lunes, 18 de septiembre de 2023

HIMNO A LOS CAÍDOS PONTIFICIOS DE CASTELFIDARDO

Traducción del artículo publicado en RADIO SPADA.


El 18 de septiembre es una fecha sagrada en la historia de la Iglesia y del Papado, una fecha consagrada por la sangre de los últimos cruzados, la sangre de aquellos que en Castelfidardo, el 18 de septiembre de 1860, se batieron y derramaron la sangre para defender el Principado Civil del Romano Pontífice asediado y usurpado por los enemigos “italianos”. Fueron derrotados, “a los ojos de los necios… su fin se consideró una desgracia… mas ellos están en la paz” (Sap. III, 2-3), en la pacífica gloria de Dios que por la Cruz triunfó sobre sus enemigos. Por esto podemos repetir con convicción aquel verso en boga en años pasados: “En Loreto y en Mentana / la batalla no fue vana”. Por esto cultivamos el recuerdo de estos gloriosísimos Macabeos del siglo XIX y en su honor retomamos este himno*.

HIMNO A LOS SOLDADOS CATÓLICOS CAÍDOS EN LA GLORIOSA JORNADA DE CASTELFIDARDO
  
ITALIANO
Curvo il capo sul proprio valore
Pimodano cadesti Soldati,
Or, che resta? novelli crociati,
Su battete lo stesso sentier.

Se il sentiero conduce alla morte
Oh si batta con Giorgio morendo.
Alla Francia, alla Fè, combattendo,
Si rivolga ogni vostro pensier.

Sien pur tante dell’oste le schiere,
Quante teste fra i vostri drappelli.
Non contate le schiere rubelli,
Quando Francia vi guarda e la Fè.

A Pio IX che è padre e signore
Fortunati pagate un tributo.
Ogni tempo di voi non fia muto,
Non fia il sangue già senza mércé.

Di Loreto qui sotto agli spaldi
L’olocausto pietoso s’immola.
Quinci il sangue fumante che scola
Salirà sino al trono divin.

Coi cadenti la sana giustizia
Un istante pur essa si giace.
Ma a gran prova del dritto verace
Testimone fia il vostro destin.

Non temete se oltraggio si porta
Fino al sonno dei cari sepolti.
Date tempo al gioir degli stolti:
Vive Iddio; vendetta farà.

Oh zelanti campioni di Pio,
Ecco il ciel si serena all’aurora.
In lui fiso uno sguardo, si muora.
A Voi gloria il morire darà.

Né da noi già s’aspetti sui morti
Qualche stilla di tenero pianto.
Se una lagrima abbiamo, è soltanto
Sopra il vinto che fu vincitor.

E tu Francia e tu Belgio ed Irlanda,
Nella fede germane, esultate
Delle sorti a tai figli serbate;
Del martirio la palma è per lor.

Fur traditi, deserti, fur vinti;
Ma all’ uscire dell’aspra tenzone
Di vittoria immortali corone
Il Signor sul lor capo posò.

Oh salvete libenti campioni!
Rivedremci lassù nel gran giorno,
Su quel ciel che pugnando qui intorno
Cadaun degli estinti comprò.

Dalla terra partite, o guerrieri.
Sotto il santo vessil della croce;
Mercenarii vi disse una voce.
La mercede vi aspetta lassù.

Fra le invitte falangi dei martiri
Or volate: la pugna vinceste.
Colla Chiesa beata celeste,
L’altra chiesa trionfa quaggiù.
  
TRADUCCIÓN
Inclinada la cabeza sobre el propio valor,
Pimodano cayó, Soldados,
O ¿lo que queda? Nuevos cruzados,
Tomad el mismo camino.

Si el camino lleva a la muerte,
O se bate con Giorgio muriendo
A Francia y a la Fe, luchando,
Que todos vuestros pensamientos se dirijan.

Hay tantos anfitriones,
Cuántas cabezas hay entre tus escuadrones.
No cuentes las filas de Rubelli,
Cuando Francia os mira, a la Fe.

Rendid homenaje a Pío IX,
Padre y señor de Fortunati.
Cada vez de vos no callará,
La sangre no será sin piedad. 

Desde Loreto bajo las murallas
Se sacrifica el holocausto misericordioso. 
De ahí la sangre humeante que gotea
Ascenderá al trono divino.

Con la justicia sana que cae
Por un instante también miente.
Pero vuestro destino será una gran prueba
De la verdad verdadera.

No tengáis miedo si la indignación llega
Hasta el sueño de los seres queridos enterrados.
Dad tiempo al regocijo de los necios:
Dios vive; él se vengará.

