El obispón de Matagalpa y administrador de Estelí (Nicaragua) Rolando José Álvarez Lagos, quien fue condenado el 10 de Febrero de 2023 a 26 años de prisión por traición a la patria, habría sido excarcelado en la noche del lunes, informó la agencia Reuters.
De acuerdo a los activistas opositores Blanca Jagger (de soltera Pérez-Mora Macías) y Félix Madariaga (excandidato presidencial), Álvarez salió de la cárcel ‘La Modelo’ de Tipitapa y estaría bajo protección en las instalaciones de la Conferencia Episcopal Nicaragüense.
Agregan estos que las negociaciones en curso entre el gobierno, la conferencia episcopal y el Vaticano, contemplan la posibilidad que Álvarez se vaya al exilio en Roma.
De negarse a salir del país (como lo hizo anteriormente), Álvarez volverá a prisión.[ACTUALIZACIÓN (6 de Julio de 2023): Volvió a prisión, tras negarse nuevamente al exilio].
Rolando Álvarez fue la voz eclesiástica de la oposición al gobierno Ortega-Murillo después del exilio del obispón Silvio José Báez Ortega OCD. En nombre y aplicación del bergogliano motu próprio “Traditiónis Custódes”, Álvarez persiguió brutalmente al presbítero Augusto César Marín Aráuz “el cura de Estelí” quitándole la parroquia y prohibiendo su ministerio, y atacó el apostolado de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X en Estelí.
En otra historia relacionada, el portal Confidencial informó que la señora Gabriela Alejandra Rayo Castro, su esposo Juan Alberto Soza Jarquín y la subcomisionada de policía María de Jesús Guzmán Gutiérrez, jefa de bloque en Matagalpa, desertaron del gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional y huyeron a los Estados Unidos valiéndose de la figura del parole (patrocinio temporal). Rayo Castro había sido testigo en la causa criminal contra Rolando Álvarez.
En respuesta a las deserciones de policías y militantes del FSLN, el gobierno reforzó la contrainteligencia, y la Asamblea Nacional presentó dos proyectos legislativos contra esta problemática. El primero, que reforma el artículo 97 constitucional, pondría a la Policía Nacional bajo mando directo del Presidente de la República. Por su parte, el segundo reformará la Ley de Policía, castigando la deserción con una pena de dos a tres años de prisión, y la desobediencia con una pena de seis meses a dos años de prisión.
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