El pasado 24 de Mayo, fue lanzada la canción “Pan-amazonía Ancestral” (ver arriba), de la autoría del cantante brasileño Antônio Cardoso da Silva Carvalho.
PORTUGUÉS (Fuente: CENTRAL CULTURA DE COMUNICAÇÃO)
Na vazante do Rio
Todos se põem ao plantio
Pois, quando as águas subirem
Eis o maior desafio que é viver.
A colheita há de ser
Todos se põem ao plantio
Pois, quando as águas subirem
Eis o maior desafio que é viver.
A colheita há de ser
Antes das águas revoltas
Pois, quando a vazante inundar
Sei onde vou aportar o meu barco.
Coro: Ribeirinhos guardiões
Da nossa casa comum
“Laudato si”
É Francisco chamando um a um.
Da nossa casa comum
“Laudato si”
É Francisco chamando um a um.
10 mil anos de história
Pan-Amazônia ancestral
Pão de uma eucaristia
Cosmo da “Ecologia integral”.
Nem uma folha se cai
Sem a vontade do PAI
Pois na vazante da vida
CRISTO é semente de LUTA e de PAZ.
Coro: Ribeirinhos guardiões
Da nossa casa comum
“Laudato si”
É Francisco chamando um a um.
Da nossa casa comum
“Laudato si”
É Francisco chamando um a um.
Igreja samaritana
Contra-cultura da grana
Tantas feridas abertas
No seio da floresta e a ganância.
Irmão sol, irmão lua
Irmão de todos os povos
É Deus Tupã que reclama
Deus que nunca abandona a sua OBRA.
TRADUCCIÓN
En la menguante del Río
Todos se ponen al plantío
Después, cuando las aguas suben
Está el mayor desafío que es vivir.
La cosecha será
Todos se ponen al plantío
Después, cuando las aguas suben
Está el mayor desafío que es vivir.
La cosecha será
Antes de las aguas furiosas
Para cuando la menguante se inunda
Sé dónde voy a atracar mi bote.
Coro: Guardianes ribereños
De nuestra casa común
«Laudato si»
Es Francisco llamando uno por uno.
10 mil años de historia
Panamazonía ancestral
Pan de una eucaristía
Pan de una eucaristía
Cosmos de la “Ecologia integral”.
Ni una hoja se cae
Sin la voluntad del PADRE
Porque en la menguante de la vida
CRISTO es semilla de LUCHA y de PAZ.
Coro: Guardianes ribereños
De nuestra casa común
«Laudato si»
Es Francisco llamando uno por uno.
Iglesia samaritana
Contracultura del dinero
Tantas heridas abiertas
En el seno del bosque y la ganancia.
Hermano Sol, hermana Luna
Hermano de todos los pueblos.
Es Dios Tupá quien reclama
Dios que nunca abandona su OBRA.
La explicación oficial es que el autor se inspira en el modo de vida de las poblaciones que habitan la cuenca del río Amazonas, pero salta a la vista el ecologismo, la teología de la liberación y sobre todo el paganismo en esta canción (de la cual la Red Eclesial Pan-Amazónica de Brasil se desligó inmediatamente declarando: «En nignún momento fue realizada una composición específica o aprobada cualquier letra y música por la Secretaría General del Sínodo como himno oficial del evento que será realizado en octubre en el Vaticano»). Es de advertir que «O Deus Tupã» al que hace referencia el cantautor no es ni de lejos la deidad suprema del panteón guaraní. Tupã (o Tupá, en grafía española), la divinidad de las lluvias, es según Manfred Lurker, The Routledge Dictionary of Gods and Goddesses, Devils and Demons, Londres: Routledge 2004, es el mensajero y la manifestación de Ñamandú o Ñanderuvusú (dios principal y creador en la mitología guaraní, equivalente al Caos en la mitología griega) en forma de trueno (de hecho, “trueno” en lengua guaraní se dice “tupã” -o “tupana” en lengua tupi-, que literalmente significa «sonido del golpe»). Así lo explica el filólogo brasileño Geraldo Calábria Lapenda:
