1.º MÁS ESCÁNDALOS DEL OBISPÓN DE JULI: MONTÓ ASADERO DE POLLOS CON MUEBLES DE CASA DE RETIRO.
Como si fuese poco a las denuncias de mala conducta sexual del obispón prelado de Juli (Perú) Ciro Quispe López, ahora sale otra acusación en su contra: uso de bienes eclesiásticos para fines seglares.
aquel como proyecto las ejecutó su empresa con sus propios recursos, por valor de 280.000 soles, de cuyos gastos le envió copias de las facturas (que después Quispe López presentó como soporte del informe a la ACN):
«Yo nunca he sido contratado para construir nada… Ahora entiendo por qué me porfiaba elobispo, lo consideré un amigo. Recuerdo que me insistía que primero habilite el comedor y los baños, y me pedía con insistencia el informe. Esas facturas que envió son mis gastos, a mí me costó».
Añadió que el 1 de Julio, Quispe López canceló el contrato aduciendo un impago de tres meses, y además le depositó menos de la mitad de lo invertido, y que con apoyo de supuestos matones, lo echó de la Casa de Retiro, por lo que Bernabel anunció que emprendería demanda:
«La propiedad de la Casa de Retiro no es solo de la Prelatura de Juli, el contrato debieron firmarlo los obispos de Huancané y Ayaviri. Tomaremos acciones legales sobre estas irregularidades y otros abusos… Pensé que elobispoCiro (Quispe) era una persona de bien, creí que era un amigo, ahora estoy casi en la quiebra por su culpa».
2.º EXPULSADO FUNDADOR DEL SODALICIO DE VIDA CRISTIANA, SIN MAYOR EXPLICACIÓN.
La Conferencia Episcopal Peruana emitió un comunicado dando cuenta que el Dicasterio para los Religiosos emitió un decreto bajo el protocolo 52218/2011 en el cual Luis Fernando Figari Rodrigo (foto, derecha), fundador del Sodalicio de Vida Cristiana, fue expulsado finalmente de su congregación.
Comunicado de la Conferencia Episcopal Peruana informando del decreto vaticano de expulsión de Luis Fernando Figari Rodrigo del Sodalicio de Vida Cristiana.
El decreto (arriba), firmado por la Secretaria Sor Simona Brambilla MC y el Subsecretario del Dicasterio para los Religiosos Aitor Jiménez Echave CMF y aprobado específicamente por Francisco Bergoglio, invoca el canon 746 wojtiliano:
«Para la expulsión de un miembro incorporado definitivamente [a un instituto religioso], han de observarse, salvando las diferencias, los cc. 694-704».
Aparte de la expulsión, no se impusieron otras sanciones eclesiásticas porque Figari no es un clérigo.
Fundado en 1971, el Sodalicio tiene unos 40 presbíteroa, 300 consagrados y 40.000 miembros laicos. Fue reconocida por el Vaticano como Sociedad de Vida Apostólica en 1997 y tenía la fachada de un grupo doctrinalmente “conservador” que luchaba contra la teología de la liberación.
Figari dejó el liderazgo de la comunidad en 2012 cuando el peruano Alessandro Moroni Llabres fue elegido Superior General. Francisco lo destituyó en 2018 y puso el Sodalicio bajo liderazgo provisional.
Figari ha sido acusado públicamente de abuso desde 2015. Los rumores hablan de abuso homosexual, incluidos los menores. Más aún, fue acusado también el segundo al mando de Figari, Germán Doig Klinge SCV, cuyo proceso de “beatificación” fue cancelado en 2010 por esa causa.
El 25 de julio de 2023, el Vaticano abrió una investigación contra Figari y el Sodalicio. Fue llevado a cabo por el arzobispón maltés Charles Jude Scicluna Falzon y el monseñor español Jordi Bertomeu Farnós, ambos miembros del Dicasterio para la Doctrina de la Fe.
Encontraron certidumbres de crímenes aún no revelados y, por lo tanto, vagos «durante muchos años» y concluyeron que era «obligatorio, apropiado y urgente» tomar medidas contra Figari. Pero el problema es que según señala el ex-sodalité Martín Scheuch Poll, el decreto dice que la expulsión es «por causa de circunstancias distintas de las previstas en el can. 695 y can. 696», a saber:
- no es por homicidio, lesiones, secuestro, aborto, o por delitos contra sextum a menores o adultos en condición vulnerable o bajo su tutela (cf. can. 695),
- ni mucho menos por «el descuido habitual de las obligaciones de la vida consagrada; las reiteradas violaciones de los vínculos sagrados; la desobediencia pertinaz a los mandatos legítimos de los Superiores en materia grave; el escándalo grave causado por su conducta culpable; la defensa o difusión pertinaz de doctrinas condenadas por el magisterio de la Iglesia; la adhesión pública a ideologías contaminadas de materialismo o ateísmo» (can. 696).
Sino «por causa de escándalo y grave daño al bien de la Iglesia y de cada uno de los fieles».
José David Correa González, actual superior del Sodalicio, dio la bienvenida a la decisión de Francisco de expulsar a Figari, de quien dice «es el fundador histórico del Sodalicio de Vida Cristiana, pero no es un referente espiritual para nuestra comunidad ni para la Familia Sodálite». Entonces, los sodalités deben desaparecer, ya que su espiritualidad, prácticas y carisma se sustentaban en Figari.
Pero hay más que abusos (por los cuales Figari no podía ser juzgado retroactivamente, ya que los casos de abusos por laicos consagrados fueron tipificados recién en la reforma canónica de 2021 y 2022). InfoVaticana se ha enterado de que el Sodalicio estuvo involucrado en supuestos negocios fraudulentos. Al parecer, había compañías que han lavado cientos de millones de dólares (!) en compañías offshore.
Un pequeño ejemplo de Perú. Diez cementerios privados, pertenecientes a la Misión Católica del Parque del Recuerdo, fueron utilizados no sólo para enterrar a los muertos, sino también para lavar dinero.
InfoVaticana agrega que los políticos y los medios de comunicación vinculados al mundo eclesiástico lavaron dinero con el Sodalicio.
El Sodalicio ha pagado alrededor de dos millones de dólares a víctimas de abuso sexual.
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