánones y
los Concilios Ecuménicos, y en especial el sacrosanto Concilio de Trento
y el Ecuménico Concilio Vaticano, sobre todo respecto del primado e
infalible magisterio del Romano Pontífice, y al mismo tiempo, TODAS
LAS COSAS CONTRARIAS Y CUALESQUIERA HEREJÍAS POR LA IGLESIA CONDENADAS Y
RECHAZADAS Y ANATEMIZADAS YO IGUALMENTE LAS CONDENO, RECHAZO Y
ANATEMATIZO.
Esta verdadera Fe Católica, fuera de la cual nadie puede salvarse, que
al presente espontáneamente profeso y de verdad tengo, Yo mismo, JORGE RONDÓN SANTOS, prometo, hago voto y juro que, con la ayuda de Dios, la he de conservar
siempre íntegra e intacta hasta el postrer instante de mi vida, y
procuraré cuanto de mí dependa que mis súbditos o aquellos a quienes por
mi cargo esté obligado a cuidar, tengan dicha fe, la enseñen y la
prediquen. Así, Dios me ayude, y estos sus santos Evangelios.
Gracias
ResponderEliminarHermosa profesión de fé..
ResponderEliminarSer y será hecho su palabra sólo es de fe.por q.no puede ya nadie entender si el habla aún más halla de ella .si no q si por la fe para nosotros AMEN.
ResponderEliminarSolo Dios decide quien se salva, dentro y fuera de la fé católica!
EliminarFuera de la iglesia católica, no hay salvación. Es un dogma de fe. No depende si te crees o no, permanecera como la verdad.
EliminarHermosa profesión de fe,y muy oportuna en estos momentos,con tantos ataques que sufre nuestra amada Madre Iglesia y su obispo El Papa...Saboree cada palabra y en este tiempo de Advierto es un prepararse para recibir al Niño Dios !!!
ResponderEliminarEl HEREJE mario bergoglio NO ES el Papa, creyendo que hay salvación fuera de la fé, CUANDO NO EXISTE SALVACIÓN FUERA DE LA SANTA IGLESIA CATÓLICA APOSTÓLICA ROMANA
Eliminarquien sea se manifieste como hereje, es automáticamente cortado de la iglesia, como fue Nestoriano en su tiempo, así lo pronunció el Papa Celestino. Ningún hereje puede ser Papa.
No se puede hablar de «ataques contra el Papa» porque NO HAY PAPA desde la muerte de Pío XII el 9 de Octubre de 1958, y los que han dicho serlo (Roncalli, Montini, Luciani, Wojtyła, Ratzinger, Bergoglio y los que vengan) NO LO SON, PORQUE LOS HEREJES, CISMÁTICOS Y APÓSTATAS, AL NO SER CRISTIANOS, MUCHO MENOS PUEDEN SER PAPAS. Así que, con el favor de Dios, en esta tribuna seguiremos denunciándolos a ellos y los que los siguen en su herejía y apostasía, que llegó al no retorno con la apertura del Vaticano II
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