sábado, 6 de octubre de 2018

PROFESIÓN DE FE DE SAN BRUNO

La muerte de San Bruno (Vicente Carducho, Museo del Prado)
  
Refieren las crónicas de los Cartujos que el 6 de Octubre de 1101, estando en la ermita calabresa de Santa María de la Torre, San Bruno, fundador de la Orden Cartuja, próximo a morir, reunió a sus discípulos y declarándoles como San Pablo que ha corrido hasta la meta y conservado su Fe tanto en la Santísima Trinidad como en el Santísimo Sacramento del Altar, hizo solemne profesión de ella:

LATÍN
  1. Credo fírmiter in Patrem et Fílium et Spíritum Sanctum, Patrem ingénitum, Fílium unigénitum, Spíritum Sanctum ex utróque procedéntem, et has tres Persónas unum Deum.
  2. Credo quod idem Dei Fílius concéptus sit de Spíritu Sancto ex María Vírgine.
    Credo quod Virgo castíssima fúerat ante partum, Virgo in partu, et post partum Virgo in ætérnum permánsit.
    Credo quod idem Dei Fílius concéptus sit inter hómines ut verus homo sine peccáto.
    Credo quod idem Dei Fílius invidióse captus est a pérfidis Judǽis, injurióse tractátus, injúste ligátus, conspútus, flagellátus, mórtuus, sepúltus. Descéndit ad ínferos, ut captívos suos inde liberáret. Descéndit propter redemptiónem nostram, et resurréxit, ascéndit ad cœlos, inde ventúrus judicáre vivos et mórtuos.
  3. Credo Sacraménta, quæ Cathólica credit et venerátur Ecclésia, et nominátim quod consecrátur in altári verum Corpus esse, veram Carnem et verum Sánguinem Dómini nostri Jesu Christi, quem et nos accípimus in remissiónem peccatórum nostrórum, in spem salútis ætérnæ.
    Credo carnis resurrectiónem, vitam ætérnam. Amen.
  4. Confíteor et credo sanctam atque ineffábilem Trinitátem, Patrem et Fílium et Spíritum Sanctum, unum Deum naturálem, únius substántiæ, únius natúræ, únius majestátis atque virtútis. Et Patrem quídem non génitum, non creátum, sed ingénitum profitémur. Ipse Pater a nullo oríginem ducit, ex quo et Fílius nativitátem, et Spíritus Sanctus processiónem accépit. Fons ipse ígitur et órigo est tótius Divinitátis. Ipse quoque Pater, esséntia quídem ineffábilis, substántia sua Fílium génuit ineffabíliter, nec tamen áliud quam quod ipse est génuit, Deus Deum, lux lucem. Ab Ipso ergo est omnis patérnitas in cœlo et in terra. Amen.
TRADUCCIÓN
  1. Creo firmemente en el Padre, y en el Hijo, y en el Espíritu Santo; en el Padre no engendrado, en el Hijo unigénito, en el Espíritu Santo procedente de ambos, y que estas Tres personas son un solo Dios.
  2. Creo que este mismo Hijo de Dios fue concebido por el Espíritu Santo de la Virgen María.
    Creo que la Virgen era castísima antes del parto, Virgen en el parto y después del parto permaneció totalmente Virgen.
    Creo que el mismo Hijo de Dios fue concebido entre los hombres como hombre verdadero, mas sin pecado.
    Creo que el mismo Hijo de Dios fue hecho preso por los pérfidos judíos, maltratado, injustamente atado, escupido, azotado, muerto, sepultado. Bajó a los infiernos para librar a los suyos allí cautivos. Bajó para nuestra redención, y resucitó y ascendió a los cielos, y volverá de allí a juzgar a vivos y a muertos.
  3. Creo en los Sacramentos en que la Iglesia Católica cree y venera, y expresamente que lo consagrado en el altar es verdadero Cuerpo, verdadera Carne y verdadera Sangre del Señor nuestro Jesucristo, a quien también nosotros recibimos para la remisión de nuestros pecados y en la esperanza de la eterna salvación.
    Creo en la resurrección de la carne, en la vida eterna. Amén.
  4. Confieso y creo en la santa e inefable Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, un solo Dios natural, de una sola sustancia, de una sola naturaleza, de una sola majestad y de un solo poder. Y profesamos que el Padre no ha sido engendrado ni creado, sino que es ingénito. El mismo Padre de nadie tiene su origen. De él recibió el Hijo su nacimiento, y el Espíritu Santo su procedencia. Es, pues, fuente y origen de toda Divinidad. Y el mismo Padre, inefable por esencia, engendró inefablemente de su sustancia al Hijo, pero no engendró otro ser que lo que Él es, Dios a Dios, la Luz a la Luz. De Él, por lo tanto, es toda paternidad en el cielo y en la tierra. Amén.

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