jueves, 26 de octubre de 2023

SE MURIÓ LA AMIGA DE JUAN PABLO


Wanda Wiktoria Wojtasik-Półtawska, amiga de Juan Pablo II Wojtyła, psiquiatra y sobreviviente del campo de concentración de Ravensbruck (donde fue internada por colaborar con la resistencia polaca), falleció ayer 25 de Octubre a los 101 años en Cracovia.

Condecorada con la Orden del Águila Blanca y la Medalla Pro Ecclesia et Pontifice, habría cumplido 102 años el 2 de Noviembre. Wanda, hija de Adam Wojtasik y Anna Chaber, hablaba a diario por teléfono con Juan Pablo II, quien la llamaba “mi hermana” (dusia), cosa que a su secretario privado Estanislao Dziwiz le parecía una exageración.
   
En una rara entrevista en alemán con Gloria.tv en 2011, recordó que, cuando padecía un cáncer terminal en 1962, el entonces obispo Wojtyła pidió al padre Pío que rezara por ella y se curó. En un aparte, dijo de los periodistas que no son personas honestas, en alusión a que cuando publicó su correspondencia en el libro “Diario de una amistad” en 2009, se generó un escándalo.

Wanda y su esposo el filósofo Andrzej Półtawski († 2020) conocieron a Wojtyła en 1950, cuando ella todavía sufría las secuelas sicológicas de estar en Ravensbrück y sobrevivir a sus compañeras de prisión, y esta lo tomó como confesor. Ella colaboró con Wojtyła en la revisión de sus obras “Amor y responsabilidad” (1960) y “Persona y acción” (1969). Cuando era obispo de Cracovia, Wojtyła solía acampar con los Półtawski en las montañas cerca al río Wisłok, a las afueras de Cracovia, de lo que resultaron varias fotografías de él en pantalones cortos y camisa; e inclusive, las hijas de Wanda solían ir a visitarlo en Castelgandolfo y más de una vez se bañaban con él en la piscina.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Preferiblemente, los comentarios (y sus respuestas) deben guardar relación al contenido del artículo. De otro modo, su publicación dependerá de la pertinencia del contenido. La blasfemia está estrictamente prohibida. La administración del blog se reserva el derecho de publicación (sin que necesariamente signifique adhesión a su contenido), y renuncia expresa e irrevocablemente a TODA responsabilidad (civil, penal, administrativa, canónica, etc.) por comentarios que no sean de su autoría.