sábado, 22 de junio de 2024

NOVENA AL SANTO CRISTO DE LAS CUEVAS DE CHALMA

Novena tomada de la Descripción histórica y moral del yermo de San Miguel de las Cuevas en el Reino de Nueva España, e invención de la Milagrosa Imagen de Cristo Crucificado que se venera en ellas, dispuesta por el padre Francisco de Figueroa SJ y publicada en Cádiz por la Imprenta de la Compañía de Jesús en 1689.
   
ADVERTENCIAS PARA HACER CON FRUTO LA NOVENA
1. La intención con que se hacen, que es alcanzar del Señor por medio de la Imagen de su Hijo Crucificado lo que para su servicio y nuestra salvación conviniere. Y con esta intención se ha de pedir a Dios lo que le venimos a suplicar.
2. Vivir, por lo menos los días de nuestra Novena, con especial cuidado de no desagradar a Dios; no digo con culpas mortales, que eso se supone, sino con culpas veniales, como hay en la parlería, en la risa demasiada, en el comer y beber sin moderación, en el derramamiento de sentidos, etc., de suerte que si se divierte con otras personas en hablar, en ver el Santuario, las Cuevas, el agua, etc., sea con buen fin, con el deseo de agradar a Dios y de alabar su Divina providencia, que en estas cosas resplandece.
3. Confesar y comulgar más a menudo que otras veces; oír Misa, o Misas, cada día; rezar el Rosario de la Virgen con más devoción y atención que otros días; visitar el Santísimo Sacramento más a menudo; adorar la Imagen de Cristo Crucificado algunas veces, por la mañana y por la tarde; abstenerse por este fin de alguna cosa lícita, tanto en la comida como en la bebida, etc.; hacer más penitencia, o penitencias, sin salir cada uno de su estado ni faltar a las obligaciones de él, etc.; dar más limosna, sin que haga falta a su familia ni a su casa, etc.
4. Procurar que los suyos y quienes están a su cargo vivan bien y mejor que en otros tiempos, y a los que no corren por su cuenta, exhortarlos más con ejemplos que con palabras. El que hiciere esto y guardare estas advertencias, yo aseguro que casisiempre consiga su intento, y vuelva bien despachado.
   
NOVENA AL SANTO CRISTO APARECIDO EN SAN MIGUEL DE LAS CUEVAS DE CHALMA
   
   
Hincado de rodillas delante de la Santa Imagen de Cristo Crucificado, levantará el corazón contrito y humillado al Señor; y haciéndole profunda reverencia, y ofreciéndole sus oraciones, palabras y pensamientos a mayor gloria suya, y honra de la Virgen María su Madre,  de todos los Ángeles y Bienaventurados del Cielo, se persignará y dirá más con el alma que con la boca:

Por la señal ✠ de la Santa Cruz, de nuestros ✠ enemigos, líbranos Señor ✠ Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
  
ACTO DE CONTRICIÓN
Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, pésame en el alma de haberos ofendido, por ser Vos quien sois; por haberme criado y redimido con vuestra Sangra preciosa, quiero y propongo confesarme de todos mis pecados, y enmendarme de ellos, y espero de vuestra infinita bondad y misericordia me los perdonareis, y daréis gracia para cumplirlo. Amén.
   
ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
¡Oh buen Jesús! que, desde ese altar sagrado, donde con los brazos abiertos esperáis a todos los que os invocan, miradme postrado ante vuestra Imagen Bendita reconociendo vuestros innumerables beneficios e implorando las gracias para mis presentes necesidades. Padre mío, Amorosísimo Señor de Chalma, a vuestras plantas llego con lágrimas en los ojos y fatiga en el cuerpo, las cuales os ofrezco en agradecimiento de vuestras bondades; y como hijo pecador, os  pido, Jesús mío, me concedáis un sincero arrepentimiento de mis pecados y vuestra ayuda para dejar de ofenderte, y así haciéndome digno de Vuestro santo amor, me concedáis por los méritos de vuestra Preciosísima Sangre, las gracias que en este día de todo corazón imploro. ¡Benignísimo Señor!, que quisisteis dejaros en esta venerable Imagen, una copia exacta de vuestros padecimientos y dolores, por ellos espero que me concedáis la gracia que os pido, la tranquilidad de mi casa, el perdón de nuestros pecados y nuestra salvación eterna. Amén. 
  
