El obispón de Fénix (Arizona) John Patrick Dolan, durante la rededicación y “bendición” del mausoleo [= cenizario] del Cementerio diocesano San Francisco el pasado 21 de Marzo, dijo que los trabajos realizados eran un recordatorio a los deudos de la “esperanza” de la resurrección de sus parientes muertos, informó el diario diocesano Catholic Sun.
«Jesús tenía un cuerpo humano. Cuando resucitó [de entre los muertos], resucitó en cuerpo y alma. De eso se trata este mausoleo y todo este cementerio. Nos recuerda que honramos el cuerpo. Cuando una persona se bautiza, se bautiza en cuerpo y alma. Y honramos eso hasta que, en el Último día, resucite gloriosamente», dijo (aunque con la preponderancia de la cremación no es tanta la honra que digamos).
John Patrick, sexto de los nueve hijos de Gerald y Catherine Dolan, pidió «Que los cuerpos enterrados aquí descansen en tu paz, para resucitar inmortales a la venida de tu Hijo. Que este lugar sea un consuelo para los vivos, un signo de su esperanza en la vida eterna».
El Vaticano II significó el abandono del Purgatorio. Además de la eliminación de las referencias al carácter propiciatorio de la Misa por los difuntos, y la sustitución de las Misas de Réquiem (con ornamentos negros) en que se pide por el perdón de sus culpas y abreviar su expiación en el Purgatorio, por blancas “Misas de la Resurrección” o, en el peor de los casos, servicios de lectura en los que casi se “canoniza” al fallecido.
Ese mausoleo está horrible, las urnas parecen vestidor de gimnasio y la parte de adelante parece taller mecánico. Sin olvidar, por supuesto, la cosa de fuego que está a la izquierda.
ResponderEliminar