viernes, 7 de junio de 2024

TRISAGIO AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Publicado en Santa Fe de Bogotá por la imprenta de Gregorio Morales en 1857.

TRISAGIO AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
   
   
Por la señal ✠ de la Santa Cruz, de nuestros ✠ enemigos, líbranos Señor ✠ Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
   
Creo en Dios, espero en Dios, amo a Dios sobre todas las cosas. Bendito, adorado y tiernamente amado sea el dulcísimo Corazón de Jesús ahora y siempre, y por infinitos siglos de los siglos. Amén.
   
Dirigid, Sagrado Corazón, mis expresiones, y ellas publicarán vuestras adoraciones. Tus auxilios deseo, Corazón divino, para siempre vencer mis apetitos. Gloria al dulce, gloria al amable, gloria al divino Corazón de Jesús Sacramentado por los siglos de los siglos. Amén.
   
ACTO DE CONTRICIÓN
Dulcísimo Corazón de mi Redentor Divino, humillado y escondido sobre nuestros altares e injuriado especialmente por mi ingrato corazón. ¿Cómo podré reparar, Amado mío, tan formidables ultrajes? Mi dolor podrá únicamente resarcir tantos desprecios. Yo me lleno de confusión y arrepentimiento al considerar mis enormes ingratitudes, al veros ofendido por mí, olvidado por vuestros propios hijos, hecho un solitario en ese altar, herido con una lanza y ardiendo en el amor de tus propios enemigos. Me pesa, pues, haber multiplicado tus dolores con mis ingratitudes, y lleno de confianza en la multitud de tus misericordias, os pido, Corazón Santísimo, el perdón de mis delitos, con la firme resolución de no ofenderos más en adelante, y de perseverar en tu amor y servicio hasta la muerte. Amén.
   
HIMNO
Oculto en nuestros altares,
Amante Redentor mío,
En tu Corazón nos das
La prenda de tu cariño.
   
El desprecio que padeces
De tantos ingratos hijos,
Hoy quisiera reparar
Con afectos encendidos.
   
Al dulce, al amable,
Corazón santo y divino,
Se den las adoraciones
Por los siglos de los siglos. Amén.
   
Se rezará un Padre nuestro y Ave María, y se dirá tres veces lo siguiente:
℣. Santísimo, dulcísimo y amabilísimo Corazón de Jesús, llena los corazones de tus fieles con tus sagrados y purísimos incendios.
℟. Gloria al dulce, gloria al amable, gloria al Divino Corazón de Jesús Sacramentado.
  
Y repitiendo por tres veces el Padre nuestro y Ave María en la forma dicha, se dirá la siguiente
Antífona: A Vos, Corazón divino; a Vos, Corazón amable; a Vos, Corazón clemente, con humildes respetos y con la adoración más rendida, os alabamos, adoramos y bendecimos, por los siglos de los siglos. Amén.
  
ORACIÓN
Santísimo Corazón de Jesús, dadnos con frecuencia los incendios, los ardores y las llamas de que estáis rodeado, para que nuestros tibios corazones, purificados con el llanto y gemidos, e inflamados en vuestra caridad, recompensen de algún modo con sus afectos lo fino de tu amor, por los siglos de los siglos. Amén.
   
GOZOS
   
Pues eres de nuestro amor
El más tierno dulce encanto,
Todos los hombres Te adoren,
Corazón amable y santo.
     
Las insignias de dolor
Que a nuestra fe son visibles,
Demuestran los indecibles
Quilates de vuestro amor:
Por esto, llenos de ardor
Con el más melífluo encanto,
Todos los hombres Te adoren,
Corazón amable y santo.
     
Esa Cruz que con su peso
Te maltrata, ¡oh Corazón!,
Demuestra la sinrazón
De mi criminal exceso:
Deseo pues que por eso
Con tierno y humilde llanto,
Todos los hombres Te adoren,
Corazón amable y santo.
     
Ese cerco que baldona
Vuestra caridad paciente,
Mi proceder insolente
Te lo puso por corona.
Y así mi dolor pregona
Mi atrevimiento, entre tanto,
Todos los hombres Te adoren,
Corazón amable y santo.
     
La funesta cruel herida
Que en tu Santa Imagen veo,
La abrió mi torpe deseo
Con una lanza atrevida.
Mas ya con canción lucida
Por devengar este espanto,
Todos los hombres Te adoren,
Corazón amable y santo.
     
