miércoles, 3 de marzo de 2021

CURIOSIDADES AD PORTAS DEL VIAJE DE BERGOGLIO EN IRAQ

Durante este fin de semana del 5 al 8 de Marzo tendrá lugar el viaje de Francisco Bergoglio a la sufrida nación de Iraq, haciendo realidad el sueño de su antecesor Karol Wojtyła, que quería viajar a ese país en 1999. Un viaje que será a todas luces distinto a los de sus antecesores conciliares: el primero a un país de mayoría musulmana chií, el primero en el que un reclamante al papado celebrará en rito caldeo (Wojtyła lo celebró en Roma), el primer viaje bergogliano en la “corona-normalidad”, y el primero en el que Bergoglio tendrá que usar sí o sí un vehículo blindado por motivos de seguridad.
  
Soldado iraquí frente a un mural que representa a Francisco Bergoglio
   
En su viaje Bergoglio estará acompañado por el ex nuncio Fernando Filoni Baglivo, cardenal obispo pro hac vice de Nuestra Señora de Coromoto de San Juan de Dios, Gran Maestre de la Orden del Santo Sepulcro, y antecesor de Luis Antonio Tagle y Gokim como “Papa Rojo” –prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos (antigua Propagánda Fide)–, por una enfermera del servicio de salud vaticano y una estatua de la Virgen de Loreto, además de 20 personas de los servicios y más de 70 periodistas.
  
Como no puede ser la excepción, el sincretismo dirá presente en este viaje: en las ruinas de Ur de Caldea (24 km al suroeste de Nasiriya), Bergoglio presidirá el sábado 6 de Marzo un servicio de oración interreligiosa al que asistirán cristianos, musulmanes, mandeos-sabeos, yazidíes y otros grupos religiosos presentes en el país. La actividad ha sido señalada como “manifestación pagana” porque en Ur se encuentra un zigurat (templo piramidal) dedicado al ídolo lunar Nannar/Sin (en sumerio 𒀭𒋀𒆠, en acadio 𒂗𒍪), y el mensaje que se reforzará es un regreso a la misma idolatría que San Abrahán abandonó saliendo de la ciudad de Ur para seguir al Dios verdadero.
   
Zigurat de Ur
  
Con todo, el viaje es una fuente de preocupación para los expertos no sólo por el tema del corona (Iraq es uno de los países que recibió primero la denominada cepa de Kent y hay alrededor de 4.000 casos diarios –entre ellos el nuncio Mitja Leskovar–), sino también por la seguridad (en las últimas semanas hubo una serie de atentados terroristas en varias ciudades, el ataque con misiles a la embajada estadounidense ubicada en la denominada “Zona Verde” de Bagdad y el escalamiento de las tensiones entre Turquía e Irán). Incluso el “Papa Emérito” se sumó a las críticas, calificando de “peligroso” el viaje (mientras, para dolor de sus nostálgicos, repetía –traductor de por medio– que su renuncia fue “libre y consciente”, que Bergoglio es el único Papa y que Joe Biden es un “católico practicante que se opone al aborto”).
   
DEL RITO CALDEO (por Jorge Rondón Santos)
   
Liturgia caldea tradicional
   
El rito caldeo (también denominado siríaco oriental o persa) es una de las dos formas litúrgicas de la tradición siríaca (la otra es el rito siríaco o de Antioquía, que sigue la liturgia de San Santiago el Menor, primer obispo de Jerusalén). Este rito se originó en la ciudad de Edesa por los santos Tadeo y Mario (en siríaco Addai/ܐܰܕܰܝ y Mari/ܡܐܪܝ), discípulos de Santo Tomás Apóstol y evangelizadores de Mesopotamia, y en el año 410, durante el II concilio de Seleucia-Ctesifonte presidido por San Maruta, obispo de Martirópolis (en siríaco Mayperqat/ܕܡܺܝܦܰܪܩܰܛ, actual Silvan, Turquía) y por el metropolita Isaac, se unificó la iglesia persa mediante una organización diocesana y la adopción del símbolo niceno-constantinopolitano (con una forma previa del Filióque) y la liturgia de Addai y Mari como forma litúrgica.
  