La explicación oficial es que el autor se inspira en el modo de vida de las poblaciones que habitan la cuenca del río Amazonas, pero salta a la vista el ecologismo, la teología de la liberación y sobre todo el paganismo en esta canción (de la cual la Red Eclesial Pan-Amazónica de Brasil se desligó inmediatamente declarando: «En nignún momento fue realizada una composición específica o aprobada cualquier letra y música por la Secretaría General del Sínodo como himno oficial del evento que será realizado en octubre en el Vaticano»). Es de advertir que «O Deus Tupã» al que hace referencia el cantautor no es ni de lejos la deidad suprema del panteón guaraní. Tupã (o Tupá, en grafía española), la divinidad de las lluvias, es según Manfred Lurker, The Routledge Dictionary of Gods and Goddesses, Devils and Demons, Londres: Routledge 2004, es el mensajero y la manifestación de Ñamandú o Ñanderuvusú (dios principal y creador en la mitología guaraní, equivalente al Caos en la mitología griega) en forma de trueno (de hecho, “trueno” en lengua guaraní se dice “tupã” -o “tupana” en lengua tupi-, que literalmente significa «sonido del golpe»). Así lo explica el filólogo brasileño Geraldo Calábria Lapenda:
«a palavra tupã’ ou tupana é composta de tu, onomatopéia de “golpe”, e pana (ou pã), palavra também onomatopáica, designativa de “pancada, barulho, som”. De tu deriva-se ytu, golpe d’água, cachoeira; mbotu, bater em, golpear, chocar-se com. De pana o verbo mopana, bater, fazer soar. Portanto tupana significa “barulho de golpe, som de pancada, som de golpe”. É o trovão» [la palabra tupã’ o tupana está compuesta de tu, onomatopeya de “golpe”, y pana (o pã), palabra también onomatopéyica, designativa de “paliza, barullo, sonido”. De tu se deriva ytu, golpe de agua, catarata; mbotu, batir en, golpear, chocarse con. De pana el verbo mopana, batir, hacer sonar. Por tanto tupana significa “barullo de golpe, sonido de paliza, sonido de golpe”. Es el trueno] (Geraldo Lapenda, Etimologia da Palavra “Tupã”, en Boletim Universitário. Recife Universidad Católica de Pernambuco-Facultad de Filosofía, Recife 15 de junio de 1953, pág. 5)
Ahora, de ahí a considerar a “Tupá” como Dios (en mayúscula) se debe... sí, ¡A LOS JESUITAS!, quienes tomando de diversas leyendas e historias de héroes, crearon un relato que encajase con el relato bíblico del Génesis. Primero:
- «Essa gentilidade nenhuma cousa adora, nem conhece a Deus; somente aos trovões chama Tupane, que é como diz cousa divina. E assim nós não temos outro vocábulo mais conveniente para os trazer ao conhecimento de Deus, que chamar-lhe Pae Tupane» [Esa gentilidad no adora ninguna cosa, ni conoce a Dios; solamente a los truenos llaman Tupane, que es como decir cosa divina. Y así nosotros no tenemos otro vocablo más conveniente para traerlos al conocimiento de Dios, que llamarle Padre Tupane] (Cartas Jesuíticas, I; Manuel da Nóbrega: Cartas do Brasil, 1549-1560, pág. 99. El padre Nóbrega se refiere a las tribus tupinambás y tupiniquins).
- «Nenhuma criatura adoram por Deus, somente aos trovões cuidam que são Deus, mas nem por isso lhes fazem hjonra alguma, nem comumente têm Ídolos nem sortes...» [Ninguna criatura adoran por Dios, solamente a los truenos cuidan que son Dios, pero no por eso le hacen honra alguna, ni comúnmente tienen ídolos ni suertes...] (José de Anchieta: Informações do Brasil e de suas Capitanias, 1584).
- «Conocieron [los guaraníes] que había Dios, y aún en cierto modo su Unidad, y se colige del nombre que le dieron, que es Tupã; la primera palabra tu es admiración; la segunda pa es interrogación, y así le corresponde al vocablo hebreo manhu, quid est hoc, en singular. Nunca tuvieron ídolos, aunque ya iba el demonio imponiéndoles en que venerasen los huesos de algunos indios, que viviendo fueron famosos Magos» (Antonio Ruiz de Mendoza, Conquista espiritual hecha por los religiosos de la Compañía de Jesús en las provincias del Paraguay, Paraná, Uruguay y Tape. Bilbao, Imprenta del Corazón de Jesús, año 1639).
