La Nunciatura en el Perú anunció el 21 de Octubre otras expulsiones de miembros del controvertido Sodalicio de Vida Cristiana. Esta vez, la guadaña cortó a los laicos José Andrés Ambrožič Velezmoro (exvicario general, exasistente de temporalidades, de comunicaciones y de apostolado) y Ricardo Adolfo Trenemann Young (había aparecido en la primera lista) y el presbítero Luis Alfonso Ferroggiaro Dentone (ex funcionario de la Pontificia Comisión para América Latina).
El comunicado de la legación diplomática dice que la decisión se tomó por “casos de abuso del cargo y de la autoridad, particularmente en su forma de abuso en la administración de bienes eclesiásticos, así como de abuso sexual, en algún caso incluso de menores”.
Mención particular merece Ferroggiaro, quien tenía cierta fama en el Perú. Presumía tener una estrecha relación con el entonces cardenal Bergoglio cuando lo invitó una comunidad del Sodalicio en Buenos Aires (de cuya época es la foto que encabeza este artículo). Con todo, cuando aparecieron las primeras denuncias de abuso en 2018, Ferroggiaro se fue a Francia. Sobre él, el comunicado agrega que «la presente decisión disciplinar no es óbice para las diligencias que, simultáneamente, se están actuando en el Dicasterio para la Doctrina de la Fe, dada la condición clerical del acusado».
Uno de los principales acusadores de Ferroggiaro, acusándolo de acoso sexual, es el actor Jason Day del Solar, quien denunció que Ferroggiaro lo había acosado cuando estaba preparándose para primera comunión en la sacristía de la parroquia Nuestra Señora de la Reconciliación, en la urbanización limeña de Camacho. El periodista Alejandro Bermúdez, uno de los diez miembros expulsados anteriormente, está acusado de haber atacado y desacreditado a Day y otras víctimas para “proteger” al Sodalicio, que tenía una red homosexual en el poder.
En 2015, cuando los miembros del Sodalicio fueron acusados de abuso sexual y sadismo, las fotos de los miembros con Francisco Bergoglio aparecieron en las redes sociales para retratar al Sodalicio como profundamente leal a él. Dos años más tarde, el abuso homosexual de varios líderes de Sodalicio fue admitido en un informe de 2017 publicado por Sodalicio.
El fundador, Luis Fernando Figari Rodrigo, tuvo relaciones homosexuales y sádicas con más de una docena de hombres adultos jóvenes. Es probable, y una vez fue presenciado por una tercera persona, que él sodomizó a un varón menor de unos 15 años de edad en varias ocasiones.
El vicario general de Figari, cierto Germán Doig Klinge, diez años menor que él y uno de sus estudiantes, y otros líderes principales también eran abusadores homosexuales. Doig murió en 2001, y poco después se abrió su causa de beatificación, que sin embargo fue archivada en 2010.
Figaro y Doig tenían una relación muy estrecha. Se veían casi todos los días y viajaban juntos.
Doig era inteligente, simpático, atlético y considerado. Además de abusar de cinco varones menores de edad, también abusó de una niña de 16 años.
Otras acusaciones son que Figari y sus líderes elegidos utilizaron el dinero donado para las misiones religiosas de la organización para necesidades personales, viajes y fines no autorizados, sin tener en cuenta adecuadamente incluso grandes sumas de donaciones.
Recientemente, el cardenal electo Carlos Castillo Mattasoglio calificó en una columna en el diario español El País al Sodalicio como un “experimento fallido” que debía ser suprimido, toda vez que la organización era “máquina destructora de personas” al servicio de la Guerra Fría, con una fe que encubre delitos y ambiciones políticas (aunque con semejante prontuario, también deberían ser suprimidos los jesuitas, los claretianos, los misioneros de Maryknoll y los de Scarborough ya que si el Sodalicio estaba por los Estados Unidos y las dictaduras militares, estos le estaban por la subversión entrenada y apoyada por la Unión Soviética y Cuba).
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