DÍA PRIMERO – 22 DE JUNIO
MEDITACIÓN DE LA CRUZ A CUESTAS
Meditar a Cristo Señor nuestro con la Cruz a cuestas, fatigado, más que con el peso del Santo Madero, con la carga de mis pecados y de todos los hombres, que sobre Él llevaba; y que su deseo es que se le descargue de mis culpas, que lleva en Sus hombros. Darásle palabra de no pecar más, y de ayudarle a llevar los demás pecados, encomendando los míos; y después de haber meditado este paso, decir:
   
ORACIÓN
Dios y Señor de los Ángeles, a quienes encomendáis la guarda de los hombres, ofrezcoos en compañía de los vuestros, los merecimientos y oraciones de esos soberanos Espíritus, para que os dignéis de concederme la pureza que en ellos resplandece, y que a su imitación viva yo de aquí en delante como un Ángel, casto y limpio en el alma y en el cuerpo, y la gracia que he venido a suplicaros, por la fatiga y cansancio que tomasteis cuando sobre vuestros hombros cargasteis la pesada Cruz, en que por mis culpas y de todos los demás hombres, habríais de ser levantado en el monte Calvario para honra y gloria vuestra, que con el Padre y Espíritu Santo, vivas y reines por una eternidad. Amén.

Tres Padres nuestros, Aves Marías y Glorias.
    
ORACIÓN DE SAN BERNARDO A CRISTO CRUCIFICADO
Conoce, alma mía, y reconoce que esta efigie es de Cristo crucificado, Salvador tuyo, unigénito Hijo de Dios vivo, verdaderamente Dios y verdadero hombre, que solo entre los hombres vivió sin culpa, y con todo eso, fue puesto entre dos ladrones, como si fuera uno de ellos; tenido como un leproso y el ínfimo de los hombres y arrojado de su madre la sinagoga como abortivo de sus entrañas; el más hermoso de todo el linaje humano, hecho el más feo y horroroso de los hombres, herido por nuestros pecados, por nuestras maldades deshecho y en el incendio de su amor abrasado, como holocausto de suavísimo olor en el acatamiento del Padre eterno, para apartar de su delicadísimo olfato el mal olor que nuestras culpas le causan. Mirad, Padre santo y excelso Dios, desde vuestro santuario y desde la altísima morada vuestra de esos cielos, la Hostia sacrosanta que os ofrece nuestro gran Pontífice Jesucristo por nuestros pecados; aplacad vuestra indignación contra su malicia, la voz de la Sangre de Jesucristo clama en nuestro favor desde la Cruz. Mirad a la cara de vuestro Hijo, obediente hasta la muerte y muerte de cruz; no quitéis jamás los ojos de sus heridas, para que os acordéis de la satisfacción que os ha dado con ellas por mis pecados. Gracias os da mi agradecimiento; gracias os da toda la lengua, por la sobreabundancia de vuestra voluntad infinita, que no perdonó al Hijo unigénito de vuestro Corazón, sino que lo entregasteis a la Cruz y a la muerte por todos nosotros, para que tengamos su Imagen en la tierra, y su original en el Cielo como prenda segura de nuestro rescate, y como Abogado fiel de nuestra Redención; que por nosotros abogue en vuestra presencia, en que vivís y reináis con el Hijo y el Espíritu Santo por infinitos siglos. Amén.

En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
    
DÍA SEGUNDO – 23 DE JUNIO
Por la señal…
Acto de Contrición y Oración para todos los días.
   
