lunes, 21 de octubre de 2024

TRIDUO EN HONOR A SAN RAFAEL ARCÁNGEL

Publicado en Méjico por la Imprenta de Antonio Vanegas Arroyo en 1901, con licencia eclesiástica.

TRIDUO DEDICADO AL PRINCIPE Y PREDILECTO ARCANGEL DE LA CORTE CELESTIAL SEÑOR SAN RAFAEL, PROTECTOR EFICACISIMO PARA LOS VIAJEROS, PARA LOS ENFERMOS Y PARA LOS BUENOS MATRIMONIOS.
  

Hecha la señal de la cruz con toda reverencia y ante la imagen del Señor San Rafael, se rezará el siguiente Acto de Contrición:
   
Por la señal ✠ de la santa Cruz; de nuestros ✠ enemigos líbranos, Señor ✠ Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
     
ACTO DE CONTRICIÓN
Poderoso Señor Sacramentado, Autor y Criador de todo cuanto existe en el vasto espacio del mundo y en el Empíreo Celestial. A ti dirijo mis fervientes preces por la poderosa mediación y suprema influencia del arcángel Señor San Rafael, a quien pongo como mi mejor abogado en el Tribunal de tu sabia calificación y poderosa justicia. El Príncipe y Arcángel Señor San Rafael, es uno de los más allegados al trono celestial y el que obtiene de Su Divina Majestad todas las prerrogativas que pide en favor de los verdaderos cristianos que con fervorosa fe le solicitan en sus tristes y amargas adversidades. Por lo expuesto le dedicamos este triduo, todos los fieles y abogados a su santo nombre, a fin de que nos importa su protección para con su Divina Majestad; y este pedimento lo hacemos muy particularmente, los que viajamos por distintas partes del mundo exponiendo nuestra vida, ya por los malhechores, ya por lo ásperos de los caminos o ya por las acciones de los elementos astronómicos. La misma petición hacemos los que adolecemos de enfermedades graves, tanto espirituales como mundanas, a fin de que lleguemos a la corte celestial limpios y puros de corazón. Igual petición hace los casados que están mal, para que les inspires la verdadera resignación en saber llevar la cruz del matrimonio, haciendo que, de conformidad, los dos seres se unan en uno solo, llevando un solo consentimiento en todas sus ideas y perseverando siempre en sus trabajos y adversidades. Estas tres peticiones las hacemos en el orden antes dicho y según convenga a cada necesitado, poniendo por medianero, repetimos, al glorioso Príncipe Señor San Rafael. Su Divina Majestad se dignará oírnos en honra, gloria, pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
  
DÍA PRIMERO
JACULATORIA
Poderoso San Rafael,
Todos los que caminamos,
Con un fervor sin igual,
Tu protección imploramos.
   
Líbranos del malhechor
En un camino desierto,
Por la oración que en el huerto
Hizo nuestro Redentor.
  
Líbranos de una tormenta
En asperoso camino,
Pues que la fe nos alienta
Y más tu nombre divino.
  
No desoigas nuestro ruego
En tan penosa aflicción,
Pues con fervoroso fuego
Te lo pide el corazón.
   
En ti ponemos, Señor
Nuestra más dulce confianza
Que un contrito pecador
Todo lo que os pide alcanza.
   
ORACION
Amabilísimo y nunca olvidado de nuestro corazón Señor San Rafael, por el ardiente y singular cariño que le tuvisteis al joven Tobías, y con el que hicisteis una larga peregrinación por mar y tierra, con el único objeto de buscar una medicina para el eterno alivio de su querido padre, te suplicamos en este día, nos veáis con esa piedad y clemencia que siempre has mostrado a vuestras criaturas, pidáis a Su Divina Majestad, lo que solicitamos en este contrito y fervoroso triduo. Así os lo rogamos, todos los que viajamos por lugares extraños, lo cual, si nos es concedido, será en honra y gloria de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
   
Nueve Padre Nuestros y Ave Marías, una Salve y un Credo, en honor de los padecimientos de Nuestro Señor Jesucristo en la Cruz.
   
En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
  
DÍA SEGUNDO
   
Por la señal…
Acto de Contrición.
  
JACULATORIA
En el lecho del dolor
Te pido, arcángel sagrado,
Vengas a ser el doctor
Que me saque del pecado.
  
Infunde en mi corazón
Los más santos sentimientos
Y en mis últimos momentos
Tenga una gran contrición.
   
Tu divina protección
Le dará consuelo a mi alma,
Me dará resignación
Y al expirar, santa calma.
   
En mi postrera agonía
Junto a mi lecho estarás
Con Jesús, María y José,
Y por fin me salvarán.
   
Y cuando mi alma entregue
En las manos del Señor,
Ya se hallará limpia y pura
Por ti, Sagrado Doctor.
      
ORACIÓN
Amabilísimo Señor San Rafael, ante tu divina imagen nos postramos reverentemente, todos los que consagramos nuestro corazón a Su Divina Majestad, en unión con nuestros intercesores, a fin de obtener un restablecimiento total, tanto en lo espiritual como en lo corporal, esperando que no desairarás nuestra ardiente súplica, pues que estando graves de cuerpo y alma necesitamos de tu poderoso auxilio; así te lo pedimos por los amarguísimos y cruentos dolores que padeció María Santísima al ver a su adorado Hijo pendiente de la Cruz. Que esto sirva para honra y gloria de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
   
Nueve Padre Nuestros y Ave Marías, una Salve y un Credo, en honor de los padecimientos de Nuestro Señor Jesucristo en la Cruz.
   
En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
    
DÍA TERCERO
   
Por la señal…
Acto de Contrición.
  
JACULATORIA
Los que en penoso vivir
Sufrimos, Santo adorado,
Te pedimos con fervor
Que nos des un buen estado.
   
Danos la conformidad
Para llevar esa cruz,
Con una santa humildad
Como la llevó Jesús.
   
Y que sea un fiel testimonio
Nuestro modo de vivir,
Para nunca consentir
En las garras del demonio.
   
En nuestros hijos queridos
Infundid el cristianismo,
Para que se vean excluidos
De caer en profundo abismo.
   
En fin, amado arcángel,
Protector de los casados,
Ante tu divina imagen
Enclavijamos las manos.
   
Para pedirte, Señor,
Que nunca nos desampares
Y en nuestros pobres hogares
Seas el celestial doctor.

ORACIÓN
A ti, poderosísimo militante de la Iglesia católica; a ti, eficaz auxiliar de los enfermos; a ti, protector eficaz de los caminantes; a ti, singular medianero entre el estado del matrimonio; a ti, salvador de los arrepentidos, nos llegamos a tu divina presencia, para que por tu poderosa influencia, cerca del trono de Su Divina Majestad, como uno de los luceros más refulgentes que le alumbran, como uno de los príncipes más queridos que le asisten, logres por estos preciosos dones, que Su Divina Majestad nos conceda las tres manifestaciones que te hacemos en este devoto triduo, lo cual será en honra y gloria de la Sagrada Pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
   
Nueve Padre Nuestros y Ave Marías, una Salve y un Credo, en honor de los padecimientos de Nuestro Señor Jesucristo en la Cruz.
   
En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.

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