Noticias tomadas de distintas fuentes:
Este último suceso casi parecería encarnizamiento cuando se sabe que el soberano pontífice había revocado su estatus privilegiado al Opus Dei, que además acaba de perder la jurisdicción indivisa que hasta ahora ejercía sobre el santuario de Torreciudad. Un centro religioso que los miembros de la Obra consideraban su “joya de la corona”.
Una torre de ladrillos rojos se alza en medio de escarpadas montañas con vistas a un inmenso lago bañado por el sol… aquí se encuentra un santuario mariano de más de mil años de antigüedad, que alberga la milagrosa imagen de Nuestra Señora de los Ángeles.
Entre 1960 y 1975, el fundador del Opus Dei, Monseñor Josemaría Escrivá de Balaguer [sic], decidió construir un nuevo santuario en el lugar de una antigua ermita con el fin de promover la devoción a la Santísima Virgen. Y para proporcionar una base a la Obra que había fundado casi cuarenta años antes.
En 1962, se firmó un acuerdo con el obispado de Barbastro que le obligaba a ceder al Opus Dei, entonces en plena expansión, el dominio y custodia de la imagen de la Virgen, quedando a salvo los derechos que conservaba el obispado sobre el santuario. En teoría.
Pasaron los años, la influencia de la Obra siguió creciendo hasta ocupar un lugar preponderante bajo el pontificado del Papa Juan Pablo II (1978-2005) y ya nadie se atrevió a cuestionar el estatus de Torreciudad, que entonces se asemejaba al de un oratorio de la prelatura que nombra a su rector según le parezca más conveniente.
Pero desde la elección del Papa argentino, han pasado muchas cosas, y la Obra ha perdido su influencia y esplendor. Como la naturaleza aborrece el vacío, el obispado de Barbastro pretende ahora recuperar todos sus derechos: en una nota escrita el 17 de julio de 2023, Monseñor Ángel Pérez Pueyo, ordinario de la diócesis, manifestó su deseo de «regularizar la situación canónica del santuario» y nombrar él mismo al nuevo rector, que ya no será un sacerdote del instituto fundado por Monseñor Escrivá.
Una decisión inmediatamente impugnada por el Opus Dei ante los tribunales de la Santa Sede, pero que, según el obispo, fue aprobada «conforme a la ley, en comunión eclesial y con total transparencia». Monseñor Pueyo explica: «estamos abiertos a que la autoridad eclesiástica competente resuelva la situación si el Opus no está realmente satisfecho con los argumentos esgrimidos». Sin embargo, asegura haber «procedido con honestidad, transparencia, valentía y espíritu evangélico».
Un “despertar” diocesano que se produce apenas unas semanas después de que el soberano pontífice decidiera redimensionar –por emplear un eufemismo– el lugar del Opus Dei en la Iglesia. Desde que el Papa tomó su decisión, la Obra ha perdido una parte de su singularidad. Solo los religiosos y religiosas son ahora miembros de pleno derecho, los laicos pasaron a ser asociados más que miembros de pleno derecho.
Una reforma, por no decir una completa transformación, que redistribuye las cartas, y recuerda a la Obra que la Roca Tarpeya no se ha movido ni un centímetro del Capitolio en varios milenios… Ha llegado el momento de mantener un perfil bajo: el exrector de Torreciudad Ángel Lasheras Presas, miembro del Opus, incluso se vio obligado a pedir perdón por sus pasadas declaraciones en las que exhortó al obispo a «tener una mejor disposición, e intentar rectificar su posición para llegar a un acuerdo» sobre la ubicación del santuario.
«Ahora me arrepiento, ya le pedí disculpas en privado (al obispo), y quiero que ustedes lo sepan, porque no pretendo dañar ni molestar, perjudicando la reputación de nadie. Deseo estar unido al obispo de la diócesis en la que trabajo y espero que mis disculpas sean aceptadas», subrayó el sacerdote, que se ha resignado a participar en el equipo dirigido por el Padre José Mairal Villellas, primer sacerdote diocesano no nombrado por el Opus Dei para el cargo de rector de Torreciudad.
En Villa Tevere, sede central del Opus Dei en Roma, situada en el número 73 de la calle Bruno Buozzi, en el elegante barrio romano de Parioli, se intenta guardar la calma, recordando otros terremotos experimentados desde el año de la fundación, en 1928 [sic]. Después de todo, el actual pontificado algún día terminará, y quién sabe, quizás entonces llegue el momento de recuperar las joyas de la familia…
2.º CARTA DE UNA SUPERNUMERARIA A BERGOGLIO: «ACABAR CON EL OPUS LE REPORTARÁ UNA CONDECORACIÓN EN EL INFIERNO» (Fuente: NOTIRED MÉRIDA - Méjico).