MEDITACIÓN DE LA DESNUDEZ QUE CRISTO SUFRIÓ EN EL CALVARIO
Meditar cómo, después de llegado al Monte Calvario, el descanso de tan penoso y amargo camino fue desnudarle de todos sus vestidos, hasta de la túnica, que como camisa traía a raíz de las carnes, que se habría pegado al cuerpo con la Sangre y el sudor de Él, y al despegarla, sentía gran dolor en todas Sus llagas, especialmente en la cabeza, que asirían de las espinas de la Corona las vestiduras al sacarlas. Y a todo esto estaba el bendito Señor padeciendo por mí estos dolores, con el silencio y mansedumbre que está un cordero en manos de los que lo trasquilan y despojan del vestido que le dio la naturaleza. Asistiré con el alma a esta penosa función, compadeciéndome de ella y del Señor que la padece, proponiendo desnudarme de los hábitos viciosos que mis pecados hubieren causado en mí, como el que se desnuda de sus vestiduras, aunque me cuesten trabajo, aunque topen en las puntas o puntos de mi mal natural o de mis malas inclinaciones, que en esto tendrá grande alivio en sus penas. Después de haber meditado su afrenta y despojo, diré:
   
ORACIÓN
Dios y Señor de los Arcángeles, a quienes encomendáis los negocios más graves de vuestra Providencia para bien de los hombres, os ofrezco con vuestros merecimientos, los de los santos soberanos Espíritus, y de todos los Santos del Cielo y de la tierra, para que os dignéis de concederme que negocie mi salvación y haga los encargos de mi obligación, como ellos hacen los que vuestra Divina Majestad les ha encomendado por mi bien y de los demás hombres. Y que se haga el negocio que he venido a encargaros con toda felicidad, para servicio vuestro y provecho mío. Por la afrenta y dolor que padecisteis cuando os desnudaron de vuestras vestiduras para crucificaros en el Calvario, que vivís y reináis con el Padre y el Espíritu Santo por infinitos siglos. Amén.

Tres Padres nuestros, Aves Marías y Glorias. La Oración de San Bernardo se dirá todos los días.
   
DÍA TERCERO – 24 DE JUNIO
Por la señal…
Acto de Contrición y Oración para todos los días.
   
MEDITACIÓN DE LA CRUCIFIXIÓN
Meditar que en desnudando, o desnudándose el Señor de sus vestiduras, lo ataron por las piernas fuertemente con un cordel (lo cual se ve en las señales que tiene la Imagen de Chalma en ellas) y por los brazos; y tendido en el suelo, como algunos contemplan, o levantado en aire, como otros probablemente discurren, le clavaron primero las manos cruel y dolorosamente a los dos brazos de la Cruz, y luego los dos pies, o entrambos con un clavo, o con el suyo cada uno, de modo que quedase fijo de pies y manos en ella. Considerar el dolor que tuvo el Señor en partes tan nerviosas y tan sensibles, pagando aquellas manos, que nunca se extendieron a cosa desordenada, el desorden de Adán, y los nuestros en extenderlas a cosas vedadas por la Ley Divina; pagando aquellos Sagrados pies, que nunca anduvieron en malos pasos, los que nosotros dimos contra sus Mandamientos Divinos; y la Sangre copiosa que derramó de aquellas heridas. Hacer propósito eficaz de no ofenderle jamás, ni usar de pies y manos para pecar, y pesarme de que mis desórdenes los pagase Dios con tanta pena. Y después de haber meditado con los afectos que Dios me diere por algún rato, diré:

ORACIÓN
Dios y Señor de los Principados, que por medio de los Ángeles y Arcángeles cuidáis de la salud eterna de los hombres, que en esa Cruz obrasteis en el Calvario, yo os ofrezco en unión de los vuestros, los méritos de estos celosísimos Espíritus, y de todos los justos del Cielo y de la tierra, para que por ellos os dignéis de que yo me aproveche de vuestra Cruz y muerte de ella, y alcance por medio de ellos mi eterna salud, y la gracia que he venido a suplicar y en esta novena os suplico, si conviniere, encaminaréis mi ruego a vuestro servicio y honra, que con el Padre y el Espíritu Santo, vivís para siempre. Amén.

Tres Padres nuestros, Aves Marías y Glorias. La Oración de San Bernardo se dirá todos los días.
   
DÍA CUARTO – 25 DE JUNIO
Por la señal…
Acto de Contrición y Oración para todos los días.
   
