jueves, 22 de agosto de 2024

PRIMERA CAPILLA ECUMÉNICA EN PARAGUAY


La capilla de San Antonio en el barrio General Díaz de Pilar (diócesis de San Juan Bautista de las Misiones, Paraguay), se convierte en el primer centro ecuménico del país.
   
La capilla fue construida en la década de 1920 por el caballero italiano Tomás Antonio Saccarrello Fontana († 1939) «copiando elementos masónicos», pero había estado abandonada durante muchos años. Fue comprado recientemente por un tal Dr. Raúl Antola dos Santos, empresario, abogado y actual director de la Fundación Redentorista de Obras Sociales y Educacionales de Pilar (FROSEP), a la familia Romero Serrati.
   
El párroco y rector de la Basílica Menor y Santuario Regional Nuestra Señora del Pilar, el presbítero italiano Gianluigi Arofo C.Ss.R., fue quien le propuso a Antola la compra de la capilla, y dijo que el proyecto era una idea «importante y trascendental».
    
El “pa’i Luigi” dijo a Última Hora el 18 de Agosto: «El compromiso del catolicismo con el ecumenismo se basaba en la convicción de que un cristianismo dividido contradice abiertamente la voluntad de Cristo. La búsqueda de la unidad de los cristianos fue una de las principales preocupaciones del concilio Vaticano II», recordando que cuando fue capellán en las “Fuerzas de Paz” de la OTAN en Kosovo, un mismo templo era escenario de la oración y cultos de ministros de distintas denominaciones.
    
La restauración del edificio está en sus etapas finales. La inauguración como centro ecuménico tendrá lugar el 12 de Octubre. Para los eventos ecuménicos, se taparán los símbolos católicos.
     
El ecumenismo está totalmente estancado y sólo interesa a los indiferentes, mientras que la Iglesia Conciliar está desgarrada por grandes conflictos internos que requerirían un “ecumenismo interno”.

3 comentarios:

  1. Entonces menos crítica y más salir al encuentro del prójimo, menos mirar desde arriba y más hacernos humildes para enseñar. Enseñar desde lo concreto, desde donde se nos llama Hoy.

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    1. Vosotros los modernistad siempre pasáis hablando de “salir al encuentro”, de “humildad”, de “acogida”, de “ir a las periferias”, “amor incondicional” por aquí, “misericordia” por allá y un largo et cœ́tera cœtérisque que ni vosotros mismos creéis y mucho menos practicáis con los que quieren mantener su centro en el Catolicismo de sus padres antiguos. Así pues, hablando Hoy desde lo concreto y no por las ramas que andáis cortando estando parados arriba de ellas, practicad primero con ellos eso que tanto decís, para no quedar como quien predica la moral en calzoncillos.

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    2. No tenéis NINGUNA autoridad moral para quejaros de las etiquetas y divisiones, toda vez que vosotros, con Bergoglio a la cabeza las usáis más allá del hartazgo: “retrógrados”, “cara de vinagre”, “tradicionalistas”, “santurrones”, “desequilibrados”, “nostálgicos del pasado”, y a seguir toda la lista… a las pruebas nos remitimos: https://wwwmileschristi.blogspot.com/2019/12/bergoglio-insulta-otra-vez-los-catolicos.html

      Aguantaros entonces que, con toda justicia, se os etiquete de MODERNISTAS, porque eso es lo que sois.

      Y sobre las divisiones, el mismo Cristo ha dicho que Él mismo vino a traer guerra y división (San Mateo X, 34-37; San Lucas XII, 51-53) y que Él y su Iglesia (de la cual vosotros os habéis escindido con vuestra apostasía) son un SIGNO DE CONTRADICCIÓN (y ni Juan XXIII bis Roncalli tuvo miedo de usar esta palabra en su discurso inaugural del Vaticano II, ni Juan Pablo II Wojtyła como título para la compilación de sus predicaciones cuaresmales). Entonces, ¿a qué escandalizaros? Y aun si ese no fuera el caso, vosotros sois los que habéis sembrado división y alboroto, no nosotros. Punto.

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