jueves, 28 de septiembre de 2023

LA MALA HORA CONCILIAR SUIZA


Una investigación canónica por el Vaticano se ha abierto contra varios obispones de Suiza por abuso y/o encubrimiento, han informado distintos medios.

Francisco Bergoglio designó al obispón de Coira José María Bonnemain, presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Suiza, para presidir el tribunal interdiocesano para investigar estos casos, luego que el presbítero bernés Nicolas Betticher, ex vicario general de Lausana-Ginebra-Friburgo denunciara a cuatro obispones activos y dos en retiro en una carta al nuncio Martin Krebs el pasado mes de Mayo.
  
Los denunciados son:
  • Jean-César Scarcella Gerber CRSA (71), abad territorial mitrado de San Mauricio de Agaune. Habría acosado sexualmente a un joven. El 13 de Septiembre, fue suspendido de sus funciones.
  • Jean-Marie Lovey CRSB (73), obispón de Sión. Se dice que una víctima se puso en contacto y denunció abusos en el internado, pero no pasó nada. El portavoz de Lovey contradice: "El obispo ha tomado las medidas prescritas".
  • Charles Morerod OP (61), obispón de Lausana, Ginebra y Friburgo. Se enteró de un caso de abuso en 2011 perpetrado por el presbítero Paul Frochaux. «Le compartí esta importante información en noviembre de 2011», escribe Betticher en su carta al nuncio. Sin embargo, Morerod más tarde lo promovió a canónigo de la catedral. No fue hasta 2020, cuando los diarios “Tages-Anzeiger” y “Rundschau” revelaron detalles de los abusos, que Morerod suspendió al presbítero.
  • Alain de Rämy Kuntschen (64), obispón auxiliar de Lausana. De Raemy y Frochaux eran propietarios juntos de un chalet en Valais, donde tuvo lugar el ataque. En 2020, de Raemy negó tener conocimiento del crimen a “Le Matin Dimanche”. Sólo supo que el copropietario del chalet “tenía una relación homosexual. Hablaba de un adulto, de besos y abrazos". El portavoz de De Raemy informó a SonntagsBlick sobre las investigaciones en curso.
  • Pierre Bürcher (77), ex obispo auxiliar de Lausana, presuntamente encubrió casos de abusos en el cantón de Vaud. La carta cuenta que después de un campamento de verano, los padres se quejaron de un sacerdote que "había abusado sexualmente de varios niños", pero Bürcher no hizo nada. Entonces, los padres recurrieron entonces al obispón Bernard Genoud Hermann-Currat († 2010), que intervino en Roma. Este episodio propició, además de las tensiones con Genoud, que Bürcher fuera destituido de Lausana y nombrado ordinario de Reikiavik (Islandia). El dignatario negó todas las acusaciones a SonntagsBlick y anunció que presentaría una denuncia penal por difamación. Abogó por una política de tolerancia cero por respeto a las víctimas de abusos.
  • Jean-Claude Périsset (84). Hizo carrera como diplomático vaticano y fue nuncio en Alemania de 2007 a 2013. Se dice que Périsset, como miembro del tribunal diocesano de Lausana, se enteró de los abusos sexuales cometidos por el capuchino (hoy laicizado) Joël Allaz a finales de los años 1980. Allaz fue trasladado a Grenoble (Francia), donde abusó de otros jóvenes. Périsset explica a SonntagsBlick que, como funcionario de aquella época, no encubrió nada, y que el superior provincial de la orden de los Capuchinos asumió la responsabilidad. La ley de la Iglesia era diferente en aquel entonces.
Previamente un informe de la Universidad de Zúrich señaló que entre 1950 y 2019 se presentaron 1.002 casos de abuso sexual clerical, pero podrían haber muchos más por falta de denuncia y/o destrucción de los archivos secretos. El informe también señaló a otros jerarcas como Wolfgang Haas (arzobispón de Vaduz, Lietchenstein), el cardenal Kurt Koch Bühlmann (presidente del Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos), Markus Büchel (obispón de San Galo), Vitus Huonder (obispón emérito de Coira), Félix Gmür (obispón de Basilea), y Martin Krebs (nuncio en Suiza).
   
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Las parroquias de Geiss, Gettnau Hergiswil, Menzberg, Menznau y Willisau (todas en el cantón de Lucerna) anunciaron una protesta en la cual consignarán en una cuenta bloqueada el 1% del impuesto eclesiástico correspondiente al obispón de Basilea hasta que se tome gestión frente a los casos de abuso, informó Cath.ch el día de hoy.
  
«Luego de décadas, son conocidos los casos de abuso en el seno de la Iglesia Católica. Los hechos están sobre la mesa. Falta ahora pasar de las palabras a los hechos», dijeron los consejos parroquiales en un comunicado conjunto.
   
Las seis parroquias se unen a la parroquia de Adligenswil (también en el cantón de Lucerna), que reclama también la abolición del celibato obligatorio y la instalación de presbíteros mujeres, medidas que el obispón local Félix Gmür Beck dijo el domingo que quería promover en el Sínodo.
   
Para empeorar las cosas, David Roth, presidente del Partido Socialista de Lucerna propuso la supresión del concordato de 1828, por el cual se obligan los diez cantones de la diócesis de Basilea a remunerar a 18 canónigos (el cantón de Lucerna tiene tres canónigos: uno residente y dos no residentes). Roth aduce que la falta de acción sobre los abusos hace injustificable que los canónigos sean pagados con dineros públicos (por ejemplo, el canónigo residente recibe un salario de seis cifras).

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