MEDITACIÓN DEL TIEMPO QUE ESTUVO CRISTO EN LA CRUZ
Meditar que, quitando los cordeles con que estaban los brazos y piernas amarradas a la Cruz, quedó todo el cuerpo pendiente de los clavos, que con su peso se abrirían las heridas y avivaría el dolor que aqueste, y el de la Pasión toda, en especial de las tres horas que estuvo en la Cruz padeciendo, ofrecería el Señor por mí y por los demás hombres hijos de Adán a su Eterno Padre. Agradecerle el afecto con que por mí en especial padeció en la Cruz, y darle palabra de no cargarle mis pecados para que se le haga más grave el tormento de la Cruz. Y después de esta breve meditación, diré con toda confianza:
   
ORACIÓN
Dios y Señor de las Potestades, a quienes disteis especial poder contra los demonios para nuestro bien, yo os ruego por los merecimientos de estos Soberanos Espíritus, en unión de los vuestros, y los de vuestra Santísima Madre, me libréis de las asechanzas del demonio mi enemigo, a quien en esa Cruz, padeciendo y muriendo vencisteis; y la gracia especial que vengo a suplicaros, si conviniere para vuestra santísima gloria y utilidad mía; y de no, encaminar mi petición al mayor servicio vuestro y provecho mío. Que con el Padre y el Espíritu Santo vivís por los siglos de los siglos. Amén.

Tres Padres nuestros, Aves Marías y Glorias. La Oración de San Bernardo se dirá todos los días.
   
DÍA QUINTO – 26 DE JUNIO
Por la señal…
Acto de Contrición y Oración para todos los días.
   
MEDITACIÓN SOBRE LA CORONA DE ESPINAS EN LA CRUZ
Meditar que la Corona, que los verdugos le dejaron para aumentarle el dolor, y su Padre para acompañar el título de Rey: Rex Judaeórum que Pilato le dio en la Cruz, fue causa de uno de los mayores tormentos que en ella padeció, porque si arrimaba la cabeza para tomar algún alivio (si es que en la Cruz podía tener alivio) se le clavaban más espinas con el contacto de la Cruz, y las que ya estaban clavadas se clavaban más y más en ella, con que se le aumentaba el tormento. Si apartaba la cabeza del madero de la Cruz, la venía a tener sin descanso y en el aire, sin alivio ninguno, con que de cualquier modo, la Corona de espinas le sirvió en la Cruz de más dolor y de más afrenta. Tales son las coronas de este mundo, llenas de espinas aunque parezcan flores en lo exterior, que a los que estriban en ellas punzan y lastiman, y a los que apartan la cabeza, traen suspensos y con su pesadumbre inclinados. Considerar que para merecernos la corona de la gloria, quiso padecer las penas que esta corona le dio, y agradecerle esta fineza con huir en esta vida las honras, que han de ser con ofensa suya, y abrazarse, como Él, con las deshonras que nos vinieren. Después de esta meditación, en que se puede tener el afecto que en ella sintiere, dirá con todo su corazón.
    
ORACIÓN
Dios y Señor de las Virtudes, por las cuales hacéis los milagros, y prodigios de vuestro poder; yo os ofrezco en compañía de los vuestros y los de vuestra santísima Madre María, los merecimientos de estos celestiales Espíritus, a quienes cometisteis el hacer en la cruz por mi salvación, y la de los otros hombres tan grandes portentos como en aquellas tres horas sucedieron; suplícoos, Señor, me concedáis que todas las adversidades y espinas de esta vida sean para mí coronas, y que las sufra con paciencia a ejemplo vuestro, para alcanzar la corona de la gloria que en la Cruz me merecisteis, y que consiga por su intercesión y vuestra misericordia la gracia que he venido delante de vuestra Imagen a pediros; que con el Padre y el Espíritu Santo vivís y reináis por los siglos de los siglos. Amén.

Tres Padres nuestros, Aves Marías y Glorias. La Oración de San Bernardo se dirá todos los días.
   
DÍA SEXTO – 27 DE JUNIO
Por la señal…
Acto de Contrición y Oración para todos los días.
   