La anáfora de Addai y Mari  fue modificada hacia el año 650 por el patriarca nestoriano Ishoʿyahb III (la Iglesia persa –independiente de Constantinopla desde el 424– rechazó la condena a Nestorio en el Concilio de Éfeso, y en el Sínodo de Beth Lapat/Gundeshapur presidido por el metropolita Barsauma de Nísibi en 484 adoptaron la doctrina de Teodoro de Mopsuestia –que será condenado como hereje y precursor de Nestorio en el II Concilio de Constantinopla de 553–), eliminando las palabras de la Consagración y la anámnesis, remplazándolas con una plegaria que hace referencia a las posteriores anáforas de Teodoro de Mopsuestia y Nestorio de Constantinopla (por lo que desde la doctrina Católica, es un rito INVÁLIDO Y NULO; además de precedente para los herejes protestantes, que adulteraron la fórmula consecratoria porque esta los acusaba de negar la Transubstanciación y la Presencia Real). A medida que el nestorianismo se expandía, lo hacía también el rito caldeo, llegando incluso a la India.
   
En el siglo XVI, los nestorianos tuvieron dos momentos de inflexión:
  • En Iraq, un grupo de monjes y obispos se rebeló contra el patriarca Simón VII Ishoyab, acusándolo de simonía, intemperancia y permitir el concubinato, además de nombrar obispos y natar kursya (en siríaco ܢܳܛܰܪ ܟ݁ܽܘܪܣܝܳܐ, “guardián del trono”, sucesores en el patriarcado) primero a su sobrino de doce años Hnanisho y al morir este, a su hermano de quince Elías (cien años antes, el patriarca Simón IV Basidi introdujo la práctica que el patriarcado fuera hereditario, de tío a sobrino). Ellos escogieron al monje Simón VIII Juan Sulaqa como su líder ofreciéndole la dignidad patriarcal, pero como no había obispo metropolitano quien lo consagrase, los frailes franciscanos (que venían trabajando de algún tiempo entre los nestorianos) le persuadieron que se hiciese consagrar por el Papa Julio III, lo que sucedió en 1553, previa profesión de fe. Juan Sulaqa fue erigido Patriarca de Babilonia de los Caldeos, naciendo así la Iglesia Católica Caldea, quedando la iglesia oriental bajo el mando de Simón VII Ishoyab y sus sucesores (cabe aclarar que para conseguir el patriarcado, los seguidores de Juan Sulaqa mencionaron que su rival había muerto en 1551 y designado a un Simón VIII Denha ¡de ocho años!, aun cuando Ishoyab vivió hasta 1558 y tres años antes, asesinó a Sulaqa; irónicamente, los caldeos volvieron al sistema hereditario en 1600, y la línea de Simón organizó un cisma del que se deriva la actual Iglesia Asiria del Oriente). 
       
