BERGOGLIO QUIERE QUE SUS SERVICIOS SEAN MÁS PROTESTANTES

Traducción del Comentario de los Padres de TRADITIO.

  

Francisco Bergoglio ha ordenado que los servicios novusorditas eliminen todas “pomposidad o protagonismo” para que sean más banales y sosos, con guitarras, cantantes y letras de karaoke en el techo, al igual que los servicios pentecostales, y esta directiva presumiblemente incluye la Nueva Misa Latina de 1962 para las pocas localidades en las que está permitido temporalmente.

  

No es extraño que el apóstata pseudopapa Francisco Bergoglio odie incluso la seminovusordita Nueva Misa Latina de 1962, y mucho menos la Misa Latina totalmente tradicional de 1950 y antes. El 28 de febrero de 2025, desde su cama de hospital emitió una directiva para eliminar toda “pomposidad o protagonismo” de la puesta en escena de la Nueva Misa de 1969 y, por lo demás, de la Misa de 1962.

Veréis, Bergoglio ama el protestantismo evangélico castrado. Admira sobre todo al infame predicador evangélico Joel Scott Osteen Pilgrim, a quien incluso muchos protestantes denuncian como “no cristiano”. Cuando Bernard Fellay, de la FSSPX, visitó el Vaticano, Bergoglio lo hizo comer solo, mientras él almorzaba animadamente con su favorito, Osteen.

Bergoglio fue aún más lejos. Encargó a “liturgistas” que espiaran a los obispones y a las “comunidades de fe” (grupos de la Nueva Misa Latina) para asegurarse de que siguieran la línea bergogliana de eliminar de sus servicios todo lo que no fuera banal y soso. Él mismo ha dado el ejemplo, evitando el latín sublime y el canto gregoriano conmovedor con lenguas vulgares y cancioncillas populares. Para Bergoglio, el culto no es nada divino, nada sagrado, sino “obra de toda la asamblea”. Para él, la “liturgia” debe ser “inculturada”, utilizando cacofonías paganas locales y bailes “rítmicos”. La “inculturación”, más que la romanidad, fue una de las doctrinas corruptas promovidas por el Anticoncilio Vaticano II [Parte de la información para este Comentario proviene de National Catholic Register].

Católicos tradicionales, la “pomposidad y el protagonismo” tradicionalmente han sido considerados un reflejo de la adoración del hombre a su Dios Supremo. Non nisi óptimum, sólo lo mejor para Dios. La verdadera Iglesia Católica, desde la época del primer emperador romano cristiano, Constantino el Grande, perfeccionó con su Misa Latina, Una, Santa, Católica y Apostólica tradicional, lo que incluso los pueblos clásicos, como los antiguos romanos, griegos y egipcios, comprendían instintivamente acerca de la majestad de Dios Todopoderoso.