domingo, 6 de octubre de 2024

VICARIO DE LA FRATERNIDAD SAN PEDRO QUIERE TAPAR EL SOL CON UN DEDO


Ante la noticia de la futura “visita apostólica” del Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada a la Fraternidad Sacerdotal San Pedro, y las reacciones de alarma en Neoconistán, el presbítero Hubert Bizard (foto), asistente del Superior general y vicario general de dicha comunidad, publicó una columna editorial en el sitio francófono de la Confraternidad de San Pedro atacando a los sitios de internet que denuncian las tropelías de Francisco Bergoglio:
Queridos amigos miembros de la Confraternidad:
    
Sufrimos mucho por no ser comprendidos por ciertos obispos o sacerdotes que creen que nuestra liturgia divide a la Iglesia.
    
Sufrimos importantes restricciones (a veces totales) aplicadas a la celebración de los sacramentos según los libros tradicionales.
   
Sufrimos concretamente por ser considerados en muchos lugares como católicos de segunda clase; o incluso ser percibido a menudo como «un problema que hay que tratar» o incluso «que hay que erradicar».
    
Sufrimos una falta de caridad muy frecuente hacia nosotros y una dureza pastoral que hoy parece existir sólo para los fieles adheridos a la misa tradicional.
    
Quisiéramos poder alimentar nuestra vida espiritual con serenidad, paz y caridad, según prácticas litúrgicas que nos son queridas y que no son sólo emocionales.
    
Sin embargo, también nosotros debemos hacer un pequeño autoexamen y plantearnos la cuestión de la imagen que a veces damos a quienes nos rodean.
    
Si la gran mayoría de los fieles y de los sacerdotes llamados “tradicionales” sólo aspiran a la santificación de sus almas según los antiguos medios litúrgicos y disciplinarios de la Iglesia, otros, a veces por desgracia, en menor número pero ruidosos, parecen comprometidos en una especie de de lucha contra la “Iglesia conciliar”, poniendo de relieve escándalos –a veces lamentablemente muy reales–, cultivando oposiciones y emitiendo juicios públicos sin matices y sin autoridad para hacerlo.
     
Internet y su anonimato facilitan enormemente esta práctica: es muy fácil decir cosas malas “en la red”. Es más, multiplicando así la malignidad de la calumnia por el tamaño del público al que llega.
     
Un movimiento que muchos en nuestros círculos conocen, Paix Liturgique, se destaca particularmente en el ámbito de la controversia y nos hace, creo, un flaco favor, ofreciendo una imagen caricaturizada y deplorable de nuestra familia litúrgica que aún propone. para defender.
   
Rociando el mundo católico con cartas digitales (más de mil cien ya), Paix liturgique practica regularmente la burla, la ironía, el desprecio y el insulto hacia sacerdotes, obispos y cardenales. Sin olvidar al Papa. Tanto es así que muchos que no nos entienden lo ponen como ejemplo, para acusarnos de despreciar a la Iglesia. En algunas dificultades que hemos encontrado, a veces incluso se invocó su acción para cuestionar la validez de un lugar de culto tradicional.
    
¿Es realmente católico realizar prácticas que denigren la autoridad en la Iglesia? ¿Es ésta “la tradición de la Iglesia”? ¿Es ésta también realmente una obra de “paz litúrgica”? ¿Sigue esto realmente defendiendo la verdad? Estamos convencidos de lo contrario.
    
Semejante manera de actuar sólo puede contribuir a imprimir en el católico tradicional la imagen de un conferenciante arrogante, que se considera mejor que los demás y se permite criticar al resto de la Iglesia.
     
Esta imagen, transmitida por algunos blogs y foros “tradis” de diferentes países, es sin duda la que sirvió, en parte, para justificar las medidas tomadas por el Motu próprio Traditiónis custódes;  presentar finalmente  a los fieles adheridos a nuestro rito como herederos de los fariseos del Evangelio; odiosos defensores de la ley haciéndose jueces del resto de la Iglesia.
    
¿Queremos cultivar esta imagen detestable y dañina en la Iglesia mediante una actitud de crítica permanente?
    
No se trata de ser ciegos o ingenuos ante los problemas de la Iglesia y las injusticias muy reales que vivimos y que una vez más sufrimos. Pero estos problemas e injusticias no justifican cualquier cosa. Aunque, hay que señalarlo, las restricciones y pequeñas molestias impuestas en los últimos años por algunas autoridades eclesiásticas no pueden más que fomentar un clima de incomprensión y de exasperación crecientes.
    
Mi juicio puede parecer duro a algunos, pero el apego y la defensa de la masa tradicional no puede hacerse en detrimento de la caridad y la verdad. Ni humildad.
    
Debemos saber reconocer los agravios que pueda cometer nuestra familia; y trabajar por nuestra conversión antes que desear la del prójimo.
    
Dios sólo nos bendecirá a este precio.
    
La Fraternidad de San Pedro, fiel a sus constituciones, quiere introducir su piedra en la Iglesia; no apedrear, sino construir.
    
Padre Hubert Bizard FSSP, Vicario general.

Bizard, quien fuera “instalado” presbítero el el 27 de Junio de 1998 por el obispón de Haarlem-Ámsterdam Henricus/Hendrick Josef Aloysius “Henny” Bomers CM (ordenado sacerdote el 19 de Marzo de 1964 por el cardenal Bernardus Alfrink con el Rito Romano tradicional, pero “instalado” obispón el 9 de Julio de 1978 por el vicario apostólico de Nekemte en Etiopía Franz Jansen CM con el rito montini-bugniniano –por ende, aunque sacerdote válido, NO ERA OBISPO CATÓLICO–, que acogió el seminario de los neocatecumenales y autorizó el culto a las falsas apariciones de Ámsterdam), quien fallecería dos meses y medio después (por ende, BIZARD NO ES SACERDOTE CATÓLICO), insiste así en su mensaje de diez años atrás cuando el Sínodo Extraordinario sobre la Familia: «No nos creamos mejores que la Iglesia institucional».
   
Cabe preguntarse si Bizard está bajo chantaje del Vaticano, o simplemente es un incompetente que necesita mantener la posibilidad de disfrazarse y jugar a rezar latines en su chiringuito, aunque sea tapando con un dedo los escándalos de la Secta Deuterovaticana a la que pertenece.

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