    Al ser recibidos en la Iglesia Católica, el Papa les permitió a los caldeos conservar su propio rito, aunque expurgado de los errores nestorianos y adoptando la fórmula consagratoria del Rito Romano antes de la doxología final de la Anáfora de Addai y Mari.
  • En India, hacía su arribo en 1556 José Sulaqa (hermano del primer patriarca caldeo) como obispo de Malabar para los “cristianos de Santo Tomás”, enviado por el patriarca caldeo Mar Abdisho IV Maron, con recomendación del papa Pío IV para las autoridades portuguesas de Goa y acompañado por los dominicos Mons. Ambrosio Buttigeg y el padre Antonio Zahara (sin embargo, detuvieron a José once años después y lo enviaron a Portugal acusado de propagar el nestorianismo, y luego a Roma, donde murió). Pío IV en 1564 nombra a Mar Abraham arzobispo de Angamale y Metropolitano y Puerta de toda la India para los malabares, quien tuvo dificultades con las autoridades portuguesas y el arzobispo de Goa y Primado Latino de la India Fray Alejo de Menezes OSA. Al morir Mar Abraham (que nombró como sucesor al archidiácono Jorge de la Cruz, perteneciente a la familia Pakolomattam), Menezes absorbió la archidiócesis caldea de Angamale nombrando al jesuita Francisco de Ros como administrador para los malabares y convocó el Sínodo de Diamper, con el cual unió a los malabares a la Iglesia de Roma (en parte por el fervor y disciplina litúrgica de Menezes, en parte, por la fuerza de la autoridad seglar). Pero la crueldad de los portugueses (que mataron al obispo sirio Ahatallah, que había llegado a la región alegando potestad patriarcal), sumada a la latinización impulsada por los arzobispos latinos de Goa y de Cranganore, hizo que el 3 de enero de 1653, un grupo de más de 200.000 malabares dirigidos por el archidiácono Parambil Thoma Kathanar (Tomás del Campo) juraran ante la cruz de la iglesia de Nuestra Señora de la Vida en Mattancherry no reconocer ni al arzobispo Francisco García de Cranganore ni a los “padres paulistas” (así denominaban a los jesuitas, cuyo seminario quedaba en la población de Sampaloor –San Pablo en idioma local–). El archidiácono Thoma fue consagrado obispo de los malankaras por doce sacerdotes el 22 de mayo, y doce años después, tras establecer contacto con el Patriarcado de Antioquía de los Siro-ortodoxos, fue consagrado por el metropolitano siríaco de Jerusalén Mar Gregorio Abdal Jaleel como Mar Tomás I, Metropolitano de la Iglesia Siro-Malankara. Posteriormente en 1659, el Papa Alejandro VII envió una delegación de carmelitas descalzos encabezados por los frailes José de Santa María Sebastiani (que será el primer Vicario apostólico de Malabar), Jacinto de Santa Teresa, quien recondujo a la Unidad a muchos de los rebeldes.
       
    Litúrgicamente, en la India se afrontaba la misma situación que en Iraq: a consecuencia de la reforma de Ishoyab III en el 560, las palabras de la Consagración pasaron al olvido, y cada quién hacía lo que le parecía mejor. Mar José Sulaqa reformó la anáfora de Addai y Mari haciendo incluir las palabras de Consagración, después de la Oración Post sanctus y antes de la Oblación (como se ve en el folio 101 del códice siríaco LXVI de la Biblioteca Apostólica Vaticana). Por su parte, el Sínodo de Diamper fijó la anáfora de Addai y Mari como forma única de la liturgia malabar, a la cual expurgó de todo elemento nestoriano y suprimió las anáforas de Nestorio y Teodoro. Para las palabras de la consagración, adoptó las del Rito Romano.
       
    Por su parte, los malankaras, al unirse a la iglesia siríaca, adoptaron la tradición litúrgica de Antioquía (que de lejos es la más prolífica en cuanto a anáforas se refiere –se conocen los nombres de al menos 64 anáforas, muchas de ellas aún inéditas–) con algunas características propias.
Como consecuencia del Vaticano II y su pretexto de retornar a las raíces, la anáfora de Addai y Mari en los malabares fue reformada en 1957 (la primera liturgia en malayalam se celebró el 3 de Julio de 1962, otras reformas tuvieron lugar en 1985, 1989 y 2012), y las anáforas de Teodoro y Nestorio fueron recuperadas en 2012 y 2019 respectivamente (Pío XII había solicitado su restauración en 1957), además de una Por su parte, la liturgia caldea fue objeto de reforma por el patriarca Luis Rafael Sako en 2014. En todo caso, dichas reformas acabaron a la verdad adoptando todo lo contrario de lo que pretendían evitar: LA LATINIZACIÓN, versión Novus Ordo.