MEDITACIÓN DE LO QUE HABLÓ CRISTO PARA BIEN DE SU MADRE
Meditar por algún rato que en medio de tanto padecer, tuvo lugar de hablar siete veces en la Cruz, para bien de los hombres, para gloria de su Padre y para consuelo de su Santísima Madre. Aprenderé a no excusarme de hacer bien a los prójimos, honrar a Dios y cumplir con mis obligaciones, por más trabajos que sobrevengan y por más dolores que carguen, pues por muchos que sean, no pueden ser tantos y tan graves como los que padeció Cristo nuestro Señor en la Cruz, y con todo, no se excusó de hablar lo que fue menester para hacer el oficio de Redentor. Pedirle gracia para hacerlo así a imitación suya.

ORACIÓN
Señor y Dios de las Dominaciones, que presiden a todos los espíritus inferiores, ejecutores de vuestra providencia, yo os ofrezco los merecimientos de estos Soberanos Espíritus y los de todos los Santos de la Iglesia Militante y Triunfante, en unión de los vuestros y de vuestra Santísima Madre, para que como os dignáis por medio de ellos enseñar a los demás ministros inferiores para que cumplan vuestra voluntad, me enseñéis por su medio a practicar lo que en la Cruz por mi bien y el de todos los hombres padecisteis, hicisteis y hablasteis. Y que consiga por su intercesión y misericordia la gracia, que he venido delante de vuestra santa Imagen a pediros, que, con el Padre y el Espíritu Santo, vivís y reináis por los siglos de los siglos. Amén.

Tres Padres nuestros, Aves Marías y Glorias. La Oración de San Bernardo se dirá todos los días.
   
DÍA SÉPTIMO – 28 DE JUNIO
Por la señal…
Acto de Contrición y Oración para todos los días.
   
MEDITACIÓN DE LO QUE PADECIÓ CRISTO CON VER PADECER A SU MADRE
Meditar el sentimiento que en su Pasión le causó el dolor y la aflicción de su Santísima Madre, que tenía presente el desamparo con que quedaba muriendo Él, y así proveyó para su alivio, como buen hijo, de darle quien sustituyese por Él al Discípulo amado Juan, diciendo aquellas tiernas palabras: Mujer, la más afligida de las mujeres, la más desamparada de las madres, ves ahí a tu hijo; Juan hará en mi lugar lo que yo he hecho contigo; él será desde hoy tu hijo, y sin apartarse de tu lado, te servirá como hijo, te acompañará como hijo: Ecce Fílius tuus. Considerar el sentimiento que tendría Cristo al decir aquestas palabras, y el que tendría la Virgen al oírlas: el Hijo porque Él no podía ya servir a su Madre como hasta entonces lo había hecho; la Madre, porque veía suplir su ausencia un hombre que, por santo que sea, es criatura, que no llega con infinita constancia  al valor de un Dios. Considerar el amor de un buen Hijo que, en medio de tantos tormentos se acordaba de suplir el desamparo de su Madre, la conformidad con la voluntad de Dios de una Santa Madre, que en tanta desigualdad se ajustó a la voluntad de su Hijo, que así lo disponía, y ofrecerme de aquí adelante, como si conmigo hablara Él: Ves ahí a tu Madre, que dijo a San Juan, y servir en el lugar de Cristo a María como Él la sirvió en vida, que así aliviaremos algo de sus tormentos. Y acabada esta meditación, decir con todo el afecto que pudiere:
   
ORACIÓN
Señor y Dios de los Tronos, a quienes hicisteis trono y asiento especial de vuestra Deidad, y en quienes descansáis como en solio vuestro, yo os ofrezco los merecimientos de estos Soberanos Espíritus, para que en unión de los vuestros y de vuestra Madre Santísima, y de vuestra Iglesia Triunfante y Militante, os dignéis concederme la conformidad con la voluntad Divina, que Vos en la Cruz practicasteis y la que practicó vuestra Santísima Madre viéndoos en ella padecer tan terribles tormentos, para que en nuestra resignación descanséis como descansáis en ellos. Y que consiga por su intercesión y misericordia la gracia, que he venido delante de vuestra Imagen a pediros, que, con el Padre y el Espíritu Santo, vivís y reináis por los siglos de los siglos. Amén.