Oh celosos campeones de Pío,
He aquí que el cielo se aclara al amanecer.
Lo miro, muere.
Morir ls dará gloria.

Tampoco debemos esperar
Gotas de tiernas lágrimas de los muertos.
Si tenemos una lágrima, es sólo
Por el vencido que salió vencedor.

Y tú, Francia, Bélgica e Irlanda,
En la fe alemana, regocíjate.
Algunos destinos están reservados para estos niños;
La palma del martirio es para ellos.

Fueron traicionados, abandonados, derrotados;
Pero al salir de la encarnizada batalla,
El Señor colocó sobre sus cabezas
Coronas inmortales de victoria.
   
¡Oh, salve a los campeones libres!
Nos volveremos a ver allá arriba en el gran día,
En ese cielo que cada uno de los extintos
Compró peleando aquí abajo.

Apartaos de la tierra, oh guerreros.
Bajo el santo estandarte de la cruz;
Mercenarios os llama una voz,
La recompensa os espera allí arriba.

Entre las falanges invictas de los mártires
Ahora volad: ganasteis la pelea.
Con la bendita Iglesia celestial,
Aquí abajo triunfa la otra iglesia.

EDMOND LAFONT. En JEAN-JOSEPH HUGUET SM, El espíritu de Pío IX, Módena-Roma, 1867, vol. I, págs. 80-82.

CUESTIÓN ÚNICA
* La versión francesa, traducida al español por el padre Antonio Salvador, Barcelona, Librería La Maravilla 1868, págs. 74-76, va en este tenor:

FRANCÉS
Tu tombes, Pimodan, couché dans ta vaillance; 
Et vous, ses compagnons, allez, fils des croisés! 
Trahis, abandonnés, sauvez l’honneur de France, 
Tombez, sous le nombre écrasés. 

Au Pape, père et roi, vous payez une dette: 
Votre sang généreux ne coule pas en vain, 
Et l’holocauste offert sous les murs de Lorette 
Fume et monte au trône divin.
   
Avec vous un instant la justice succombe, 
Mais on croit des témoins qui se font égorger; 
On vous insulte encor jusque dans votre tombe. 
Qu’importe? Dieu va vous venger. 

En regardant les cieux, tombez, soldats de Pie! 
Gloire à vous dans la mort! Nous ne vous pleurons plus; 
Nous plaignons les vainqueurs de leur victoire impie, 
Nous portons envie aux vaincus. 

Et vous, sœurs par la foi, France, Irlande et Belgique, 
Soyez fières du sort de vos braves enfants; 
Voyez-les, au sortir de leur lutte héroïque, 
Vaincus, devant Dieu triomphants. 

Au revoir près de Dieu, glorieux volontaires, 
Vous avez emporté le ciel en combattant; 
Ouvriers de l’épée, allez, ô mercenaires: 
Votre salaire vous attend. 

Les palmes du martyre ornent déjà vos têtes; 
La bataille est gagnée auprés du Tout-Puissant. 
L’Eglise sait encor vaincre par ses défaites; 
Elle triomphe dans son sang! 

TRADUCCIÓN
Caes reclinado en tu valor, Pimodan:
Y vosotros, compañeros suyos, hijos de los cruzados,
Vendidos, abandonados, id, salvad el honor de Francia;
Caed arrollados por el número.

Pagáis una deuda al Papa, padre y rey;
Vuestra sangre generosa no corre en vano,
Que el holocausto ofrecido al pie de los muros de Loreto
Humea y asciende al trono divino.

Con vosotros sucumbe un momento la justicia;
Pero son testigos irrecusables los que por ella dan la vida.
¿Qué importa que os insulten hasta en la tumba? 
Dios os vengará.
   
Caed mirando al cielo, soldados de Pio.
¡Gloria a vosotros muriendo! No os lloramos, porque compadecemos a los vencedores por su impía victoria
Y envidiamos a los vencidos.

Y vosotras, hermanas en fe, Francia, Irlanda, Bélgica,
Gloriáos de la suerte de vuestros valerosos hijos,
Que aunque vencidos en su heróica lucha
Triunfan delante de Dios.

Hasta vernos junto a Dios, gloriosos voluntarios,
Que ganasteis el cielo combatiendo:
Id, obreros de la espada, mercenarios;
El salario os espera.

Orlan vuestras frentes las palmas del martirio;
Ganada está la batalla en el Todopoderoso.
La Iglesia vence hasta en sus derrotas,
Porque triunfa en su sangre.

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