Y pues pagas con finezas,
Con incendios, con ardor,
Dulce corazón de amor
Mi conocida tibieza,
Solo desea mi flaqueza
Que entre suspiros y llanto,
Todos los hombres Te adoren,
Corazón amable y santo.
     
Oye, Corazón, el ruego
Que Te hacemos tus amados;
Perdona nuestros pecados
Y abrásanos en tu fuego:
Para que en el mundo ciego
Con la Gloria una su canto,
Todos los hombres Te adoren,
Corazón amable y santo.
     
Haz pues que ese Mongibelo,
Ese Corazón vesubio,
Derrame en dulce diluvio
De amor, de luz, de consuelo:
Paara cantar en el suelo
Como en la Patria, entre tanto,
Todos los hombres Te adoren,
Corazón amable y santo.
     
Porque eres de nuestro amor
El más tierno dulce encanto,
Todos los hombres Te adoren,
Corazón amable y santo.
     
Alabado y reverenciado sea en el cielo y en la tierra, el Santísimo Corazón de Jesús, que arde sin cesar en amor de los hombres por los siglos de los siglos. Amén.
    
℣. Bendigamos al divino Corazón de Jesús Sacramentado.
℟. Alabémosle y ensalcémoslo en todos los siglos. Amén.

ORACIÓN
Amabilísimo y dulcísimo Corazón de Jesús, que en ese altar estás ardiendo de indecible caridad, expuesto siempre a los ultrajes, desprecios y abominaciones de los hombres: a Quien el inicuo judío aborrece, el malvado hereje maltrata, y el cristiano atrevido ofende; y sin embargo de tantas injurias Te muestras a nuestra fe con esas insignias de amor y cariño, rodeado todo de ardor y llamas, símbolo del deseo en que te abrasas de perdonar nuestros pecados. Yo me atrevo, pues, a presentarte mi ingrato y criminal corazón, para que después de haberlo lavado con la Sangre que vertiste de esa herida, lo adornes con las sagradas señales de tu Cruz y tu pasión, con que pueda reparar en esta vida tus injurias, y parecer seguro en tu presencia a adoraros por eternidades en la gloria. Amén.
   
Bendito y alabado sea el divino Corazón de Jesús Sacramentado, y la Inmaculada Concepción de María Señora nuestra, ahora y siempre, y por infinitos siglos de los siglos. Amén.
   
ACTO DE DESAGRAVIO
Adorabílisimo y amabilísimo Jesús, siempre lleno de amor por los hombres, siempre sensible a nuestras miserias, siempre ansioso por hacernos bien; que por el exceso del más ardiente de todos los amores os habéis quedado en estado de Víctima en la adorable Eucaristía en donde os inmoláis a vuestro Padre en sacrificio de propiciación por mis pecados: ¡oh Jesús, infinitamente amable y digno de un eterno amor!; pues que la mayor parte de los hombres no tienen por todas las ternuras de vuestro Corazón Divino sino la dureza, el olvido, el desprecio y las ingratitudes. ¿No es justo que tocado vivamente de tantas indignidades, trate yo de repararlas en tanto me sea posible? Es por esto, ¡oh Divino Corazón de Jesús!, que prosternado, aniquilado delante de Vos, vengo a daros satisfacción y desagravio a vista del cielo y de la tierra por todas las irreverencias y todos los ultrajes que habéis recibido en este Sacramento adorable en todos los lugares del mundo: es por esto que os pido humildemente perdón de todas las impiedades, de todos los sacrilegios, de todos los ultrajes que los judíos, los herejes y los malos cristianos cometen contra vuestra Divina Majestad en este adorable Misterio. ¡Pudiese yo, Dios mío, regar con mis lágrimas todos los lugares en que vuestro Amor divino ha sido ultrajado! ¡Pudiese yo abrasar los corazones de todos los hombres con el ardiente fuego de la caridad!  Dignaos recibir, ¡oh Divino Jesús!, este desagravio que yo os ofrezco hoy, en unión del que Vos mismo disteis a vuestro Padre en el Calvario, y del que vuestra Santa Madre os ofreció al pie de la Cruz: perdonadme todas mis irreverencias y todas mis ingratitudes pasadas; haced eficaz por vuestra gracia el ardiente deseo y la santa resolución en que estoy de amaros y de adoraros, y como vuestro Corazón Sagrado es el centro del amor que me tenéis, haced por vuestra bondad que él solo sea el objeto y el término del mío, en el tiempo y en la eternidad. Amén.
   
En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.

Se encarga que se repita en el primer viernes de cada mes, renovando en él los más tiernos afectos hacia tan amable y amante Corazón.

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