Tres Padres nuestros, Aves Marías y Glorias. La Oración de San Bernardo se dirá todos los días.
   
DÍA OCTAVO – 29 DE JUNIO
Por la señal…
Acto de Contrición y Oración para todos los días.
   
MEDITACIÓN SOBRE EL CUMPLIMIENTO DE LAS OBLIGACIONES
Considerar la sabiduría de Cristo, que en medio de tantos dolores y de una Pasión acerbísima, y sabiendo cuán cercana tenía la muerte, se acordó de dar cumplimiento a las Escrituras, y tenía presentes las profecías de ellas, como si las leyera, y detuvo su ejecución hasta que estuviesen cumplidas todas; y aprenderé del Señor a no cuidar de mí sino de su Ley y de sus Mandamientos, y que ni por tormentos ni por enfermedades falte a ello, y pediré al Señor gracia y fortaleza para cumplir en primer lugar esta obligación, y tenerla siempre en todas mis cosas y sucesos presente. Después dirá con todo su corazón:
   
ORACIÓN
Señor y Dios de los Querubines, a quienes adornasteis de eminente sabiduría, para que con ella alcancen los ocultos misterios de vuestra Religión y de las verdades de vuestra Santa Ley y enseñen a los otros Ángeles y Ministros de vuestra altísima Providencia lo que en el cumplimiento de ella deben hacer, yo os ofrezco sus merecimientos en unión de los vuestros y de vuestra Santísima Madre, y de los demás justos amigos vuestros, para que por lo que os agradáis en ellos me concedías sabiduría y conocimiento  de vuestra voluntad en la hora de mi muerte, para que ni un punto salga de ella en aquella hora, por más enfermedades y aflicciones que mi alma padezca, y sepa imitaros en vuestra dolorosa y penosa Cruz, y después merezca gozaros en vuestros eternos descansos; y en especial me concedáis la gracia que vengo a suplicaros. Amén.

Tres Padres nuestros, Aves Marías y Glorias. La Oración de San Bernardo se dirá todos los días.
   
DÍA NOVENO – 30 DE JUNIO
Por la señal…
Acto de Contrición y Oración para todos los días.
   
ARGUMENTOS DE SU AMOR, LO QUE EN LA CRUZ PADECIÓ
Considerar el amor que Cristo Señor nuestro mostró en la Cruz a los hombres, todas las acciones, las palabras que en ella habló; las penas que padeció en ella, que fueron terribles, fueron argumento cierto de lo que amaba a los hombres; el desamparo de su Padre, el desprecio de sus amigos, las mofas e irrisiones de los sayones, la misma asistencia de su Madre, a quien veía sentir tanto sin poder remediar su pasión ni aliviar sus dolores, todo era señal de que amaba mucho a los hombres, por quienes padecía voluntariamente lo que en la Cruz padecía y padeció hasta morir en ella. Pediré al Señor me conceda su amor, para que a imitación suya ame a Dios y por Él desee padecer y padezca mucho, ame a mis prójimos y a todos los hombres, y por ellos haga y sufra todo lo que pudiere. Y después de haber meditado todo aquesto, decir:

ORACIÓN
Dios y Señor de los Serafines, en quienes depositasteis vuestro amor, para que os amen y nos amen ardentísimamente, yo os ofrezco los merecimientos y oraciones de estos amantes Espíritus, para que en unión delos vuestros y de vuestra Madre Santísima, y de todos los Santos del Cielo y de la tierra, os dignéis concederme vuestro amor y el amor de mi prójimo; y así como Vos os dignasteis mostrar en la Cruz vuestra indecible caridad, así yo en la Cruz de mis trabajos y aflicciones muestre el amor y caridad que os tengo y les tengo, sin que las aguas de los trabajos puedan apagar el incendio de ella; y en especial me concedáis la gracia que os vengo a pedir. Amén.
   
Tres Padres nuestros, Aves Marías y Glorias. La Oración de San Bernardo se dirá todos los días.

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