Tupá (siempre según el relato guaraní, como lo recopilara el poeta paraguayo Narciso Ramón Colmán “Rosicrán” en su obra Ñande Ypykuéra -Nuestros antepasados-) descendió a la región del monte Areguá, en el actual Paraguay, y creó la selva, los rios, los mares y a todos los seres vivos. Al mismo tiempo, puso las estrellas en el firmamento. Luego, creó a la primera pareja humana (Rupavẽ y Sypavẽ) con una mezcla de arcilla, zumo de una hierba, sangre de chotacabras, hojas de mimosa y un ciempies, y agua; tras infundirles el soplo vivificante y darles varios consejos, los dejó con los espíritus del bien (Angatupyry) y del mal (Taú) y partió a su morada en el Sol, no sin antes decirles que un día vendrían los karaieté (“los verdaderos señores”, los europeos) para gobernar la tierra. La primera raza así creada serían los guaraníes, de quienes se originarían los demás pueblos.
Así, los jesuitas Manuel da Nóbrega y José de Anchieta siguieron en Brasil y Paraguay convergentemente el derrotero de sus correligionarios Michele Ruggieri y Matteo Ricci en la China: presentar el cristianismo como el estadio final de las religiones locales y tomar términos de sus idiomas nativos para referirse al Dios cristiano (Nóbrega y Anchieta usaron Tupá, Ruggieri y Ricci usaron Tiānzhǔ -天主 “Señor del Cielo”; de hecho, en chino y coreano, el catolicismo es llamado 天主教 Tiānzhǔjiào, “la religión del Señor del Cielo”-). Por supuesto, esta práctica no fue bien vista por los franciscanos y dominicos, que insistían en la predicación convencional, exponer la doctrina pura sin contemporizaciones. En el caso que nos ocupa, Bernardino de Cárdenas y Ponce OFM, gobernador de Paraguay y obispo de Asunción (que también fue misionero), siguiendo las normas que inspiraron el Catecismo Trilingüe del III Concilio Limense, rechazaba el uso de palabras guaraníes para traducir concepto teológicos cristianos (para evitar que se mantuvieran conceptos precristianos, incompatibles con los atributos de Dios), y ordenó la expulsión de los jesuitas del Paraguay.
Así, los jesuitas Manuel da Nóbrega y José de Anchieta siguieron en Brasil y Paraguay convergentemente el derrotero de sus correligionarios Michele Ruggieri y Matteo Ricci en la China: presentar el cristianismo como el estadio final de las religiones locales y tomar términos de sus idiomas nativos para referirse al Dios cristiano (Nóbrega y Anchieta usaron Tupá, Ruggieri y Ricci usaron Tiānzhǔ -天主 “Señor del Cielo”; de hecho, en chino y coreano, el catolicismo es llamado 天主教 Tiānzhǔjiào, “la religión del Señor del Cielo”-). Por supuesto, esta práctica no fue bien vista por los franciscanos y dominicos, que insistían en la predicación convencional, exponer la doctrina pura sin contemporizaciones. En el caso que nos ocupa, Bernardino de Cárdenas y Ponce OFM, gobernador de Paraguay y obispo de Asunción (que también fue misionero), siguiendo las normas que inspiraron el Catecismo Trilingüe del III Concilio Limense, rechazaba el uso de palabras guaraníes para traducir concepto teológicos cristianos (para evitar que se mantuvieran conceptos precristianos, incompatibles con los atributos de Dios), y ordenó la expulsión de los jesuitas del Paraguay.
En síntesis, lo que se ve en esta canción (sea o no el himno del Sínodo, aunque en ROME REPORTS le dieron cierta cobertura y oficialidad), es otra prueba de que el Sínodo para la Amazonía es un evento reivindicativo del paganismo indígena, promovido por la paganizante iglesia conciliar. Como católicos tradicionales, hemos de resistir firmes en la fe, y presentar la Sana Doctrina.
JORGE RONDÓN SANTOS
17 de Agosto de 2019
Fiesta de San Jacinto de Odrowaz OP, Confesor y Patrono de Polonia; y Santa Clara de Montefalco OESA, Virgen.
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