Una semana después que un Francisco Bergoglio recién bajado del avión desde Lisboa firmara el motu próprio “Prælatúræ personális” que asimila al Opus Dei a las asociaciones clericales, desligando de esta a los miembros laicos (numerarios y supernumerarios), una supernumeraria le escribió la siguiente carta donde le dijo sus cuantas verdades:
Miércoles 16 de agosto de 2023Querido ¿Santo Padre?:Soy (o era, gracias a usted), una supernumeraria del Opus Dei de Barcelona. No he escondido mi parecer sobre su persona, basado en hechos no en opiniones, entre los sacerdotes con los que me he confesado e incluso entre los mismos laicos de esta institución.Si bien me han amenazado con la expulsión, que al final no llegó, otros miembros del Opus Dei han recibido con incredulidad mi relato de sus desmanes en la Iglesia de Jesucristo. ¿Qué clase de ceguera preternatural los envuelve?Pero no le llamaré Santo Padre, porque usted no es santo (¿qué santo arrancaría de su matriz viva a más de 80 mil laicos del Opus Dei sin contemplaciones a golpe de decreto dejándolos en una inseguridad moral terrible?), ni padre, sino un padrastro malvado que ataca lo bueno porque da gloria a Dios. Supongo que la demolición del Opus Dei será una de las condecoraciones más prestigiosas con las que Satanás le premiará cuando llegue al Infierno.La lista de sus errores es inacabable, pero basten algunos:
- “Conozco a parejas que conviven que son tan fieles que tienen la gracia del sacramento”,
- “María y José no nacieron santos; se hicieron santos”,
- “los mandamientos de la Ley de Dios no son absolutos”,
- la apertura a la comunión sacrílega de “recasados” tras Amoris lætitia,
- afirmar que los malvados no van al Infierno sino que sus almas se desintegran,
- el cambio sobre la moralidad de la pena de muerte,
- la idolatría de la Pachamama en la Basílica petrina,
- el igualar todas las religiones a raíz del documento de Abu Dhabi,
- su apoyo explícito a las uniones civiles homosexuales y a las agendas masónicas de la ONU, incluyendo una vacuna peligrosa y el cambio climático que no son de su incumbencia,
- el nombramiento de homosexuales/homosexualistas al episcopado, cardenalato, u otros cargos clave,
- la destitución de laicos, sacerdotes, obispos y cardenales que han defendido la verdad frente a sus disparates anticatólicos,
- los elogios o condecoraciones a abortistas tales como Emma Bonino y Lilianne Ploumen…,
- el desmantelamiento de la Academia Pontificia para la Vida nombrando a gente prosodomía/aborto/eutanasia/experimentación con embriones, entre sus miembros,
- la persecución a la Misa Tradicional e instituciones religiosas de corte tradicional/conservador,
- expulsión de monjas/es de monasterios,
- elogios a curas/laicos/artistas comunistas, blasfemos o herejes,
- la protección de curas abusadores o pederastas, ya desde su etapa argentina… ¿Sigo?
Su hipocresía crece a medida que su falso pontificado avanza, sin ir más lejos, en la JMJ de Lisboa iba pregonando como un descosido que en la Iglesia caben todos, sin embargo, al día siguiente, decenas de miles de laicos dejaron de caber en la Obra porque usted lo decretó así. Ya sabemos que no fue por capricho: es que no soporta a los católicos, de los que se burla siempre que tiene ocasión porque siguen fielmente la doctrina de la Iglesia pues usted, como todos lo pecadores impenitentes, desea que todos vayan por el mal camino.Está profetizado que la Iglesia minada por la masonería, de la que usted ostenta el máximo puesto, debe caer. Renacerá una nueva Iglesia donde ni los cínicos, ni los hipócritas, ni los ambiciosos, ni los lujuriosos tendrán cabida. Y esa Iglesia usted sólo la contemplará desde el palco de los Judas en el reino tenebroso de Satanás.
3.º “SACERDOTE DEL OPUS DEI” ES NOMBRADO ORDINARIO DE FINLANDIA.
El español Ramón “Raimo” Goyarrola Belda fue nombrado obispón de Helsinki (Finlandia), informó el Vaticano el 29 de Septiembre, poniendo fin a cuatro años de sede vacante tras la renuncia por temas de salud de Teemu Jyrki Juhani (Nicodemo Jorge Juan) Sippo SCJ (gobernó entre 2009 y 2019). Antes, Goyarrola había sido vicario general de la diócesis, que abarca todo el país y cuenta con 15.000 fieles (menos del 0,5% de la población finesa, frente a un 68,7% de luteranos y un 28,5% de personas sin religión).
Un hecho curioso es que el Vaticano, en la breve biografía de Goyarrola (que será “instalado” obispón el próximo 25 de Noviembre) dice que él «en 1987 ingresó en la Prelatura Personal del Opus Dei». Esto es, Goyarreta “escribió al Prelado” pidiendo ser admitido como numerario (laico célibe que vive en un centro del Opus) en 1987, y tras graduarse de medicina en la Universidad de Navarra en 1996, se hizo “sacerdote del Opus Dei” en 2002 después de estudiar en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz en Roma.
Infovaticana comenta que con tal ¿lapsus?, el Vaticano admitió de facto que los laicos pueden ingresar al Opus (y no simplemente “cooperar” con él, como Ghirlanda quiere y Bergoglio dijo en su motu próprio “Prælatúræ Personális”). Al menos, mientras salen los Estatutos definitivos de “La Obra”, que fueron modificados tras el motu “Ad charísma tuéndum”, que veta a su superior, el “prelado” Fernando Ocáriz Braña, de poder tener insignias ni dignidad episcopal.
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