jueves, 5 de octubre de 2023

EL SACERDOTE FIJA SUS OJOS EN DIOS, NO EN LA GENTE

   
En la Misa Tradicional, al sacerdote se le instruye nunca tener contacto visual con la gente:

«En la Misa Tradicional, el sacerdote está mirando al tabernáculo y el crucifijo, y se le instruye nunca tener contacto visual con la gente. 
    
Si te das cuenta, el sacerdote está mirando hacia abajo cuando dice “Dóminus vobíscum”. Él no está mirando a la multitud. Él mira hacia abajo. Incluso cuando te bendice, él mira hacia abajo. Nunca tiene contacto visual con la gente.
  
¿Por qué es eso?
    
Porque él debería ser anónimo ante el altar, un sacerdote de Dios, punto. No es nadie, es un sacerdote de Dios, punto. Y está realizando esa función, esa sacra función, y todo ojo debe estar vuelto hacia Nuestro Señor en la Sagrada Eucaristía, y Nuestro Señor crucificado. Todos los ojos deben volverse a Él, incluyendo al sacerdote».
   
Mons. DONALD J. SANBORN ICR, La Santa Cruz y la redención del hombre.

2 comentarios:

  1. Yo he ido a ¿misas? según él rito de 1962 y el que la preside (no estoy segura de que esté ordenado válidamente. Probablemente no) mira a la gente cuando da la homilía. ¿Cómo se concibe lo relacionado con la homilía en el misal según San Pío V?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A diferencia de lo que ocurre en el Novus Ordo, donde un culto sin homilía es casi que inconcebible y solo ocurre en casos muy extremos (personalmente, una sola vez vimos que eso pasó), la homilía en la Misa Tradicional no es sino una imterrupción, y si el sacerdote celebrante es el que la da, este se quita la casulla y el manípulo (o solo el manípulo, por conveniencia) y se ciñe el bonete. Ello porque la casulla y el manípulo son ornamentos exclusivos de la Misa, y en la homilía el sacerdote actúa a título personal, no in persóna Christi.

      Tenemos un artículo al respecto, que se puede ver aquí:
      https://wwwmileschristi.blogspot.com/2020/01/de-por-que-en-la-homilia-el-sacerdote.html

      Eliminar

Preferiblemente, los comentarios (y sus respuestas) deben guardar relación al contenido del artículo. De otro modo, su publicación dependerá de la pertinencia del contenido. La blasfemia está estrictamente prohibida. La administración del blog se reserva el derecho de publicación (sin que necesariamente signifique adhesión a su contenido), y renuncia expresa e irrevocablemente a TODA responsabilidad (civil, penal, administrativa, canónica, etc.) por comentarios que no sean de su autoría.