4 comentarios:

  1. Hablando de ritos orientales, quisiera preguntar si las llamadas Liturgia de San Basilio y la de San Juan Crisostomo fuerin creadas por estos santos o solo se les llamó en su honor, también si eran usadas por los catolicos del rito griego o bizantino (antes del Vaticano II). Aparte, quisiera saber si existió una liturgia etíope catolica.

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    1. Sentimos mucho no responder a la brevedad, pero ello es porque quisimos que la respuesta fuera más detallada.

      La liturgia de San Basilio Magno y la de San Juan Crisóstomo recibieron dichos nombres porque ellos las codificaron partiendo de liturgias preexistentes (San Basilio Magno, aun laico, viajó a Egipto entre el 356 y el 357; San Juan Crisóstomo fue diácono y sacerdote en su natal Antioquía de Siria). De la liturgia de San Basilio hay dos versiones, una copta (de hecho, el orden general de la liturgia copta es llamada “Liturgia de San Basilio Magno”, independientemente de la anáfora que se use –hay tres anáforas: la de San Basilio Magno, la de San Gregorio Nacianceno y la de San Cirilo de Alejandría, esta última llamada de San Marcos por los griegos–) y otra bizantina (que es más extensa, tiene carácter penitencial se usa en los cinco sábados de la Gran Cuaresma, el Jueves y el Sábado Santo, las vigilias de la Navidad y la Epifanía –si caen estas fiestas en domingo, son usadas como Misa del día, y la Liturgia de San Juan Crisóstomo es usada en las vigilias– y el 1 de Enero –fiesta de San Basilio–).

      Sí, los Papas permitieron a los católicos de rito oriental conservar sus liturgias y cánones (expurgadas de cuanto pudiera ser contrario a la fe y la moral). Más todavía, prohibieron a los sacerdotes latinos obligarlos a cambiar de rito (cosa contraria a los ortodoxos de Constantinopla, que impusieron su liturgia a los patriarcados de Alejandría, Antioquía y Jerusalén y a la iglesia autónoma de Chipre –que tenían liturgias de origen apostólico y no eran de su jurisdicción–, y a la iglesia modernista, que ha “montini-bugninianizado” los ritos occidentales –como el rito hispánico de Toledo– y muchos orientales).

      Finalmente, si existe una Iglesia Católica Etíope (fundada en 1846 por la predicación del beato Justino de Jacobis, Prefecto y luego Vicario Apostólico en Etiopía; aunque ya en 1351 habían monjes etíopes en Roma y en 1481 Sixto IV fundó el Pontificio Colegio Etíope, luego de darles dos años antes la iglesia de San Esteban de los Abisinios), había también una liturgia etíope católica, que cuenta con 17 anáforas (tres más que su contraparte ortodoxa). Pío XII, en su encíclica “Ad Cœli Regínam”, citó la Anáfora II de Nuestra Señora Santa María, Madre de Dios (compuesta por el abad Jorge de Segla) del Missále Æthiópicum (en Geʽez መጽሐፈ፡ ቅዳሴ/Mäşhafa Qeddase) de 1945. Los etíopes (católicos y ortodoxos) atribuyen el origen de su liturgia a San Mateo Apóstol.

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  2. Le agredesco mucho su explicación a mi duda. Hace un par de años me encontré con un curioso documento que era una traducción de la misa de los caldeos y maronitas, dedicada al rey Felipe V. Dejó enlace del archivo, aunque en la página que lo ví tenía mejor resolución el escaneado: https://archive.org/details/A10906407

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    1. Es supremamente interesante este documento (del cual hay una primera traducción dedicada al rey Carlos II hecha en Bayona en 1679), porque es de las primeras traducciones al castellano de una litugia oriental. Don Issa, el sacerdote caldeo que celebró en dicho rito ante los reyes de Francia y de España, declara que realizó la traducción para consuelo y fortaleza de los fieles y aumento de la Iglesia, convenciendo a los herejes que la Liturgia condena sus errores.

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